—¿Quieres que cuidemos de tu retoño? —Habló SeokJin por aquel viejo teléfono de pared que raras veces funcionaba, captando la atención del Alfa de cabellos cenizas que se encontraba picando verdura para ayudar con la cena —. ¡Cielos, claro que sí! Los Jeon siempre han sido muy bienvenidos.
¿Jeon?
TaeHyung dejó lo que estaba haciendo y se acercó al Omega, pegando también su oreja al teléfono para poder escuchar la conversación. SeokJin trató de moverlo, dándole una mira de advertencia. Pero, como siempre, el Alfa se salió con la suya y terminó ganando la batalla de miradas, logrando así poder escuchar aquella extraña conversación que había llamado su atención.
—...Sé que con ustedes JungKook podrá ver el mundo de otra manera —habló un desconocido desde la otra línea —. No hemos sido los mejores padres —agregó, con voz triste —, no hay día en el que no me arrepienta.
—Tranquilo DongJin, no te estreses como cabra vieja, ayudaremos a tu pequeño fruto de amor —SeokJin rió —. Además, no creo que sea peor que tú cuando niños. Recuerdo que odiabas esta granja y cuando fue hora de marcharte casi te atas a la vaca.
Otra risa se escuchó.
—Fueron buenos tiempos —dijo con melancolía aquel hombre —. Gracias, volveré a visitarlos pronto.
—Estaré esperando eso.
Luego de varias palabras y risas, la conversación terminó y Seokjin cortó con la llamada. A su lado, un Alfa lo miraba con ojos curiosos. Suspiró, TaeHyung era tan fisgón como NamJoon, definitivamente eso venía de familia.
—¿Quiénes son los Jeon? —Preguntó de inmediato.
—Unos viejos amigos —respondió el Omega, caminando hasta la mesa para continuar con la cena. El peligris lo siguió de cerca, no parecía satisfecho con esa respuesta.
SeokJin supo de inmediato que el menor no se rendiría hasta obtener toda la información, pero a veces le gustaba jugar un poco con él. TaeHyung se veía demasiado tierno cuando estaba ansioso.
—¿Qué querían? —Indagó con más insistencia.
Tierno.
—Bueno, tienen un hijo, la próxima semana vendrá para pasar el verano con nosotros.
—¿Jungkook? —Volvió a decir, recordando el nombre que aquel extraño había dicho.
—Sip —SeokJin lo miró de reojo, luego su expresión se puso seria —. Es un Omega.
TaeHyung no pudo ocultar su sorpresa. ¿Otro chico Omega? Seokjin y Jimin eran los únicos Omegas machos que él conocía, pues estos no eran muy comunes. Entonces el que haya alguien nuevo en el pueblo, y además sea un chico Omega, sin dudas causaría un gran revuelo entre los pueblerinos.
—Oh. —Fue lo único que escapó de sus labios.
—¿Entiendes lo que eso significa, verdad?
—No dejaré que nada le pase —aseguró, y por supuesto que sería así.
Había pasado exactamente una semana de esa conversación, NamJoon se había ido a la estación junto a Petuña para buscar al Omega, mientras SeokJin y TaeHyung limpiaban y ordenaban la habitación que no había sido utilizada en un largo tiempo.
El de cabellos cenizas se encontraba moviendo una pesada caja cuando algo lo obligó a detenerse de golpe.
Ugh.
Llevó una mano a su pecho, palpando la zona con temor.
—¿Sucede algo? —Inquirió Seokjin, extrañado por el comportamiento del menor.
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Amor de campo ➥ TaeKook | Omegaverse
FanfictionJungKook se metió en un lío, uno muy grande y a causa de ello tiene que pasar el verano en el campo, lejos de la tecnología y malas juntas; donde odia a las vacas, la gallina mirona que se hace llamar Petuña y al idiota de TaeHyung, un Alfa con arom...