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Jimin tenía una curiosa sonrisa en su rostro al escribir en su móvil cada día en las últimas dos semanas.

El lindo rubio al día siguiente de conseguir el número celular del pelinegro se decidió a escribirle y aunque le respondió luego de dos horas, se sintió feliz pues podía comenzar a platicar por aquel medio.

En ese corto período de dos semanas el rubio descubrió que el pelinegro era tan reservado como se veía, tenía sentido del humor cuando iba agarrando más confianza y al parecer siempre estaba ocupado pues respondía como mínimo cada media hora. Lo buena era que la etapa de responder con monosílabos ya había terminado.

-A mí me pareció un chico lindo - los chicos ingresaban al departamento - Yo le hubiese seguido el coqueteo.

-Por suerte yo no soy tú, Jinnie-hyung.

-Ya quisieras ser yo - le saco lengua.

-¿Dónde estaban? ¡Muero de hambre!

Los dos chicos que habían ingresado recién al departamento, giraron sus rostros al sofá en la sala en donde se encontraba medio recostado el rubio con su teléfono móvil en mano.

-¿Y tú que haces aquí? - inquirió el pelirrojo

Jimin alzo una ceja - Te recuerdo que también es mi casa - el pelirrojo rodó los ojos.

-¿No se supone que a esta hora estas en el Gym? - el castaño se sentó al lado del rubio.

Se acomodó en el sofá para darle espacio al castaño - Me olvide comentarles que hoy no iría porque lo están fumigando.

-Con razón - se sentó en el pequeño sofá individual - De lo contrario estarías sudando como un cerdo - el castaño comenzó a reír.

-¡Yo no sudo como cerdo! - frunció el ceño - Ahora díganme ¿De quién estaban hablando cuando entraron?

-De nadie importante - se encogió de hombros.

El rubio entrecerró los ojos, para luego mirar al castaño quien le sonrió - Yo te cuento - se acomodó mejor en el sofá - Resulta que Taehyungnie y yo nos encontramos en la salida de la universidad y como eso no pasa seguido decidimos ir por unos batidos.

-Hay por dios no es nec...

-¡Cállate Tae! - le grito el rubio.

-Como decía - se aclaro la garganta - Bueno estábamos allí sentaditos bien bonitos... cuando un chico se nos acerco muy sonriente comenzando a coquetear con nuestra preciosa cereza rebelde.

-¿Y cómo era el chico?

-Pues era alto, ojos marrones rasgados, labios delgados, cabello rubio corto y tenía un piercing en la nariz - el rubio hizo un gesto en duda - De esos piercing que parecen de  toro.

-Se llaman septum, Jinnie-hyung - acotó el pelirrojo.

-Si esos - se encogió de hombros - A mi me pareció un chico atractivo aunque un poco engreído.

-¿Un poco? - hizo un gesto de desaprobación - El tipo solo hablaba de todas las supuestas cosas que tenía y en lo afortunado que seria si salia con él.

-No te estoy diciendo que te cases con ese tipo... solo que cojan... ya sabes para quitar el estrés.

El pelirrojo se avergonzó de las palabras de su mayor por lo cual sus mejillas se sonrojaron, acto que hizo a los otros dos comenzar a reír.

-Ya sabes que nuestro TaeTae no haría algo así.

-Lo sé, solo quería fastidiarlo.

-¡Jinnie-hyung! - chillo el pelirrojo haciendo un puchero.

Tattoo Boy © ∆ KookV ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora