La comida del hospital es un martirio para mí. Aunque no lo quita admitir, me siento muy achantado estando aquí. Estoy preocupado por mis hijos, si yo llego a morir...
¿Que serán de ellos?.
Fruncí el ceño al pensar en como muchos países se aprovecharían de mi estado.
De pronto, escuche como se habría la puerta de color blanco.
– Tiene visita – Hablo aquella enfermera al leer la libreta que llevaba en manos.
No quería ver a nadie, la otra vez vino a visitarme Chile. La verdad es que con ese brutiviri ni ganas de seguir viviendo.
Escuche como unos pequeños pasos se acercaron a la cama de sabanas blancas. Y de manera brusca jalo la sabana con la que tapaba mi cara.
– ¡Oe, cojudo! Levanta que ya llego por quien llorabas – Aquella burlona voz hizo que dejara de hacer fuerza en la tela blanca.
Volteé un poco sorprendido, llevándome a primera vista la gran sonrisa de aquel blanquirrojo que todo este tiempo estuco apoyando a mi población.
– ¿Tienes hambre? – Hablo rápidamente cuando notó que iba a interrogar el porque estaba el en el hospital.
– Tengo mucho filo – Respondí.
Ante eso, el peruano tomo aquel taper que no me di cuenta que estaba en la mesita al lado de la cama.
Mi rostro serio parecía que le ponía nervioso ya que, tenia dificultades al abrir el recipiente. Al apenas abrirse, fue cuando me di cuenta de lo que había dentro. No hubo necesidad de ver, solo de oler.
Un rico olor a jamón, queso y pan.
– Arepas...
Perú sonrió asintiendo con la cabeza. Di un pequeño esfuerzo en sentarme, lo cual logré. Sin esperar más, tomé una. Asustandolo un poco por la repentina acción.
Pero vaya que tenía hambre. Esto es comida decente.
– No están tan mal... Quizás un poco más de queso – Murmuré al acabar aquel delicioso bocadillo.
– Quejón, al menos te traigo de tragar – Escuche una pequeña risa después de eso.
Un vaso de vidrio fue colocado en frente de mí, el liquido era rojizo.
Pfff... Era tizana.
La cual tomé con rapidez.
– Mano, escuche que aquí la comida era venenosa – El peruano sonrió, he de admitir que quedé un poco embobado – ¿Y el abrazo pa' cuando?
Volví a reaccionar, esta vez aplique un poco más de fuerza para tirarme a sus brazos. Poco me podía mover pero, al menos alcance a sobar su cintura con mis manos.
– Causa, no quería decirlo... Pero te ves del asco.
Frunci el ceño otra vez, el siempre supo como malograr los momentos.
– Me llevé un buen pingazo, ¿Que esperabas? – Respondí un poco seco.
La de verdad, desde que Maduro entró al congreso. He cambiado un poco, supongo que sera por el malestar.
– Wow, relaja la raja – le vi un poco nervioso – ONU esta buscando soluciones para mejorar tu estado. Por ahora solo... Mantente vivo, estamos viendo si potencias quieren ayudar.
Suspire hechandome bruscamente a la cama. Él simplemente me observo un poco preocupado.
– No estaré mucho tiempo aquí y-.
– Entonces largo.
Respondí de manera seca, quiero solucionar este problema por mi mismo. Algo tendrá que pasar, en algo pensare. Pero, no necesito que me estén cuidando.
Cada vez, escuchaba como unos pasos rítmicos se acercaban a la puerta.
– Causa, si preguntan, yo ya me fui – Fue lo ultimo que escuche por parte de él.
La puerta fue abierta por la enfermera. Tratando de botar a toso los visitantes.
– ¿Y la nación que vino?.
– Se largó.
La tipa solo quedo confundida y se fue de la habitación.
El sol calló, su ultimo resplandor llegó su fin y dio paso a la suave luz de la luna. Todo era tan silencioso, tan espantoso... Hasta que:
– Y decían que los hospitales son limpios, estafa – Escuche una voz.
Debajo de mi cama...
(Venezuela: -Screamings in venezolan)
Al rato, sentí como un peso callo al lado mío. Volteé confundido, topandome con el perfil del peruano.
– ¿Que demonios...? – Como respuesta simplemente recibí una sonrisa, vi como de a poco cerraba los ojos mi acompañante. Pase unos pocos minutos observándole, viendo como su respiración se hacia mas liviana. Se había quedado dormido.
Esta compañía no me la esperaba, no me incomoda. Nunca me ha incomodado especialmente la compañía del peruano y creo que nunca lo haría.
Habían veces que hasta la respiración se me descontrolaba y perdía el control de mi cuerpo y mente.
Era muy raro.
Levante mi brazo, admirándolo. Admirando los cables que tenia conectados a mi vena.
– Eres un maldito gafo que arma un bululú en mi corazón, si la enfermedad no me mata. Quizás me mates tu pero, de diabetes.
Moví mis brazos de manera un poco errática, dolió un poco. Pero, logre abrazarle de la cintura. Así cayendo dormido en una total calma.
Jergas:
Achantado: Estar triste, deprimido.
Tener filo: tener hambre
Pingazo: Llevarse un buen golpe
Gafo: Tonto
Brutiviri: Persona bruta.
Bululú: Escandalo.Holaaaaaa!.
¡Hago pedidos!
Dejen sus pedidos justo...¡Aquí! ✨.
Y dejo mi dibujo de Zinetsu por aquí...
(Hola, soy del futuro. Prácticamente está historia fue terminada en el 2019 o 2020 sólo que ando resubi3ndo caps, que nostalgia me da ver uno de mis dibujos JAJAJAJ) fin del comunicado, adiós!
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CountryHumans x Perú | Todos x Perú
AléatoirePerú solo asintió con la cabeza y fingió entender lo que dijo dicho país para luego sonreír con cariño e irse. A los countries se les dio la fantástica idea de sobre-explotar sus jergas, costumbres e idioma para poder expresar su amor al peruano. A...