El bullicio de gente, el ambiente, la música y los nervios hacen que se le instale una sensación cálida en todo el cuerpo al canario nada más entrar en el establecimiento. Va a conocer a los amigos de Raoul... Ay dios ¿y si les cae mal? ¿Serán de la misma clase social que Raoul? El rubio no es nada clasista, pero ¿y si sus amigos lo son? ¿Le juzgarán por ello? Las dudas y la incertidumbre le hacen frenarse de golpe y replantearse la posibilidad de dar media vuelta y volver a casa. ¿En qué estaba pensando? Evidentemente, su mundo no es el de Raoul, no pinta nada conociendo a sus amigos y hablando de mansiones gigantes y coches de último modelo que no podría comprar ni vendiendo sus órganos internos... Ya tiene medio cuerpo volteado cuando algo a sus espaldas le hace cambiar de opinión.
-¡Agooo! -antes de que pueda reaccionar, los brazos de Raoul le rodean con fuerza atrayéndolo contra su cuerpo- qué bien que hayas venido al final
Y le da igual si está fuera de lugar, si está lejos del altar de la sociedad o si tiene que abrirse paso a codazos en el mundo de Raoul, sólo por ver esa sonrisa todos los días no se va a rendir tan fácilmente.
-¿Y ese entusiasmo? -sonríe Agoney correspondiéndole el abrazo
-Que vas a conocer a mis amigos, ¿te parece poco? -pregunta el catalán con una amplia sonrisa
-¿De verdad te hace tanta ilusión? -se muerde la sonrisa el moreno
-Claro, sois mis dos mundos entrando en contacto para, con suerte, crear uno solo y... -empieza a explicar Raoul poniéndose inmediatamente rojo al darse cuenta del verdadero significado detrás de sus palabras- perdona, que se me ha ido la olla
-Qué va, si fue precioso lo que dijiste -Agoney besa la mejilla del rubio antes de dejarle una caricia en la misma zona para tranquilizarle- ¿vamos?
-Va, ven, no te vayas a perder
Dicho esto, Raoul le tiende la mano a Agoney para guiarlo entre la multitud hasta la mesa en la que hay cuatro personas esperando. Pese a que dejan atrás a la muchedumbre y no tienen ninguna excusa para mantener sus manos entrelazadas, siguen aferrándose a la mano del otro. Raoul porque se siente valiente y quiere empezar a enfrentarse a sus miedos, Agoney porque se siente algo abrumado y la mano de Raoul parece darle la confianza que necesita. Un gesto que no pasa desapercibido por los amigos del catalán, que comparten una sonrisa cómplice.
-Chicos, bueno y chicas -sonríe algo nervioso a sus amigas- este es Agoney
-Hola -saluda el canario con una sonrisa tímida a toda la mesa
-Ago, este es Alfred -señala a un chico de pelo rizado adornado con una bandana que le dedica media sonrisa y alza la mano a modo de saludo- el de al lado es Roi -el susodicho asiente con la cabeza y le tiende la mano a Agoney, quien no duda en corresponder el gesto- la de rizos es la leona, pero le puedes llamar Miriam...
-Yasss -ríe la recién nombrada cogiendo a Agoney por el hombro y plantandole dos besos con desparpajo- encantada
-Igualmente -sonríe el moreno con sinceridad, pues la chica le transmite una confianza monumental
-Y la del flequillo es Aitana -informa Raoul a la par que la de ojos verdes imita el gesto de Miriam- cuidado con ella que parece un bebé inocente pero si le tocas los ovarios, se devuelve
-¡Joder, Raoul! -se queja Aitana- se va a pensar que soy aquí un monstruo o algo...
-Tranquila, si ya sé que es un dramático -ríe Agoney
-Vaya, has dicho una frase y ya me caes genial, esto es un récord -reconoce la chica haciendo que Agoney empiece a relajarse
Los amigos de Raoul son completamente distintos a como él imaginaba, nada que ver con niños pijos y malcriados que había imaginado. Son muy agradables y parece que les ha caído bien...
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WHAT'S UP? (Ragoney)
FanfictionAgoney Hernández tiene todo lo que un chico de su edad desearía: buenas notas, buen físico, popularidad... Raoul Vázquez es todo lo contrario: un chico con pocos amigos, despreocupado por sus resultados académicos, solitario... todo un friki según...