La antítesis

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       El universo era un lugar curioso, lleno de preguntas que nadie respondía, no solo porque la ignorancia estaba en la esencia de los seres vivos, sino también, porque era más fácil vivir así. Nadie deseaba saberlo todo, ni siquiera el más curioso de los mortales (o dioses). El conocimiento daba gastritis y te hacía perder la razón. Thor siempre pensaba en ello, aunque le parecía necesario entender el porqué de la mayoría de las cosas. Como qué ocurrió con Lady Sif, o quién era la mamá de Hela. A veces —e intentaba no hacerlo—, se preguntaba si Loki de verdad estaba muerto y eso lo hacía colapsar, porque la duda aumentaba hasta cierto punto sin retorno, en el que su deseo por ir tras él era insano. Sin embargo, llevaba un año sin pensar en Loki, o en cualquier cosa de su pasado. Porque Thor había cambiado para mejor, viéndose excelente y olvidando los pensamientos negativos. Tocar fondo era difícil, se esmeró en salir a flote, en bajar de peso y vestir bien. Alejarse le ayudó más de lo esperado, ahora vivía en un planeta desconocido, al que ayudaba de vez en cuando con la delincuencia. Se sentía bien, feliz después de tanto. 
       Esa noche fue igual a las demás, cocinaba en aquella casa que le arrendaron, a cambio de su ayuda. No era demasiada su hambre, esta disminuyó bastante desde el inicio de su dieta, aunque de vez en cuando, mataba por devorar un jabalí. Ojalá alguien se lo cocinara y entregara en un banquete, extrañaba el lujo, debía admitir, pero que bien se adaptaba a lo simple. Loki ya se estaría quejando. El tramposo pelinegro se molestaría, lo admitiría constantemente y cuando parara de decirlo, se le notaría en la cara y en su mala actitud. Oh, Loki. No debió pensar en él, ahora sentía pena. 
—¡¿Hay alguien?! —se escuchó desde afuera—. ¡Thor!
       Thor levantó una ceja ante aquel sonido, ¿quién sería a esa hora? No vivía demasiada gente en el barrio, y él no esperaba visitas. Caminó hasta el pomo de la puerta, girándola suavemente y asomándose con cuidado.
—Eres una mierda —dijo un hombre, de aspecto sucio y aparente frío—. Sé que soy malo, ¿pero dejarme tirado en el espacio? Ni yo sería capaz. 
       Existió un silencio largo entre ambos, lleno de tensión y malos recuerdos, al menos por parte de Thor. El hermoso cielo se llenó de nubes negras, haciéndole comprender a Loki la situación en la que se encontraba. 
—Fuera —dijo, frunciendo el ceño, con una voz áspera y sombría. 
—No lo entiendo, hicimos las paces...
—Vete de mi casa. 
—Fuiste tú quien me dejó en medio de la nada. Tu ira es injusta. 
—¿Qué yo te dejé? —se burló—. Me quedé a tu lado hasta que la nave explotó. No sé como lograste hacerlo, pero una vez más le hiciste honor a tu título. 
       Loki se quedó en silencio, confundido por aquellas palabras. Tenía un vago recuerdo sobre sus acciones, líneas cruzadas entre su cabeza que no llegaban a ningún sitio. 
—¿Cómo me encontraste? —preguntó Thor—. Nadie sabía mi paradero. 
—No estoy muy seguro... —dijo con duda, sin saber qué más responder. 
—Por supuesto —contestó, cerrando la puerta de golpe.
       Loki se acercó rápidamente a la casa, atravesando las paredes de esta, quedando frente a frente con Thor. 
—¿Puedes escucharme? —preguntó Loki, frunciendo el ceño—. ¡Nada de lo que has dicho tiene sentido! Explíca-
—Cállate —lo interrumpió, sentándose en el sofá—. ¿No hay teseractos que robar en alguna parte? ¿O algún ser que te soporte?
       Loki se sentó a su lado, tan molesto como el mismo Thor, lo tomó del cuello de su chaqueta y lo amenazó con una pequeña daga que llevaba consigo.
—Estoy perdiendo la paciencia —dijo irritado—. Sé claro. 
       Thor pudo observar a Loki desde más cerca, intentando buscar marcas en su cuello. Corrió su cabello con cuidado, notando la ausencia de estas.
