¡Cᴀᴍʙɪᴀʀᴇ́ ᴇʟ ᴅᴇsᴛɪɴᴏ ʏ sᴀʟᴠᴀʀᴇ́ ᴀ ʟᴏs ϙᴜᴇ ᴀʜᴏʀᴀ sᴏɴ ᴍɪ ғᴀᴍɪʟɪᴀ!
¡Un dia abrí mis ojos y me encontraba en un manga!
Es bueno nacer con una cuchara de plata en la boca, pero;
¡¿Soy una niña que debió de haber muerto al nacer?!
¡Ahora soy la melliza...
Los tres quedaron en silencio, él azabache rodo los ojos para luego hablar.
-ya habla malditasea, no tengo todo él día. -dijo él azabache mientras se cruzaba de brazos.
-esta bien, ¡esta bien! -dijo él pelirrojo con enojo mientras se cruzaba de brazos.
-entonces explica. -dijo él azabache con seriedad.
-Nuestras familias son cercanas, éramos amigos desde pequeños, pero un día el muy maldito me traiciono. -dijo el pelirrojo con simplesa mientras miraba asia la ventana de la habitación de la albina.
-¿y que iso? -pregunto la albina.
-eso no les incumbe. -repondio el pelirrojo con los brazos cruzados.
Una benita apareció en las frentes de los dos presentes, al escuchar tales palabras del pelirrojo.
-¡¿que maldito problemas tienes?! -grito él azabache con enojo mientras mataba con la mirada a él pelirrojo.
-yo no les pienso contar toda mi vida privada. -respondio el pelirrojo mientras fruncia el seño.
-aun así, eso noté da derecho a tratarme como a una basura. -dijo la albina mientras miraba asia otro lado.
-¡pero yo me preocupe por ti! -dijo él pelirrojo con enojo.
-¿y eso que? -pregunto el azabache mientras lo miraba con enojo.
-¡stk!
Él pelirrojo salio por la puerta dando un portaso, la albina y él azabache suspiraron con pesadez
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Él Pelirrojo salía a sampadas del lugar mientras que susurraba maldiciones, se ñara fuera de la casa y miro asía la habitación de la chica antes de marcharse furioso.
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Ya habían pasado dos Cuatro años desde que la pelea con él pelirrojo, la albina se había recuperado por completo y estreno normalmente gracias a los reclamos de su madre, la albina suspiro, su madre casi le da un infarto a al escuchar sobre su caída.
Aunque también con ese tiempo había echo las pases con él pelirrojo y este la vicitaba para entrenar, la albina no le guardo tantos rencores a este pero no significa que lo hubiese olvidado.
La albina se encuentraba sentada en su habitación, asta que sintió una presencia a su lado.
-Lucas. -dijo la albina en modo de saludó, sin despegar la mirada de su libro de magia.
-Valkiria, hoy me encontré con alguien, sumamente extraña. -dijo el azabache mientras se recordaba de el mueble.
La chica lo miro de reojo esperando a que siga.
-Una rubia, que decía ser la hija del emperador, ja, estúpido. -dijo el azabache mientras se cubria la boca con la manga larga de su atuendo mientras soltaba una leve risa divertida.
La albina lo miro sorprendida, ¿ya habia conocido a Anasthasia?
-Esa mocosa era demasiado infantil, nada parecida a ti hace varios años, no me dejo llevarme a esa asquerosa criatura, aunque siento que pronto al volveré a ver. -dijo el azabache mientras se arreblaba su cabello corto hacia tras.
-uhm, interesante. -dijo la albina mientras cerraba su libro.
-eso mismo pense, su mana es poderoso, pero eso no significa que sea bueno, ya que eso la puede llevar a su muerte, además, sus ojos reflejaban que no era una niña cualquiera, era de la chica la cual me hablabas, ¿cierto?. -dijo el azabache algo pensativo antes de recostar su cabeza en las piernas de la albina la cual acaricio los cabellos de este.
-si, quiero cuides a que su poder no la mate y darme informes sobre ella. -dijo la albina mientras miraba asia la ventana de su habitación.
-ja, si eso quieres, después de todo, ese fue él trato, además me divertiré. -dijo el azabache mientras cerraba los ojos con una sonrisa labina.
-si. -dijo la albina con una suave sonrisa en su rostro.
Unos dias más tarde, él reino se entero sobre la enfermedad de la princesa él como él emperador mandaba a matar a los magos que no lograban curarla, la princesa duro un mes para ser exactos en coma.
-oh, lucas. -dijo la albina mientras timaba una tasa de té, el azabache el cual se encintraba acostado en uno de los muebles de la habitación de la chica mientras comia una rebanada de pastel la miro antes de darle un ultimo mordisco a su pastel y desparecer en un chasquido de dedos.
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Los días pasaron y él joven mago de había puesto a trabajar en él palacio, aunque no quitaba que vucitaba todos los días a la albina y le contaba todo lo que pasaba pero un día...
La albina camino por él gran jardín de su mansión, había terminado de entrenar cuando.
-¡¡HAAAAAA!! -se escucha a la distancia, la albina levanta la mirada pero no pudo ver bien ya que alguien había caído enzima de ella.
-mierda... -susurro la albina mientras se quejaba ante tal golpe.
La albina abrió los ojos encontrandose con una rubia la cual la miraba curiosa y algo sorprendida.
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-Tu... -dijo la albina mientras se paraba con cuidado del suelo.
-¡Valkiria! -se escucho un grito a la lejanía.
La rubia se escondió detras de unos arbustos mientras que maldecía a él joven mago.
-Allendis. -dijo la albina mientras que miraba fijamente a su amigo.
-¿que hacías?, ¡te traje regalos de mi viaje! -dijo el peliverde con emocion.
-¿de verdad?, buscaba a zenitt, ire en un momento. -dijo la albina mientras sonreía.
Él peliverde asintió y entro a la mansión, la albina dirigió su mirada asía él arbusto.
-hola princesa. -dijo la albina mientras aparecía al lado de la rubia haciéndola sobre saltar.
-¿q-quien eres?
-Soy Valkiria Alfierse, encantada su majestad. -dijo la albina mientras se ponía de rodillas frente a la rubia la cuando tenia un leve rubor mientras la observaba.
-¿Como sabes?
-Tengo diez, no soy estúpida. -dijo al albina mientras sonreía.
La rubia trago en seco mientras que miraba fijamente a la albina.
-¿y que te trae por aquí?, ¿acaso fue lucas? -pregunto la albina mientras sonreía levemente.
-¿Conoces a lucas? -pregunto la albina sorprendida.
La albina sonrió.
-Adios princesa Anasthasia. -dijo la albina mientras asía un ademán de despedida.
La rubia de un momento a otro desapareció, por lo que la albina miro el cielo con una pequeña sonrisa antes de entrar a la mansion.
