Secretos difíciles

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Lena había llegado a la casa de su abuela y fue como la primera vez, sólo se encerró en su cuarto y no salió ni comió, así llevaba ya tres días y Regina y Eliza no sabían que hacer, ya sabían acerca de la pelea que tuvo con su madre y también Lilian se veía tan afectada.

Kara por otra parte ya tampoco sabía que hacer, le dolía ver a Lena así, quería a la Lena sonriente, aunque saliera con Jack no le importaba si así la veía sonreír otra vez. Nadie merecía sentirse así, nadie merecía perder a alguien amado...

***

Lena estaba cansada de llorar, se sentía como siempre pero con más culpa por haber peleado con su mamá, había vuelto a su rutina y extrañaba a Kara.

Lena decidió ir a ver a Kara, quería solo tenerla a su lado, solo teniéndola cerca se sentía segura.

— Hola, Eliza ¿sabes donde esta Kara?— Lena ignoro la cara de asombro de Eliza y Betty por haber salido de su cuarto

— No la he visto cielo— Eliza le sonrió con cariño

— Seguro está en la tumba de su padre, esta por el río — Betty le indicó y Lena solo se apresuró a salir y buscar a Kara.

Lena no estaba tan convencida de ir ya que a lo mejor Kara querría estar a solas con su papá, pero al final decidió que tal vez le daría la calma que recibía también de ella.

***

Kara estaba incada y acariciaba la cruz con el nombre de su padre, lágrimas caían por sus ojos y se perdían en su barbilla y cuello.

— Papi, te extraño tanto — sollozo y por primera vez se atrevió a confesar uno de sus secretos que tenia desde que su papá había fallecido.

Lena se detuvo cerca de un árbol, Kara estaba llorando y hablando con su papá y quizá darle privacidad pues a ella también le entraron ganas de llorar, pero por curiosa o por querer estar con Kara aunque fuera de lejos se quedo, ahí sin hacer ruido, ahí como un ángel para su rubia.

— Papá perdón, te he fallado... No puedo ayudar a alguien, no se que hacer, quisiera que estuvieras aquí y me dijeras que soy tu pequeña vaquera loca y que todo estará bien...— ahogo un gemido

— Creo que me gusta alguien papá, y se que a ti también te gustaría ella, pero no puedo estar con ella, no cuando no puedo ayudarla, ¿como le ayudo a no llorar por las noches cuando yo he llorado cada noche desde que te fuiste? ¿Como la ayudo a ver la vida de una perspectiva diferente si yo no puedo ver si quiera la vida sin ti? Me siento tan sola papá, ya no me queda nadie ni nada porque luchar, mamá y tu se fueron rápido y no me llevaron...— Kara se abrazo a la cruz y se permitió llorar todo aquello que había guardado para ella misma

—Ya no puedo papá, siento como el dolor en mi pecho se hace mas profundo y me cuesta cada día más despertar y hacer creer al mundo que soy feliz, me siento tan mal porque se que hay tantas cosas bellas en la vida y no puedo apreciarlas, quisiera disfrutar de un día soleado como de verdad hago creer a la gente pero detrás de esa sonrisa solo se encuentra mi corazón roto, dolido y sin reparo alguno. No puedo ayudar a la chica que me gusta ni puedo prometerle amor porque hace tanto tiempo que olvide lo que se siente amar y ser amada, ahora me cuesta tanto trabajo fingir que estoy bien, ya me canse de mi rutina de levantarme y hacer sentir a los demás que vale la pena vivir y que son maravillosas todas las cosas que nos da la vida tratando de engañarme a mi y forzandome a creer que es así y después llegar la noche y darme cuenta que han pasado tantos años y me siento igual o más pérdida que cuando te fuiste. Quise creer que podría salir de este hoyo profundo pero ahora estoy más al fondo y la luz de la salida ya no se ve...— Kara tomo 10 minutos para llorar sin parar, no podía hablar sin que se le escaparan las lágrimas y la voz se entrecortada.

Lena no podía creer lo que escuchaba y lo que veía, sentía su Corazón querer salir de su pecho, Kara se sentía igual que ella, no podía creerlo. Un grito desgarrador de Kara la saco de sus pensamientos

—¡¿Por qué me abandonaste?! Es tu culpa que yo me sienta tan vacía, y este tan sola, tuya y de mamá, ¡¿les era tan difícil llevarme con ustedes?! ¡¿Creían que yo era tan fuerte?! ¡Pues no lo soy! ¡YA NO PUEDO MAS! Ya no quiero vivir...— Kara ya no sentía fuerza ni voz para continuar y se dejó caer en el pasto y se acurruco tratando de calmar su dolor.

Pronto sintió unos brazos rodeándola y se apartó asustada... Era Lena...

— ¿tu? ¿Que haces aquí?— Kara puso cara de susto— ¿Escuchaste todo lo que dije?— Lena solo pudo agachar la mirada y asintió.

— Lo siento, yo no quería escuchar pero fue inevitable, perdóname Kara— Lena quiso acercarse pero Kara retrocedió aun en estafó de shock

— No...— susurro. — Solo... Solo déjame sola— y Kara salio corriendo huyendo de Lena asustada por ser descubierta...

Always on my mindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora