Rosa blanca |Princesa Encantadora|

El pasar de los años

Era un día agradable, sin duda alguna en la mansión Alpheus. Ya habían pasado unos años desde el nacimiento de su amistad con el joven Verita y desde su encuentro con el actual emperador, Claude de Alger Obelia.

La joven albina, protagonista de esta historia, se encontraba leyendo un poco, después de todo, ya era lo suficientemente mayor como para estar más tranquila y acostumbrada a su dulce vida en la mansión Alpheus.

De repente, unas risas infantiles se escucharon mientras que "sigilosamente" la larga cabellera se asomaba por su puerta, al parecer la pequeña rufián tenía intenciones de sorprender a la albina, la cual ya estaba al tanto de sus intenciones x pero aún así fingió no escuchar ni notar nada. En cuestión de segundos una pequeña castaña vino corrió hacia los brazos de la mayor de un salto.

⎯⎯ ¡Jeanette! —Fingió sorpresa la albina, mientras no podía evitar corresponder al afectado abrazo de la la menor.

Por otro lado, la pequeña rió con alegría, después de todo, ya había logrado su cometido. La albina suspiro ante lo traviesas que podía llegar a ser la menor.

Esta completamente segura de que se había escapado solo para ir a verla, de nuevo.

Ustedes se preguntaran; ¿Porque la pequeña Jeanette se encuentra con nosotros en este momento?

Pues la respuesta es simple, mía queridos lectores, ya han pasado tres largos años desde la fiesta en él castillo, a la cual la pequeña albina de tres años asistió, y allí conoció a Claude, al igual que Allendis. Debido a salto de tiempo, actualmente Jeanette ya tiene dos años, para tres en unos meses, impresionante ¿Cierto?

La albina no pudo evitar pensar mientras acariciaba la cabellera castaña de su sobrina. ⎯⎯ Ya tengo 6 años, creo que estoy preparada, físicamente para dar el segundo paso en esta nueva vida, "aprender" esgrima. —La albina observo el rostro inocente de su prima. ⎯⎯ Aunque ya sé, solo tengo que pedir permiso a mi padre para poder controlarlo en este cuerpo. Y así poder protegerlos de lo que viene con más facilidad.

La castaña observo con sus hermosos y falsos ojos azules a su prima, la cual tenía una expresión pensativa antes de dirigir una mirada tranquila hacia ella.

La albina habló.⎯⎯ Jeanette... —Habló con un tono cansado. ⎯⎯ No me digas que escapaste...otra vez. —Esta vez su ceño se frunció levemente.

La contrario rió, mientras negaba y se tapaba la boca con sus ambas manitas, dando la clara señal de que la albina estaba en lo correcto.

⎯⎯ ¿Así que no, pequeña mentirosa? —La albina fingió molestia mientras sus manos se levanto sus manos, haciendo que la castaña comenzará a chillar, después de todos sabía lo que se aproximaba mientras trataba de huir de los brazos de su prima. ⎯⎯?¡Pues por decir mentiras, el monstruo de cosquillas saldrá y te sacara la verdad! —La albina grito con una voz más gruesa para luego posicionar a la castaña contra el mueble, mientras le hacia cosquillas, y la pequeña reía sin parar.

⎯⎯ ¡V-valkerea! —decía la menor mientras se reía.

La contraria sonríe.

⎯⎯ ¡¿Lo hiciste?! —Pregunto la mayor entre cosquillas, la menor asintió repetidas veces.

Tocaron la puerta de la habitación, haciendo que pare, la pequeña Jeanette respiro varias veces para recuperar todo el aire perdido de su pecho.