No hay ni verga

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Ya que te molestaste en abrir esta porquería, te contaré una historia que se me dio la gana de escribir cuando estaba ebrio uwu¿¿

Había una vez (Ah, no jodas, creo que esto lo he escuchado en otra parte(?)

Un niño; así de simple, tenía una familia igual de simple y unos padres normales.

Bueno, no del todo. Su padre era un imbécil que lo maltrataba cada que su madre no se encontraba en casa; lo lastimaba y le recordaba todas esas veces lo inútil que era. Le gritaba cosas horribles hasta el punto de hacerlo llorar.

Aunque llegó un día en el que el pequeño niño dejó de hacerlo, terminó por acostumbrarse a los maltratos de su padre. Sabía que no lo quería, y no podía culparlo, ese mocoso no era nada más que un error.  Seguro pensarás, "¿Por qué no le dijo a su madre de esto?" ¡Por favor! Tenía cinco años,  temía que su progenitor lo lastimara cuando le contara a alguien más de aquello.

Y así fue cómo pasó los primeros diez años de su vida, no se quejaba cuando aquel hombre lo tomaba de los cabellos o le daba fuertes golpes en el estómago que terminaban dejándole moretones durante varias semanas. Estaba cansado, sí, pero no había nada que hacer, no tendría a dónde ir ni alguien que lo apoyara.

Hasta que lo conoció a él

¿A quién? Pues la persona que lo llevaría lentamente a su ruina.

No solo era un hombre, sino que era peor.. Ese chico era hermano de su madre. 

Suena un poco enfermo, ¿No creen? 

Pues a él no le importaba, y a Tyler tampoco.

Así se llamaba; cada vez que el joven susurraba su nombre, sentía que su corazón se derretía con tan solo imaginarlo. Su respiración se aceleraba y su bello rostro se teñía de un terrible color rojizo.

Lo amaba, lo amaba muchísimo; tanto que se le entregó a él, sin siquiera importarle lo que podría ocurrir después. Estaba totalmente cegado; creía que Tyler podría entregarle aquel amor que tanto le faltó durante toda su corta vida.

Vaya que se equivocó; y cuando se dio cuenta era demasiado tarde.

Le dio todo lo que tenía, pero él lo desechó como si solo se tratase de basura. Eso fue suficiente para romperle el corazón en miles de pedazos.

El pobre estaba devastado, no tenía ningún remedio que pudiera aliviar ese terrible dolor que sentía. Pensó que sería seguro estando con él, que no habría problemas al amarlo. Pero solo fue un juego, un maldito juego.

Si lo era.. ¿Por qué dejó que llegasen tan lejos? ¿Por qué no le puso un alto desde el principio? Solo tenía doce años, y arruinó su vida. Sus padres se enteraron y eso fue más que suficiente para que lo echaran de la casa; estaba totalmente a la deriva. Sin mapa, brújula o una guía.

No tenía a nadie. 

Siempre estuvo solo, y ese era su maldito destino.

Entonces murió, y nadie se preocupó nunca por qué le ocurrió. 

Su madre se divorció y ahora tiene un novio mil veces más buenote que su padre.

Tyler se inscribió a un concurso de Miss universo y ganó por chupársela a todos los jueces.

Su padre se volvió Drag Queen y le dio SIDA.

Fin.

Mierda puraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora