La Colina

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NOTA IMPORTANTE: ESCUCHEN LA CANCIÓN Y TOMEN UN POQUITO DE SU TIEMPO PARA QUE SE LES AFLOJEN UN POQUITO LAS LAGRIMAS Y LEAN MEJOR EL CAPÍTULO.

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Faltaba una semana para navidad y tanto Lena como Kara estaban bastante animadas con la decoración de la casa junto con Eliza y Regina.

Se sentían felices por estar juntas, Lena ya no tenía pesadillas pues Kara estaba a su lado para abrazarla. Aunque era verdad que no todo lo malo se va rápidamente, ambas se encontraban bien, era mejor que cuando estaban solas.

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Kara había preparado una velada especial para Lena y ella pues se sentía lo correcto, ya era el tiempo correcto...

Tenía comida, sodas, casa de campaña, lampara, libros, y lo más esencial para acampar en su lugar favorito La Colina...

Se fueron a las 6 para que no caminaran en la oscuridad, con un gran abrazo de Regina y Eliza emprendieron su camino hacia una noche que prometía una hermosa experiencia...

Kara se había prometido hacer feliz a Lena, conocía y amaba a esta Lena pero no dejaba de desear conocer a la Lena llena de vida, porque si su sonrisa forzada lograba iluminar su vida no podía ni imaginar lo que haría una sonrisa llena de vida.

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Ambas chicas divertidas armaron la casa y prendieron una pequeña fogata para azar salchichas y bombones, era mucho más divertido y especial pues ahora compartían besos y amor.

- Cuéntame una historia - ambas chicas estaban abrazadas frente a la fogata con una frazada cubriéndolas 

-¿De terror?

-No importa, dormiré abrazada a ti

-jaja, te contaré una historia vieja que se escuchaba mucho por aquí

-Antes, mucho tiempo atrás se contaba que este pueblo estaba encantado...

-¿En serio? ¿Por qué? ¿Hay duendes o sirenas o peor aún brujas?

-Jajaja nada de eso mi gardenia, pareces una pequeña muy curiosa- Kara beso la nariz de Lena con ternura

-Lo era de pequeña con Papá... - el semblante de la azabache se decaía un poco 

-¿me dejarás contar la historia o no?- Kara la empujo juguetonamente  

-Si, lo siento mi amor.- Lena se puso roja de inmediato pues era la primera vez que le decía así.

-No sabes cuanto causas en mi corazón mi gardenia- Kara suspiro para inclinarse y besar con amor la cara de su novia y después de hacer eso beso durante un largo rato sus labios adictivos

-Sígueme contando la historia por favor

-Bueno pues decían que este pueblo estaba encantado porque se dice que siempre cada 8 años existe una pareja elegida por este pueblo para ser destinada a amarse con toda el alma, solo dos personas son escogidas por este lugar y sus ancestros para amarse como nadie se ha amado antes, como solo pocos son afortunados de encontrar a su alma gemela...

-Eso es fantástico...

-No he terminado cariño...
Aquellos que son elegidos se aman y son muy felices juntos por mucho o poco tiempo nunca es el mismo tiempo, pero lamentablemente no tienen un final feliz, siempre uno de ellos se tiene que ir... Se dice que a la primer pareja duraron 5 años juntos y después el hombre se caso con otra mujer... La segunda pareja duro 15 años y La mujer murió por una enfermedad... Han pasado 16 años desde que se escucharon aquellas historias, ahora solo son un mito o eso es lo que dicen para atraer a la gente me imagino.

-Kara eso es muy triste, encontrar a alguien que te complemente totalmente y que no puedas terminar con esa persona...

-Así es gardenia, pero supongo que son solo mitos

-Sé que es poco el tiempo que llevamos conociéndonos pero no te miento cuando digo que tu me complementas y que has sido la fuerza  que no tenía para salir de toda esa tristeza que me consumía viva, yo sé que te amo

Antes de que Kara respondiera Lena la beso transmitiendo todo su amor en ello, demostrando cuan sinceras eran sus palabras, sintiendo un montón de emociones al besar a su chica.

- Mi Gardenia, no sabes lo feliz que me haces, realmente jamás imagine que conocería el amor, quien iba a decir que la pequeña ojiverde con la que jugaba de pequeña era el amor de mi vida y que ahora mismo estaría a mi lado haciéndome feliz, también te amo mi gardenia.

Continuaron su velada riendo y comiendo un poco de golosinas, jugando, robándose besos, caricias inocentes hasta que oscureció y se metieron a su casa de campar, ahí los besos fueron intensificándose y las caricias fueron subiendo de tono.

-Kara, quiero hacer el amor contigo, quiero entregarme completa a ti, te amo como nunca creí amar y quiero pasar mi vida contigo.

-Mi pequeña gardenia, yo también quiero hacer el amor contigo, eres muy especial para mi y créeme cuando te digo que no hay palabras que hagan justicia a lo que siento por ti, te amo...   

Comenzaron a besarse lento, disfrutando sus labios, sus sabores, sus esencias, su manera de expresar su amor...

Conocieron su cuerpo, acariciaron cada parte de el, llenándose de besos y caricias mutuamente.

Grabaron en su mente y corazón todo lo que sentían al simple roce de su piel, duraron toda la noche haciendo el amor, no se cansaban de tocarse y satisfacerse, se sentían completas juntas.

Su noche fue mágica y jamás la olvidarían, pero no podía ser eterna su noche, así que al día siguiente emprendieron camino a su casa y aunque en ellas había en su pecho amor y en el estómago mariposas la felicidad es de momentos...

Always on my mindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora