La Ciudad de los Árboles

Deslumbrantes

El científico, llamado Mathew, al darse cuenta de lo que los niños habían dicho sobre sus sueños, se dio cuenta de que esos árboles daban propiedades que no eran normales. En el momento los investigó bien. Les dijo a los asiáticos Dundi y Torio, cuya fruta era la amarilla, que probaran a recordar sus sueños muy profundamente. Cuando lo hicieron, electricidad brotó de sus manos. Ellos se asutaron mucho, pero luego se dieron cuenta que no les producía dolor.

El científico supo que estas frutas les daba poderes y que era magnífico. Luego les dijo a los esquimales Rishing y Frant que hicieran lo mismo. Hielo salió de sus manos, tampoco sentían dolor. A continuación una lista de los poderes de cada niño, fruta que consumió y de donde es proveniente:

-Asia: el niño Dundi y la niña Torio. Fruta amarilla. Poder: Electricidad.
-Polo Norte: el niño Rishing y la niña Frant. Fruta azul. Poder: hielo y nieve.
-Arabia: el niño Alí y la niña Sarah. Fruta roja. Poder: fuego.
-Brasil: el niño Corse y la niña Reisha. Fruta verde. Poder: Plantas.
-Japón: el niño Iroshi y la niña Yosako. Fruta rosada. Poder: Cerezo de amor.
-USA: el niño Burne y la niña Catalina. Fruta morada. Poder: super velocidad.
-África: el niño Daniskh y la niña Katrish. Fruta café. Poder: arena.
-Indígenas: el niño Dalah y la niña Jolik. Fruta naranja. Poder: super fuerza.
-América Central: el niño Carlos y la niña María. Fruta blanca. Poder: niebla.
-Caribe: el niño Bond y la niña Clarisse. Fruta negra. Poder: hoyo negro.

Estos son los poderes de estos niños rescatados de la extinción total, otorgados por árboles misteriosamente mágicos encontrados en una cueva congelada. Cada uno tenía la misma edad de 7 años. Aprendieron a subsistir, instruidos por Mathew, su salvador, al cual ellos consideraban como su padre.

En poco tiempo se hicieron amigos y todos fueron enseñados a hablar el idioma español porque claramente cada uno tenía un idioma materno específico. Para que todos entendieran se les enseñó así. Carlos y María, de América Central ya sabían hablar en español así que no se les dificultó nada como a sus amigos.

El bosque proveía todo lo que necesitaran, no tenían de que preocuparse. En dos años aprendieron por completo a hablar español, los métodos de Mathew eran sumamente efectivos.  Él fue su maestro para ser inteligentes. Les enseñó matemáticas, historia, gramática y obviamente no menos importante, ciencias. Además les enseñó a controlar sus poderes. Esto cuando tenían 9 años.

Al cumplir los 10 años podían controlarlos fácilmente para realizar tareas difíciles. Todos juntos hicieron una barrera indestructible a los árboles para que no les pasara nada, ya que este era el mayor descubrimiento de Mathew. También construyeron una enorme casa en donde todos vivían cómodamente.

Sin embargo, aunque tuvieran todas esas maravillas a sus disposiciones, dentro de ellos existía un gran deseo de poder salir al exterior.