—Se vio tan real...
—¿Qué cosa? —preguntó, soltando al rubio.
       Thor liberó un suspiro, restregando su rostro con ambas manos, intentando comprender la situación. No sabía si creer en Loki, este lucía perdido, como si realmente desconociera su culpabilidad. 
—Thanos llegó a la nave y te mató, ¿recuerdas eso?
—Déjame cuestionar tus palabras. 
       Thor comenzó a notar los movimientos de Loki, temblaba como si su cuerpo lograra sentir frío. Levantó su ropa, palpando su estomago y pecho, causando incomodidad en el pelinegro.
—¿Qué mierda te pasa? —dijo empujándolo.
—Estás congelado. ¿Te duele el cuello?
—No —dijo, observando el ojo postizo y el cabello largo—. Estas distinto, ¿cuánto tardé en llegar?
—8 años.
       Thor se levantó, dirigiéndose a un pequeño mueble en su pieza, siendo seguido por Loki.
—Eres pésimo haciendo bromas —dijo nervioso, mientras Thor le entregaba unas mantas.
—¿Por qué un jotun sentiría frío? —se dijo a sí mismo, siendo escuchado por el más bajo.
—Quizás estoy defectuoso —respondió—. Lindo ojo, por cierto. Es... exótico. ¿Dónde lo conseguiste?
—De una liebre. 
       Loki sonrío ante la respuesta.
—Ahora entiendo —dijo, sentándose en la cama—, estás drogado. Eso explica el rumbo de esta conversación. ¿Qué tipo ingeriste? En sakaar probé ultiv, vomité sangre durante unos días.
—¿Qué es lo ultimo que recuerdas? —preguntó Thor—. De la nave, cuando estábamos juntos.
       Loki humedeció sus labios, se encontraban partidos y le dolían. Bajó la vista, intentando aclarar su mente.
—Hicimos las paces —dijo.
—¿Algo más especifico? 
—Tuvimos sexo —esbozó una sonrisa—. Duró poco, necesitaban hablar contigo.
       Loki se quedó quieto, mirando a la distancia, buscando en el laberinto de sus recuerdos. Pequeñas luces venían a él, colores borrosos que irradiaban miedo. Escuchó una voz, sintió el lamento de unos cuantos y creyó ver una pelea, pero nada era convincente, nada se mostraba por completo. 
—Y desperté en el espacio... ¿Por qué me dejaste allí? Tuve la suerte de llegar.
       Thor se quedó viendo a Loki, era como si cada intento por superar lo ocurrido hubiese sido en vano. Aquella ansiedad estaba volviendo, la inseguridad de no ser digno como líder, como nada. Su mundo se estaba despedazando y le era casi imposible creer en las palabras del tramposo. De pronto, un grito interrumpió su conversación, algo que provenía desde afuera, a muy pocos metros de donde estaban. Thor llamó a su hacha y voló hasta el lugar, dejando solo a Loki.
       Paró frente a una mujer que se veía aterrada, mirando a un pequeño niño.
—¿Qué ocurre? —le preguntó Thor—. ¿Le pasó algo?
—No... —susurró—. ¿Cómo...? 
       Thor no entendió la situación, pero en medio de la calle notó a unas cuantas personas cubiertas de tierra. Tenían poca ropa, la mayoría en pésimas condiciones. Caminaban rápido, como si buscaran algo en especifico.
—¿Quién es esta gente? —dijo Thor, mientras volvía a ver al niño—. ¿Estas bien? 
—Murió hace un año —habló la madre—. Señor Odinson... ¿Es responsable de esto? Usted es un dios.
—No, yo... No soy ese tipo de dios. 
       Escuchó un fuerte sonido, era la voz de Loki, quien pedía ayuda. Fue volando hasta el lugar, topándose con un sujeto de al menos tres metros, color naranja y sin ropa. Loki lo miraba con asco, desde afuera de la propiedad.
—Dice que es su casa —dijo Loki—. Me echó.
—¡¿El enano es tu amigo?! ¡Me apuñaló en la pierna! —exclamó el desconocido.
—Fue defensa propia —aclaró Loki—. Entró a tu habitación y se acercó a mí. 
—¡Mi habitación! ¡Mi hogar! —dijo irritado—. ¡Fuera de mi casa!
