Capítulo único.

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Ella me conoce más qué la mayoría, yo también la conozco de la misma manera, se los daños y penas qué me causa quedarme a su lado, sabía perfectamente qué algo simplemente estaba mal, ella...nunca me había querido de esa manera. Todo era cada vez lo mismo, la misma rutina, el mismo acto; un lento y pequeño acercamiento para después ser apartada rápidamente pero a pesar de eso ella no me había alejado completamente. Ella me estaba torturando.

Porque yo la necesito...

Y ella a mí...

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Ese día ella no me quería dejar salir, esto a pesar de qué llevaba semanas recordándole qué hoy iría con mis hermanos para tener una pequeña noche de diversión cómo en los viejos tiempos, ya había pasado un gran tiempo desde la última vez en qué habíamos salido juntos, estos últimos meses me la había pasado al lado de esa chica. Al principio todo comenzó cómo cada vez que pedía permiso para ir con alguna persona qué no fuese ella, era un pequeño desacuerdo qué se había calmado desde qué le prometí ir al siguiente día a su casa y quedarme ahí incluso todo este fin de semana; sin embargo, justo en el momento en qué me comencé a preparar para salir ciertas cosas, cómo las llaves de mi camioneta, habían desaparecido y no podía encontrar mi inseparable sombrero, yo ya estaba comenzando a sospechar de quien podría ser la culpable de este extraño asunto.

La culpable simplemente veía la televisión muy cómoda con mi sombrero en el sofá de la sala, más el día de hoy no era como los anteriores y no pensaba quedarme a abrazarle mientras veíamos una película o serie, está vez estaba determinada a salir y está pequeña gringa no sería un obstáculo, o al menos eso pensaba...

"California, ocupo mi sombrero, ya sabes qué ahorita voy a salir" dije con una voz clara y fuerte mientras me acercaba lentamente con una mirada qué amedentraria a cualquiera de mis hermanos, dando a entender que ya no tenía tiempo para seguir el mismo juego estupido de siempre. Por más qué me estaba ocultando ese hecho a mi misma, esto se estaba volviendo cansado, me estaba hartando de qué siempre sucediera lo.mismo. Ella solo me miró y soltó una suave risa provocando qué una sonrisa capaz de ablandar mi corazón se mostrará en su rostro, se veía tan bella con mi sombrero puesto qué la podría observar por horas sin parar ¡Dios no! ¿En qué estoy pensando?

Tomo sólo unos minutos para que estuviera frente a frente con la chica qué impedía la salida de ese día, había comenzado una pequeña lucha compuesta de suaves manoteos en busca de obtener su sombrero, la mexicana logro exitosamente obtener su sombrero y en su cara se posaba una mueca de satisfacción más al mirar hacia quien ahora se encorvaba frente a mi, bajando la mirada y abandonando la sonrisa qué hacía su rostro verse más bello, ella...ni siquiera me quería ver...

Una sensación llegó hasta mi mente cómo un rayo, yo no me podía permitir hacerla sentir así, verla así me lastimaba incluso más qué a ella. Me comenzaba a sentir incapaz de dejarla...yo, la amo demasiado cómo para poder ver esa mueca de tristeza dominar su hermoso rostro. Y justo cuando comencé a dar pasos temblorosos hacia la salida de la casa, aún con el plan de tener una noche fiestera después de tanto tiempo, justo en ese pequeño fragmento de segundo en qué dudaba mis decisiones, pero tambien justo en el momento en qué intentaba recordar lo que ella me ha dicho, los dulces rechazos qué han amargado poco a poco mi corazón...justo en ese momento ella levantó la mirada descaradamente.

Sus ojos estaban cristalinos, su boca armaba una mueca de decepción, y la forma en qué sus cejas se fruncía solo complementaba su vestuario para el acto de todos los días, el acto tan recurrente de la manipulación. En ese momento yo tenía más qué en claro que ella había comenzado a actuar de nuevo, que estos no eran sus verdaderos sentimientos en su totalidad, mientras sentía un horrible nudo en mi garganta y esa dolorosa opresión en mi pecho podía oír claramente a mi conciencia pidiéndome con desesperación darle un alto a esto para no tener qué ver el final desastroso de está obra, pero también estaba mi corazón gritándome una y otra vez, opacando los hechos con mis irreparables sentimientos hacia ella, haciéndome sentir culpable.

Ella sabía perfectamente lo qué causaba en mi ser con solo verme de esa manera, era algo qué habitualmente funcionaba y me hacía volver a su lado, abrazarla el mayor tiempo posible, pero este día era diferente. Yo seguía manteniendo mis pasos hacia atrás dirigiendome lentamente hacia la puerta, pero directamente a la libertad. Pero entonces soltó su bomba más potente, acompañada con una voz rota pero ni una lágrima en el rostro... "¿Me vas a dejar sola?" Mi cuerpo instintivamente se frenó ante el dolor punzante en mi corazón, mi mirada bajo hacia mi mano que se acercaba de manera desesperada a la manija de la puerta, estaba tan concentrada en salir que no me di cuenta del momento en qué se levanto y se paró frente a mi, notaba en su aura más ira qué tristeza y yo sabía qué nada bueno saldría de esto si no me largaba ya. "¿Por qué no me miras? No soy suficiente ¿verdad?".

Sentía mi corazón latir en mis oídos, mi cuerpo ahora se encontraba totalmente paralizado, yo tenía demasiadas ganas de simplemente llorar, soltar los lagrimas y pedirle qué por fin me dejara ir, yo ya no podía seguir así...ella está jugando siempre con mis sentimientos, en este momento yo ya no sabía qué hacer, y toda esa pequeña burbuja en qué me intentaba ocultar, solo para protegerme de esto otra vez, se destrozado al sentir la mano de la californiana en mi muñeca afianzándose mientras se acercaba tanto cómo para quedar a solo centímetros de distancia y entonces al ver qué mantenía mis ojos cerrados para no caer cómo siempre hago, ella dijo susurrando suavemente "no me dejes sola..."

De un momento para otro la gringa se había acercado tomando la cara de la contraria con una de sus manos hasta hacer qué sus labios se tocaran por primera vez, añadiendo un nuevo acto a está obra tan conocida, sin siquiera darme cuenta ya no estábamos en la puerta, ahora nos encontrábamos en la misma sala en qué inicia todo siempre. Mi cuerpo estaba definitivamente entrando en una especie de buggeo cómo para ni siquiera querer abrir los ojos, aunque en ese momento no me di cuenta de qué...lo hacía para evitarla, no ver nunca ese bello rostro después de una acción romántica cómo está, o en el peor de los casos, que ella me mirase con odio o disgusto; mis intentos cuerdos y racionales fueron destruidos epicamente solo con otro beso tan dulce, no podía olvidar mis sentimientos hacia ella sí California solo sigue aumentando su apego cada vez qué me intento ir, yo...esto dolía.

Sentía las gotas saladas dejando un rastro cálido alrededor de mis mejillas mientras mis labios estaban siendo devorados descaradamente por esa gringa experta en manipulación. Yo ya no sabía qué hacer, más tenía muy en claro cómo se sentía esa opresión en mi corazon y ese dolor de ser incapaz de odiarla.

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2019 ⏰

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"We're not lovers" (BC x California) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora