{悪役になりたかったのですが、結局ゲームのヒーローになりました}//{Quise ser la villana, pero acabé siendo la heroína del juego}
«Por supuesto, si tengo que jugar este roll entonces lo haré a mi manera y eso incluye elegir mi propio harem~»
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Te quedaste mirando al otro que te observaba fijamente y sonreía con superioridad.
En ese momento querías golpearle, cómo se atrevía a ir de la nada y hacerte un kabe-don, qué acaso te vio la otra vez hacerlo tú a Shiro o qué. Aunque si lo pensabas tampoco sabías como comenzaba la ruta de ese personaje ya que no tenías ningún interés en él. No te agradaba que fuera del tipo arrogante y con solo ver su apariencia ya se veía cuál era su personalidad.
— Tienes cinco segundos para apartarte — amenazas.
— Fufuhahahahaha, que mestiza tan arrogante..
Le fuiste a dar una patada que paró rápido, pero que tampoco importó mucho ya que solo lo usaste como distracción y le diste cabezazo.
Aprovechaste para igual darle un par de puñetazos en los costados y por último ya si darle otra patada que pudiese crear algo de espacio.
Luego saliste corriendo de ahí.
— *No es como si huir fuera lo mejor, pero justamente dejé mi arma con Shiro... Gracias shishou por enseñarme esos combos.*
Escuchaste unos aplausos y te paraste regresando unos pocos pasos comprobando quien era la persona que te estaba aplaudiendo que se encontraba apoyado en una ventana.
— ...Qué haces aquí.
— ¿No puedo estar aquí?
— No eres un alumno y estoy segura que un profesor tampoco.
— ¿Tan viejo te parezco? Quién dice no sea un sempai.
— *No es como si pudiera decir "porque en este juego no te he visto". Estoy segura que solo era un personaje secundario de los que solo salen si vas por alguna ruta en concreto. En este caso debía ser por la ruta de Allen Walker. El albino ese no estaba mal, pero me pidieron no ir a por él y como buena sempai que soy, hice caso y le dejé a mi kohai esa ruta para ella sola. Tampoco me conozco el anime así que su nombre me es desconocido. Solo sé quién es por vista.*
— Oye, que tampoco hace falta que lo pienses tanto. La duda ofende.
— ¿Y? Qué es lo que haces aquí.
— Realmente eres fría. Solo venía como la otra vez a ver a alguien.
— Entonces no me molestes.
— No he dicho a quién. Esta vez a quien buscaba era a ti — dice señalándote.
— Entonces ya has hecho más de lo que te proponías. Ver y hablar es distinto. Date con un canto en los dientes y vete de una vez.
