Cafetería y Cómics (Minayeon)

7. En cualquier lugar, cualquier cosa

Decir que las dos últimas semanas de la vida de Nayeon fueron maravillosas sería una subestimación horrible. En realidad, fueron las mejores dos semanas que había tenido en mucho tiempo. Ella y Mina pasaban el tiempo juntas después de esa noche en el restaurante. De hecho, todas las tardes de lunes a viernes (excepto martes) se dirigían a su casa con los otros después del turno de Mina en Pinky. Iban a cualquier lugar y hablaban de cualquier cosa, tal vez caminar por las calles, cenar algo o simplemente se sentaban en bancos al azar.

El color favorito de Nayeon era el púrpura, el de Mina el negro. El animal favorito de Mina eran los pingüinos, el de Nayeon eran los perros.

También tenían hermanos y un montón de familia, y Mina era la hermana menor. Nayeon le había dicho que se volvió adicta a los cómics cuando era pequeña y uno de sus primos había dejado un cómic de Superman en su habitación, a Mina le gustaba el ballet y cantar ya que era algo que hacía con su padre de pequeña, aun cantaban juntos de vez en cuando.

Nayeon le contó como salió del armario y Mina realmente nunca tuvo que hacerlo porque de alguna manera sus padres lo sabían.

La mañana después de que habían ido a su 'segunda' cita, Nayeon fue bruscamente despertada por las voces de Jihyo y Jeongyeon, se volvió en su cama y puso una almohada sobre su cabeza para tratar de no escucharlas, aunque fue imposible, tuvo que abrir la puerta de su habitación.

"Minari" Jeongyeon dijo con esa sonrisa de comemierda que tanto odiaba en su rostro "¿Cómo estuvo tu noche?"

"Hmm bien"

"Nayeon..." Jihyo estaba a punto de regañarla, pero fue interrumpida.

"No, Jihyo. Cállate" Se pellizco el puente de la nariz y suspiro profundamente antes de continuar "Le pregunte a Mina si quería tener una cita..."

"¿¡Y!?" Jeonngyeon y Jihyo preguntaron simultáneamente con expresiones excitadas.

"Ella dijo que no" Nayeon dijo inexpresiva mientras mantenía un rostro serio. Sus caras por el contrario cayeron ante sus palabras.

"Por Mi OH MY GIRL!" Jihyo jadeó dramáticamente.

"¿Qué!?" Jeongyeon grito de manera sorprendida, su mandíbula había caído cómicamente.

Nayeon frunció los labios y se cruzó de brazos, pero en el interior estaba disfrutando de ver la sorpresa en la cara de sus amigas. Dejo que estuvieran en sus estados emocionales inestables durante un minuto antes de esbozar una sonrisa.

"Ella dijo que no, porque al parecer era su turno de pedirme una cita..." Nayeon sonrió y observo divertida como los rostros de Jeongyeon y Jihyo mostraban alivio.

"Perra!" Jeongyeon exhaló mientras sacudía la cabeza con incredulidad.

"Bueno, no sabía que actuabas tan bien Unnie" Jihyo felicito.

"Deberían haber visto sus rostros, no tiene precio"

Nayeon le dijo a Jeongyeon y Jihyo los acontecimientos de la noche anterior durante el desayuno, al final de la historia ambas estaban complacidas de que todo saliera bien.

"Necesito verlas juntas" Jihyo exigió.

"Acepto efectivo y cheques" Jeongyeon se echó hacia atrás en su asiento cómodamente, Nayeon tenía una expresión de confusión en su rostro.

"¿Qué?"

"Hablaba enserio acerca de la compensación monetaria por la emoción y el maltrato físico que tuve que soportar por esto" Jeongyeon arqueó una ceja y confirmo con una sonrisa.