—Disculpe —habló Thor—. Me prestaron este lugar hace un tiempo, ¿está seguro que le pertenece?
—¿Hace un tiempo? ¡Llevo décadas aquí, no te conozco! —gritó por ultima vez, entrando por la puerta.
       Loki se quedó de brazos cruzados, mirando a Thor, quien lucía angustiado.
—¿Ocupar propiedad ajena? ¿Drogas? ¿Cambio de imagen? —dijo el pelinegro—. ¿Mi ausencia te volvió un delincuente? 
—No —dijo, tomando su hacha—. Está pasando algo extraño, debemos irnos.
—¿No vas a sacar tus cosas? —preguntó, mientras seguía al rubio.
       Thor llamó a Loki para que se acercase a él, levantó la stormbreaker e invocó su propio bifröst, causando sorpresa en Loki. Thor tenía una hipótesis sobre lo que estaba pasando y esperaba no estar en lo cierto. Cuando niño, su madre le habló de una leyenda, donde miles de almas escaparían del Hel. Ciertamente, esa era la interpretación para la resurrección de los muertos, quienes se rebelarían ante la injusta muerte, deseosos de una segunda oportunidad en el mundo terrenal. Pero a la reina del Hel no le parecería la idea, y enviaría a Garmr, su fiel perro, en busca de aquellos repugnantes seres, arrastrándolos de vuelta, manteniendo el orden natural del universo. 
       Llegaron a Midgard en unos minutos, buscando entre la oscuridad de la noche aquella anomalía: personas caminando cubiertas de tierra, o con ropa destrozada. 
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Loki.
       Thor no le prestó atención, se quedó mirando entre las oscuras calles, llegando a fijar su vista en un hombre con ropa destrozada.
—¡Thor! —exclamó, cruzando la calle hasta llegar a ellos—. ¿Y Loki...? Estoy confundido, ¿cuándo bajaste de peso? ¿Dónde están todos? Llevo media hora buscándolos. 
       Y esa era la prueba sustancial, Anthony Stark estaba vivo, lo que significaba que su mentiroso hermano también. Se volteó a ver al jotun, abrazándolo como hace tiempo no hacía, pidiendo perdón por la forma en la que lo trató.
—¿Qué ocurre? —preguntó Tony.
—Está drogado —contestó Loki, acariciando la espalda de Thor y alejándose de él—. ¿Te sientes bien?
—Deja de decir que estoy drogado. Ambos murieron —dijo, mientras se movía más de la cuenta, caminando de un lado a otro con notoria ansiedad—. Vengo de un planeta donde pasó exactamente lo mismo. ¡Muertos vivientes! ¡El universo entero está pasando por esto! 
—¿Ok...? ¿Muertos? —dijo Tony, riéndose—. ¿Así que soy un zombie? ¿Cuánto ha pasado? ¿Ya terminó The walking dead? Cambiando el tema, ¿te parece bueno el traer al psicópata?
—Supongo que se refiere a mi —sonrió Loki—. ¿Sin rencores? 
—No lo creo.
—Las hormigas no olvidan, al parecer —dijo, mientras miraba al rubio—. ¿Puedes quedarte quieto?, me estás desesperando... ¿Y esa gente? 
       Tanto Tony como Thor voltearon a ver, al menos 10 personas cubiertas de tierra se desplazaban por allí, desnudas y algo desorientadas. 
—Disculpe —dijo un hombre joven, completamente desnudo—. ¿Tendrá algo de ropa?
—Si lo que Thor dice es cierto, ¿ellos estarían...?  —preguntó Loki.
—Lo dudo —dijo Tony—. ¡Tú! ¿A cuánto estamos hoy?
—24 de enero de 1892, señor —contestó el joven—. ¿Qué ciudad es esta? 
       Tony intercambió miradas con ambos dioses, entendiendo la gravedad del asunto. Thor decía la verdad, algo terrible estaba pasando. 
—La antítesis de Thanos... —susurró Tony—. Lo que faltaba.


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Esta historia está basada en varias series, pero en particular, la serie Glitch y el capitulo 5x15 de supernatural. No es lo mismo en realidad, solo el concepto. Ojalá me la pueda y les guste, besitos besitos chau chau. 

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