Me despierto con el intenso olor del alcohol indagando por mi nariz, hago una mueca y abro los ojos, una luz me ciega hasta tal punto de volver a cerrarlos, hasta que siento como el calor que emana de la luz se aleja y abro los ojos por segunda vez; esta vez ya no veo la lámpara, solo veo a una chica que sonríe al verme, a Francesca.
Intento sentarme en lo que supongo que es una cama, pero ella pone una mano en mi pecho en señal de que no me levante, muevo el labio para hablar pero al momento en que lo hago siento un ardor.
Hago cara de duda junto con una mueca.
-Cuando él te golpeo te empezó a sangrar el labio, al igual que tu ceja - dice y se voltea y me da mis lentes rotos - y además rompió tus lentes - dice un poco apenada mientras baja la mirada - no tuviste porque hacerlo.
-Claro que sí, nadie tiene derecho de golpear a una mujer - digo mientras hago una pequeña mueca de dolor, porque al hablar me duele un poco el labio, pero el dolor es soportable - ni tu novio - susurro para que no me escuche.
- Ex novio - me corrige ella con la mirada triste.
- No te pongas triste, él era un patán - digo a lo que ella suelta una pequeña carcajada y me enderezo y le agarro la mano. Le acaricio la mano con mi dedo pulgar, a lo que ella con cada caricia que doy se estremece, como si ella estuviera caliente y yo helado,como si al tocarla sintiera una electricidad, como si estuviera nerviosa. Al parecer escucho mis pensamientos porque quita la mano de la mía y baja la mirada apenada.
Se para y susurra algo que no logro entender mientras se aleja.
-¿Qué dijiste? - digo, pero al parecer ella no me escucho porque se va.
No sé qué hice, pero me gusto sentir su mano contra la mía, sentir otra temperatura ademas de ma de mi cuerpo, acariciarla y saber que ella estaba nerviosa mientras la acariciaba.
Muevo mi cabeza y asi borro esos pensamientos de mi mente, primero tengo que conocerla y saber que es la indicada para esto, para este experimento.
-¡Oye niño! ¡Oye niño! - escucho gritos a lo lejos, como si estuviera a miles de kilómetros de ahí. Y ahí es cuando me doy cuenta que la enfermera está enfrente de mí, hablándome.
- Mande - digo saliendo de mi "trance".
- Ya te puedes retirar a clase- dice mientras me ayuda a pararme, camino hacia la puerta y agarro mi mochila.
- A y por cierto - me habla a lo que me volteo - deja de coquetearle a la pobre chica - me dice a lo que me sonrojo.
- Yo no... esa no er... - digo un poco nervioso y ella me interrumpe.
- Ay enano, no te hagas el que no sabes, llevo 15 años trabajando aquí y me doy cuenta de todo, engaña a otra que no te va a funcionar conmigo- me dice a lo que se recarga en un escritorio mientras cruza la pierna y los brazos y me voltea a ver con toda la razón del mundo.
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¿Sólo un paso? / EN PAUSA
RomanceTodo el mundo sabe que del odio al amor hay un solo paso. Pero... Entonces del amor al odio también? Se supone que si, solo que nadie lo sabe. Un chico muy curioso, que le encanta leer y le llama la atencion la idea de saber ¿que pasaria,sí solo hay...