Dulce Venganza [SuRene]

Dulce venganza ✨ 8✨

.-Lindo conejito.- Las carcajadas de Irene sonaban por todo su hogar. Había entrado el otoño, y el frío en Seúl comenzaba a hacerse presente.

.-No te muevas tanto.-Suho reía con ella, tratando de terminar de pintar los bigotes en las mejillas de Irene.

Las semanas habian pasado, y después de aquella cita la conexión entre Irene y Suho era cada vez más fuerte. Irene jamás imaginó darle tanta confianza a aquel chico.

Suho jamás imaginó sentir cariño por una mujer, aparte de su madre.

La casa de donde habitaban aquellos jóvenes era muy fría. Pero aquello no era problema para aquellos jóvenes que morían de risa.
Irene y Suho se encontraban en una casa de sábanas y cobertores, con unas luces, que ellos habían frabicado. Suho e Irene pensaron que era una buena idea hacer una de esas casas en el suelo, ya que casualmente ambos jóvenes deseaban hacer eso desde pequeños, pero sus padres nunca les permitían hacer ese tipo de cosas.

Después de una charla y risas, ambos habían revelado que sus animales favoritos eran los conejos. Y ahora nuestros protagonistas de encontraban pintando sus rostros como estos animales.

.-¿Ya?.- Irene soltaba risas por las cosquillas que hacía la pintura sobre su rostro.

.-Espera.- Suho ya había terminado, pero solo remarcaba la pintura suavemente para ver su rostro, era una mujer hermosa. No solo por fuera, lo era también por dentro y eso hacia enloquecer a Suho.

.-Irene sonrió al verlo y pico su panza.- ¡ya terminaste tramposo!.-Irene había notado aquella mirada, lo que solo la ponía más nerviosa y anciosa.

.-Señorita bae.- Suho sonrió y le dió un espejo.- ahora es un hermoso conejito.

Irene solo negaba y mirando lo chueco que había quedado la pintura en su rostro y lo miro con aquella sonrisa traviesa que volvía loco a Suho.

.-¡Vaya! Quedó hermoso.- solo se burlaba aquella joven de los pintados chuecos del joven empresario y eso Suho lo entendió perfectamente y tomo las muñecas juguetón de aquella linda chica, la puso en el suelo donde estaba la colcha y almohadas,  sin soltarla aún. Suho se encontraba arriba de ella con una sonrisa juguetona.

.-S-Suho...- Irene lo miro con sorpresa y sus mejillas rosadas. Estaban en una pose bastante comprometedora. Las piernas de ella estaban cerradas, mientras que las de Suho estaban encerrando las suyas, sus manos sujetando sus muñecas fuertemente, pero sin lastimar estás.

.-Irene.- Suho solo sonreia de lado, estaba divertido al ver el rostro asustado y nervioso de Irene, y se inclinp juguetón, simulando que le daría un beso, pero al ver que Irene cerro sus ojos, solo soltó sus muñecas para hacerle cosquillas, que provocaron carcajadas nuevamente de la hermosa JooHyun.

.-Basta, Suho basta.- Irene reia a carcajadas intentando separarse de aquel chico que no dejaba de picar su estómago.

Suho solo reía con dulzura y dejó de hacerle cosquillas para mirarla.

.-Si debo hacerte cosquillas para ver esa hermosa risa, lo haré las veces que sea necesario.- sonrio leve y se acostó alado de la pelinegra que trataba de calmar sus pequeñas carcajadas. Pero al escuchar aquellas palabras se sonrrojo dejando de reír como loca.

Ambos estaban lado a lado, mirando sus ojos, y sintiendo sus corazones locos, que se emocionaban de solo verse.

Suho ya había aguantado demasiado, el tenía que averiguar el dulce sabor de esos labios. Ya no podía más.

Tomo con delicadeza la mejilla de aquella chica que lo podía volver loco y confundir sus sentimientos.
Irene no reaccionaba, ella solo mantenía la vista fija en aquellos dulces labios de su acompañante, ella lo deseaba tanto como el.

Irene lo sabía.
Suho ya lo sabía.
Ambos estaban enamorados, pero sus mentes se negaban a aquellas alocadas ideas.

Suho se acercó un poco más.
Sus labios rozaban con cuidado sobre los de Irene.
¡Vamos Suho! Hazlo.- pensaba aquel joven al sentír los roces de sus labios suaves sobre los labios rojos de la hermosa chica.
¡Vamos Irene! Corta la distancia.- La hermosa pelinegra ya no lo soportaba.
Suho suspiro con pesar y cerró sus ojos separándose. No podía. No podía hacerlo. Estaba jodido, estaba enamorado de ella, no quería verla sufrir. No quieria enamorarse de ella. Sabía lo que sus actos la haría sufrir.

.-Irene...- Suho la miro avergonzado. La chica no comprendia porque se había separado, ella tenía sed de aquellos labios y ella era Bae JooHyun, ella no se quedaba con las ganas de nada hasta conseguirlo.
Así que ella tomó las mejillas de Suho con algo de fuerza, aunque sus manos estaban temblorinas, lo tomo y corto distancia. Corto toda distancia entre sus labios para unirlos. Los había unido en una hermosa danza que Suho no dudó en corresponder, tomándola de la cintura con un poco de fuerza, en forma de protección.
Los brazos de Irene enrrollandose en el cuello de Suho y sus dedos jugando con el cabello de este.
Lo estaban haciendo.
Sus labios estaban juntos, estaban marcando lo que sería la perdición de ambos.
Porque aquel beso marco el amor de ambos.
Suho estaba perdido por Irene.
Irene estaba enamorada de Suho.

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.-Ese es mi hijo.- Aquel hombre vengativo y lleno de rencor. Se encontraba en su oficina en busca de respuestas del progreso de su único hijo.

Había enviado a sus guardias privados para investigar el avance de su hijo. Uno de ellos tomo fotografías de aquel beso de ambos chicos.

.-Esta muy perfecto.-el padre de Junmyeon sonrió feliz mirando como era que la linda JooHyun era la que lo beso.- ¡Ya cayó!.- comenzó a reír con amargura y egoísmo, tal como era su horrible risa.- Solo es cuestión de meses para que Suho la tenga a sus pies.

Aquel horrible hombre sonrió victorioso.

.-¡Saquen a mi esposa del calabozo y ponganle el vestido más lindo que tenga! Hoy brindaremos por el avance de su pequeño hijo.- Los guardias solo asintieron y se marcharon para hacer lo que se les había pedido.

.-Sigue así Junmyeon, sigue así.- Sonrió con malicia sin dejar de mirar aquellas fotografías.

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[El lugar donde nuestros protagonistas, dieron su primer beso]