Hermoso doncel...

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Al recibir esa carta HongJoong sintió que su mundo se venia abajo, no porque lo haría, sino porque el negarse significaría condenar a toda su familia. Y es que el más que nadie conocía el destino que se le presentaba a aquellos que se negaban a los designios impuestos por la realeza.
Se quedó pensando durante unos minutos, se alejó de su casa mientras aun pensaba en que debia hacer, se preguntaba en si así debía terminar ¿acaso era eso lo que debia pasar? Ser la madre de los hijos de alguien, no, de ninguna manera o al menos no de ese modo, el planeaba casarse y tener hijos pero no queria dedicarse a ser concubino, además de que puede que luego lo deshechen como si fuera nada.

- HongJoong- la voz de su hermano menor llamó su atenció, hubiese jurado que estaba más lejos.
Ni el mismo supo hasta donde habían ido sus pasos pero ya era hora de regresar, vaya a saber uno que se encuentra en tantos de esos  caminos.
Cuando estaba volviendo su vista fue hasta el lado derecho de pasaje que habia tomado, hubiese jurado que habia algo alli, por lo que con temor apuró su andar hasta regresar a su casa. Fue bien recibido por su perro antes de pararse en la entrada observando la vieja fachada con pena, quizás si se iba seria una carga menos.
No terminó de avanzar cuando notó los guardias imperiales esperándolo, sus padres estaban tras estos

-  ya es hora...- fueron las palabras de uno de ellos.
No había ni tiempo de despedirse por lo que muy a su pesar lo llevaron a rastras.

- Huyan...- dijo mientras se iban- Wooyoung, cuida a nuestros padres y váyanse de aquí- pidió cómo ultimo deseo.
Viajaron durante dos días, el palacio estaba lejos de su hulmide morada, tenia los ojos hinchados de tanto llorar, y el no haber dormido casi nada estaba causando estragos en su ser. Su cabeza dolía y su cuerpo igual, además de su trasero adolorido por ir sentado todo el camino.
Finalmente el palacio fue divisado a lo lejos, y supo lo que vendría a continuación, dio un largo suspiro antes de que bajara.
Fue escoltado por sirvientes hasta un baño demasiado lujoso, HongJoong no tenia ni idea de que la gente podia ser asi de rica. El lugar donde estaba, estaba recubierto de unos hermosos azulejos de color azul, un dragón se imponia sobre su cabeza de manera amenazante.
Noto la legumbre de baño, en su casa también había pero estos olian mucho mejor, los uso olvidando la razón que lo había llevado hasta alli y se dejo llevar por la relajación, aunque si por el fuera se hubiese ahogado en esas aguas.

-Joven...- una mujer de avanzada edad se le acercó- es hora de salir, el emperador le estaba buscando.

- Oh...- en ese momento recordo el porque estaba en aquel lugar, asi que su calma se fue al diablo. Se puso de pie, a pesar de no querer hacerlo ya que estaba desnudo. Fue guiado hasta una habitación donde varias mujeres le esperaban con ropas, peinetas y algunas cosas más.

- Me veo como una mujer...- murmuro mirando su ropa

-El emperador pidió que los vistieramos así- dijo una de ellas antes de saludar y salir dejándolo solo en aquella habitación.
Abrió la puerta observando hacia afuera, tenia dos guardias custodiandole, no seria muy dificil escapar de ellos, estaba por hacerlo cuando notó la presencia del emperador, se alejó y la puerta fue abierta de par en par por un hombre no demasiado mayor.

- Su alteza...- saludó antes de dar un largo suspiro y verlo fijo. HongJoong en ese momento odiaba haber nacido doncel, haber nacido en esas tierras, haber sido vestido de aquel modo, odiaba todo lo que estaba pasando.
El hombre se abalanzó sobre él y antes de que siquiera lo besara HongJoong reaccionó, por inercia golpeó al emperador en el rostro, tomando una de sus peinetas se clavo en la cara al hombre que segundos antes intentaba someterlo.

Se  puso de pie mientras el tipo pedia por sus guardias, los que no tardaron en entrar.
HongJoong aprovecho que estos fueron directos al empearador para ayudarlo y salió corriendo.
No sabia a donde ir, solo quería irse.
Se alejo de todo el alboroto que el mismo causó mientras algunos guardias le perseguian sin embargo se las arreglo para deshacerse de ellos, aunque de pronto una flecha se clavo en su brazo y lo hizo caer, se levanto y siguio corriendo, sabiendo que venian tras el.
Entró a la primer puerta que vio, sacó las peinetas, las joyas, incluso su ropa quedando únicamente con una tela de color rojo que cubria su desnudez.
Llego a lo que supuso seria la cocina del palacio, se metió entre las papas volviendo a esconderse donde quedo cubierto levemente de tierra, estuvo quizás horas hasta que una joven le descubrió

- Por favor, no digas nada- pidió con los ojos llorosos, la chica le apuntó a su brazo que estaba herido y le dio algo para cubrirse dicho brazo.

—Deberas huir, el emperador te buscara...— lo tomo de la mano y le cubrió con una capa antes de guiarlo a la salida

— Espera, ¿por que me ayudas?— preguntó el chico antes de correr

—Mi madre era concubina, ahora vete...—

HongJoong asintió para hacerle caso e irse, tomo un sendero que iba por atrás del palacio, se perdió entre la gente y volvió a correr lo más lejos que podía.
Escucho pronto los caballos, y con pánico se metió entre unos matorrales, tiró aquella capa para ir más rápido.
Llegó a un viejo palacio cubierto por hierba, la oscuridad gobernaba alli pero cualquier cosa seria mejor que estar en con aquellos guardias.
Entró, se metió adonde pudo y para su sorpresa no estaba sólo.

— Dios mío...—

Susurro antes de que como si por arte de magia unas velas se encendieron, volteó llevandose el susto de su vida. Una enorme bestia de más de dos metros le miraba fijamente, sus ojos amarillos le asustaron tanto que no se pudo mover, ni siquiera cuando se acercó.

.... ..

Wooo, este lo hice porque ya estoy por terminar el otro así que bienvenido sea.
Ksjsjsj gracias por leer, no olviden votar

El doncel y el lican (MinJoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora