Rosa blanca |Princesa Encantadora|

Prologó

¡Eh renacido en un Manhwa!

Desde que tengo memoria, eh tenido un fuerte interés por el esgrima. No era nada más niña americana con grandes sueños de hacer lo que le gustaba, en mi caso participar en algún torneo mundial de alta categoría del esgrima.

Algo curioso, teniendo en cuanta que sólo era una niña huérfana de bajos recursos en una ciudad de mala muerte del estado de Miami.

Estando toda mi vida me la había pasado sola, y valiendo-me-la por mi misma después de ser echada de aquel maldito lugar, llamado "orfanato", logre poco a poco, y con el tiempo suficiente, mejor mis habilidades con la espada, trabajando día y noche en trabajos de poca paga para así poder pagar mis clases de esgrima y cumplir mi sueño, haciendo lo que me gustaba.

Y lo hice, a la edad de veinticinco años ya era lo suficientemente influyente en el mundo de la esgrima como para ser reconocida mundialmente.

Subí a la zima por mi propio pie, y sin duda alguna, nadie tendría el derecho de bajarme del lugar que era mío por leí.

Solo pensaba en mi misma, después de todos los desastres que tuve en mi vida, ¿Quién no lo haría cuando no tienes a nadie a quien proteger?

Hice muchos enemigos. Demasiado para contar con los dedos de las manos y los pies.

Y muy pocos amigos, tan pocos con solo una mano bastaba para contarlos. Ya que la mayoría, sólo buscaban la fama de ser mis supuestos "amigos". Entonces llegué al punto donde pensé: ¿Porque no simplemente dejar de tratar de hacer amigos?

Y así lo hice lo hice, cubriendo mi corazón con una coraza de hielo, me convertiré en una chica arrogante que solo se preocupaba por sí misma, pero en el fondo, sólo quería una familia a la cual proteger, la cuál la amara lo suficiente como para darle un abrazo y una sonrisa sincera cuando lo necesitara.

Un día, fui a participar a un torneo en Japón del cual salí victoriosa con una medalla y un trofeo más a mi colección, pero cuando regresaba a mi hogar en un avión, una de sus alas exploto. Deseé con todas mis fuerzas una nueva oportunidad, sí realmente existía la reencarnación quería volver a nacer para ser amada al menos por alguien, pero en un momento, una repentina ráfaga de calor golpeó mi cuerpo y mis oídos, el avión exploto, causo mi muerte como la de muchos otros.

Pero ese no fue el fin, sino el comienzo de una nueva historia.

Cuando cerré los ojos me encontraba desnuda en un lugar cálido y completamente negro.

Cuando volví a abrir los ojos, gracias a los llorosos de un bebé, me sorprendí con lo que pude sentir y escuchar.

¡Estaba en el cuerpo de un bebé!

Y no de un bebé cualquiera, descubrí que no era más que una niña que estaba destinada a morir al nacer, pero aparecer algo omnisciente que estaba lejos de mí comprensión había cambiado eso.

Cuando mis dudas existenciales estaban a todo su esplendor; ¡Vi al hombre blanco!

Con el tiempo descubrí que;

¡El personaje de un Manhwa!

¡Roger Alpheus ahora es mi padre!

¡E Ijekiel Alpheus era mi mellizo menor!

¡Todo parecía una broma de algún dios!

¡Cambiaría el destino de mi familia!

¡Salvaria a Jeanette y a Ijekiel de ser utilizandos por el hombre blanco y el ex-emperador Athanasius de alger Obelia!

¡Mejorando mis habilidades!

¡Me convertiré en la mejor espadachín de esta época!

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Me conocen como; ¡Rosa blanca!

¡Cambiare mi destino y salvaré a los que ahora son mi familia!