↭Shots e Imaginas de Roman Godfrey ↭
•ningún shot o imagina me pertenece yo solo me encargo de su respectiva traducción •
™todos los derechos a sus respectivos autores™
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Roman apoya sus manos sobre sus rodillas, esperando pacientemente a que salgas del baño. Está tranquilo, pero también emocionado por lo que viene después. Escuchá que la ducha se apaga y tus suaves pasos contra el mármol, unos minutos más tarde abres la puerta sólo con una toalla .
Te detienes en tu camino cuando lo ves, miras la regla de madera que está a su lado. Tragas fuerte y no te atreves a mirarlo, un escalofrío recorriendo tu columna vertebral.
"Sabes que estás en problemas, ¿verdad?" Su voz es baja y áspera y su mirada es despiadada. Levanta una ceja cuando no contestas, así que se da palmaditas en la rodilla, haciéndote señas para que te sientes.
Te sientas y pones tus manos sobre tu regazo.
"Mírame, cariño." Exige, su gran mano subiendo y bajando sobre tu espalda. Inevitablemente, te sientes tan pequeña, tan indefensa e inútil. "¿Sabes por qué vas a ser castigada?"
Asiente con la cabeza.
"Usa tus palabras, gatita. ¿O eres demasiado tonta para hablar de que ni siquiera puedes decirme que sí?"
Aguanta la respiración. Sus palabras ya te hacen sentir excitada y estás segura de que lo sabe porque sonríe. A él le encanta. Hacerte sentir como una niña tonta. Solo en el sexo
"Sí, papi". susurras y te muerdes el labio inferior, tratando de suprimir un gemido cuando siente su tenso muslo contra tu coño.
"Bien. Ahora dime por qué."
Recordaste que esta mañana, te sentías mal y respondiste a sus mensajes como una chica mala. Te reirías ahora si no estuvieras tan excitada y aterrorizada.
"Yo...."
"Mírame cuando te hablo, cariño." Dijo, acariciando tu espalda.
Roman es impredecible. Es áspero o blando en el momento adecuado, siempre se toma su tiempo para hacerte saber por qué estás siendo castigada sólo para que te ruborices.
"Fui grosera y una chica mala en los mensajes." Responde tú, ahora míralo a él. "Lo siento, papí".
"Te perdono, nena." Él sonríe suavemente y tú también, aliviada. "Pero aún así serás castigada" Se te cayó el corazón y apretaste los muslos. Tú lo sabías. Nunca te deja escapar de sus castigos, así que aceptaste. "Quítate la toalla y acuéstate en mi regazo, gatita."
Su voz , sus grandes manos. Todo en él te hace sentir necesitada, sólo quieres besarlo y rogarle clemencia, pero ahora es demasiado tarde.
Dejaste caer la toalla al suelo y te tumbaste en su gran y cómodo regazo, con la barriga contra sus fuertes muslos. Te separa las piernas y te toca la piel con suavidad y amor. Agarras las sábanas y esperas el fuerte impacto de la regla de madera contra tu trasero, pero nunca llega. En su lugar, sientes un golpe a través de su cuerpo cuando la madera fría golpea tu coño y dejas salir un chillido.
Te hace callar suavemente, acariciando tu espalda.
"Papí..." Lloriqueas y tratas de salir de su regazo, sólo para ser agarrada por tu pelo, Roman presiona tu cara contra la cama y te golpea de nuevo, más fuerte que antes. Siente lágrimas en los ojos y un nudo apretado tu vientre. Sientes que tu clítoris arde, palpitando y doliendo .
"¿Qué pasa, gatita? "¿No puedes soportar unos azotes?" Se ríe en voz baja. "Vamos, haz que papi se sienta orgulloso, no querrás decepcionar a toda esa gente que te esta viendo, ¿no?"
Levantas la cabeza y te sientes profundamente confundida, pero entiendes inmediatamente lo que dice. La cámara de su mesita de noche está encendida, una luz roja suave brilla. Estabas tan preocupada que ni siquiera te diste cuenta de que estaba filmando. ¿Pero quién vería esto?
Te devuelve a la tierra con otra nalgada, esta vez en el interior de tu muslo.
"Sí, quiero que te sientas orgulloso." Tú sollozas y te retuerces en su regazo.
Roman deja la regla de madera a un lado y oyes que escupe, sientes su saliva caliente deslizándose por tu vagina palpitante y sus dedos largos acariciando tu clítoris, El placer recorre tu cuerpo y inevitablemente te sientes más húmeda y excitada.
"¡Papí, por favor!" Tratas de salir de su regazo pero él te tira de nuevo y te agarra las manos en tu espalda.
"¿No es eso lo que querías?" Pregunta, de repente deslizando dos dedos dentro tu coño mojado abriéndote, los abre y los cierra como si fueran tijeras. "¿ que te traten como la pequeña zorra que eres? Lo entendiendes ahora, gatita, haré que te corras en mis dedos tanto como me plazca o no".
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
