7- Consigiendo vestido

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Era de noche y hacia frío. Y después de la cita que Jane había tenido con Zach en el centro comercial se fue a su casa. El reloj ya marcaba las 11 de la noche cuando Jane salió otra vez. Se dirigía a ver a Carolina, dueña de "El cofre del cuervo", para que llegarán a un acuerdo para que Jane pudiera llevarse el vestido.

Pero cuando Jane llegó a la tienda, se encontró con que ya estaba cerrada. Tocó varias veces, pero nadie apareció. A Jane le urgía tener el vestido, solo faltaba un día para la fiesta de Zach. Necesitaba tener el vestido a como diera lugar.

Se acercó a la puerta e intentó abrir. Para su sorpresa la puerta cedió y se abrió. Jane entró y al entrar a la tienda, Jane sintió un escalofrío. Se dirigió a donde había visto el vestido, aquel día que había ido con Jenny.

Después de unos pocos minutos Jane lo encontró. Se veía igual de radiante y hermoso que la primera vez que lo había visto. Se acercó a el, y con sumo cuidado y delicadeza lo quitó de donde se encontraban. Lo tomo en sus manos y fue al probador de la tienda, ubicado en la parte de atrás de "El cofre del cuervo ". Se lo puso y le quedó a la perfección. Le quedaba como anillo al dedo.

Jane estaba tan feliz con el vestido que no notó que alguien entró en la tienda, hasta que la oyó hablar.

-¿Hay alguien aquí?- preguntó Carolina, sin embargo nadie contestó.

Jane se quitó el vestido, lo más silencioso que pudo, para que Carolina no notará su presencia. Y salió del probador. Se dirigió hacia la puerta, lo más sigilosamente que pudo para que Carolina no se percatará de su presencia, con el vestido en sus manos. Justo cuando pasaba por detrás de Carolina, ella se giró y se le acercó lentamente como si pudiera ver a Jane.

Jane se quedó quieta, no movió ni un músculo. Justo cuando Carolina estaba a solo unos pocos centímetros de tropesarse con Jane, se giró y siguió caminando, dejando a la chica atrás. Jane se sentía aliviada y caminó hacia la salida. Abrió la puerta y salió.

-Lo logré, conseguí el hermoso vestido rojo- se dijo Jane a sí misma cuando salió de la tienda con el vestido -Mañana todo será perfecto- y caminó hacia su casa.

Mientras tanto en la tienda Carolina hablaba sola.

-Te dije que haría lo que fuera con tal de obtener el vestido- decía la mujer

-Tenías razón, lo admito- contestó una voz profunda, aunque la tienda se encontraba vacía -Seguirla a su casa fue una muy buena idea-

-Ya lo sé, ahora solo necesitamos que pague- dijo Carolina

-No te preocupes, todos pagan - dijo la voz misteriosa, soltando una risa que provocaba miedo - Tarde o temprano, todos pagan-

La chica del vestido rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora