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Destinos separados...

La princesa de corazones se levantó de inmediato, combinando su magia innata con la fuerza de la varita derribó a varios de sus enemigos y reforzó el campo de magia, gritó a sus tropas la orden de retirada, la segunda parte del plan comenzaba, ella esperó hasta el último instante para tratar de salir de allí, sin embargo Roho, actual líder de los septarianos la vio corriendo y de un golpe con su espada logró derribarla antes de que pudiera salir del domo de magia, lo único que podía hacer mientras trataba de concentrarse con él dolor de la herida abierta que cruzaba su espalda era tratar de alejarse lo más pronto posible, sin dudarlo se arrastraba con dificultad para crear la mayor distancia posible entre ella y su enemigo...

El castaño se quedó paralizado por unos segundos al ver esto, sin embargo el golpe en su costado lo hizo despertar, había sido impactado por las garras de aquellos seres y prueba de esto era su sangrante costado, al  reaccionar dio las órdenes a sus tropas mientras con su espada atravesaba a su enemigo para poder huir antes de que este se regenerara, todos debían huir de allí y asegurarse de destruir el campamento de los enemigos mientras éstos no podían salir, debían asegurarse que ninguno se pudiera esconder, debían acabar con ellos de una vez por todas, y por otro lado Marco le indicó a Janna que era el momento de lanzar el hechizo planeado, ella se negó a poner a  su mejor amiga en riesgo, ella seguía allí, no podía hacerlo...

M: debes hacerlo!, no tenemos otra opción, no podemos seguir perdiendo tiempo!!! -sujetando con dolor su herida-

J: no!, sabes muy bien lo que pasará! -soltando la piedra llave- esos amuletos se encargarán de debilitarlos hasta que no puedan atacar o huir... Están calculados para causar un gran daño a seres inmortales! Star morirá si no sale de allí!

T: yo iré por ella! -montando su caballo infernal-

M: detente! - colocándose enfrente del demonio impidiéndole el paso- debes seguir el plan... sabes cuál es tu deber, eres el único que puede hacerlo, yo iré por Star, no se preocupen todo saldrá bien, Janna, apenas entre al domo debes  activar los amuletos... -subiéndose a Nachos-

El demonio se quedó quieto, por unos instantes estuvo a punto de dejar que su ira desmoronara todo su plan, sus celos estaban a flor de piel, podía sentir su sangre hervir de ira, más no podía dejar caer su engaño en ese momento, había llegado muy lejos como para arruinarlo, pronto sin decir nada se retiró del lugar y se dirigió al objetivo que debía destruir... Por otro lado el castaño junto a Nachos llegó hasta la frontera dónde se libraba la batalla, Janna vio esto y aunque algo desconfiada activó los amuletos siendo esta la única oportunidad de vencer a su mayor enemigo, los septarianos comenzon a caer al suelo uno por uno, incapaces de pelear...

Marco aprovechó ese instante y se acercó lo más rápido posible hacia Star, la vio tendida en el suelo sin poder moverse por el inmenso dolor que recorría todo su cuerpo, rápidamente antes de que su fuerza comenzara a disminuir cargo a su novia en brazos y montó a Nachos para lograr salir de ese lugar a tiempo, Star con la poca energía que le quedaba lanzó una señal mágica que fue vista por Eclipsa y de inmediato la silueta de la reina de la oscuridad se hizo presente en el campo de batalla... Globgor la dejó en el suelo frente al ejército caído mientras él con sus tropas se dirigía al campamento septariano, la reina oscura tomó la varita de Star que se encontraba en el suelo y elevándose en el aire recitó el hechizo temido desde la época solariana...

E: llamo al hechizo sin nombre, un regalo de mi madre con el cuál ella reinó... Eclipsa mi corazón con el verdadero poder... De pie ante la reina y temer!

Una inmensa nube de magia emergió en conjunto el el poderoso hechizo y tras esperar unos instantes hasta que está se deshizo pudieron observar el daño causado... El lugar estaba lleno de una masa negruzca y viscosa, lo habían logrado, el enemigo cayó al fin, todos los presentes se abrazaron y sonreían ante su victoria, sin embargo el festejo de las tropas mewmanas no duró, pues de inmediato la atención se centró en la princesa heredera al trono de aquel reino, la joven permanecía sin moverse en los brazos de su amado, la sangre que salía de su herida pronto tiñó la ropa del castaño de rojo, este desesperado comenzó a tratar de hacerla reaccionar...