Estaba perpleja, no podía creer lo hermoso que era, pensar que creí que era un viejo baboso detrás de esa capucha.
El se dio cuenta de lo sorprendida que estaba y seguro que mi cara lo decía todo.
Esbozó una gran sonrisa
Mía dí algo, concéntrate...que hermosos ojos,labios perfectos y una sonrisa sexy muy sexy, por dios Mía concéntrate.Reaccione a su tacto, estaba secando la última lágrima que quedaba en mi mejilla.
-Gra..gracias - dije tartamudiando
- No estas sola, jamás estuviste sola- al terminar esto sujeto mis brazos ayudando a levantarme
-Porque lo hacías?-
- A que? - Preguntó sorprendido
- A eso...observarme - respondí
- Algo difícil de explicar, no pensaba que esto iba a pasar pero te vi tan triste, no me contuve, tenía que abrazarte - sonrió nuevamente al decirlo
-Supongo que no esperas a nadie o vives aquí? - No lograba salir de sus ojos, noté que se puso nervioso, apretaba sus labios pensando que responder
- Te esperaba a ti Mía -
De nuevo había dicho mi nombre
- Como es que sabes mi nombre? Eres del instituto? - Llevó su mano a la cabeza. Parecía que le dolía explicarme que hacía ahí y de donde me conocía, con gesto de preocupación dijo- Esto es muy largo de explicar, aquí no puedo - miro hacia sus costados procurando que no haya nadie - Se que si no te lo explico tu tendrás cada vez más preguntas, no tendría que estar hablando contigo, demonios ya que...Podemos ir a un lugar más privado? Aquí nos pueden escuchar- mire hacia las vías observando al tren llegar
- ni siquiera te conozco- volví a perderme en sus ojos
- Juro que no te haré daño! Jamás te haría daño Mía, por favor, créeme - Creí, creí en sus palabra en su mirada
Quiero hacerle muchas más preguntas, necesito saber como me conoce y porque me trata como si ya hubiésemos hablado antes, es ahora o nunca.
- Está bien, vamos hacia la estancia - puse un pie en el tren y me gire señalandolo en señal de advertencia- Escucha bien, ignorando la parte en que Nose tu nombre, tengo muchas preguntas y espero que sepas responder, si noto algo raro en ti, una mínima mentira ordenare a Hércules que te devore - si, acababa de amenazarlo con mi dogo argentino de 3 años, regalo de mi abuelo. El solo asintió preocupado y me siguió hasta adentro del tren, caminando hasta el asiento escuché una pequeña risa
- Alex - voltee a verlo y repitió
- Alex, Alex Ficher, señorita - sentándome
- Alex Ficher señorita, debieron molestarte con ese último Nombre- dije sarcasticamente a lo que el sonrió sentándose a mi lado.
No puede ser que un simple chico te haga volar con solo sonreír , un simple chico? Este chico estaba lleno de misterios y yo más que nadie quería descubrirlo.
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El chico del tren
Novela JuvenilMía es una bella chica de 17 años con sangre alemana y totalmente independiente ya que no tiene otra opción. Su vida es muy depresiva pero todo cambia al conocer a alguien especial, alguien que no esperaba en su vida. Desde ahora todo cambia. Descub...