Capítulo 7 ~ Cuchillos

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Narra Sophia:

Fue una mañana demasiado tenebrosa para mí, todavía sigo con el miedo de que algo como hoy vuelva a suceder.

Con los chicos decidimos que ya es hora de saber lo suficiente para ese dichoso juego organizado por un espíritu maniático que lo único que quiere es vernos morir. Todavía no sé qué fue lo que le hicimos o por qué mierda reaccionó así con nosotros, ahora moriremos gracias a eso, pero no quiero morir sin antes saber qué fue lo que he hecho, tengo que saberlo antes de que todo esto siga, espero poder lograrlo.

Fuimos todos juntos en la noche a un museo cerca de la casa de Louis para verificar qué tipo de armas podría usar cada uno y saber cómo utilizar esa clase de material, sonará ridículo pero todavía no tengo ni la menor idea de cómo utilizar una de esas cosas de los policías que hacen que te de electricidad. Lo más ridículo es que ni siquiera recuerdo su nombre.

Eran las once cuarenta y cinco, y nosotros estábamos esperando fuera del edificio a que los guardias de seguridad se distraigan y podamos avanzar hacia dentro, aunque será difícil porque la entrada es muy pequeña y si llega a vernos estamos muertos. A Eleanor se le ocurrió usar un perro como carnada, la idea era hacer que el perro corra hacia dentro del museo llamando la atención del guardia de seguridad y nos deje la entrada libre, pero no sabemos si saldrá bien este plan ya que el perro no nos está haciendo caso, en cualquier momento Eleanor explotará gracias al rencor que está guardando por él.

Eleanor: ¡Corre! —le gritó al perro. Éste giró su cabeza hacia un costado mirándola extrañado—. ¡Por amor de Dios, Corre! —dijo ya exasperada.

Louis: Tranquila.

Eleanor: ¡Que me tranquilice en esta situación es lo peor que puedes decirme! —está histérica.

Chloe: Tal vez habría que tratarlo con ternura primero, Elle.

Eleanor: ¿Y tú qué sabes de perros? Nunca has tenido que yo sepa.

Eleanor está demasiado molesta, nunca trató de esa manera a una amiga y mucho menos a Chloe que están juntas desde el jardín de niños, sólo que ella estaba en las salas más grandes pero aún eran amistades, aunque lejanas.

Chloe se levantó del suelo pero antes dejando una media suya recién quitada del pie como señalador del libro, ella siempre usa todo tipo de cosas como para dejar en claro dónde fue su última lectura. Fue hacia Eleanor y el perro, a ella la miró con una ceja alzada y al pequeño con cariño. Se agachó para hacer que él la vea mejor y comenzó a acariciar sus orejas. El perro cedía y disfrutaba de los cariños de mi amiga. En una el perro se le tiró encima, menos mal que era pequeño, aunque no tanto, pero aún así, la derribó. Chloe acostada en el suelo con el perro encima de su pecho, siguió acariciándolo. Eleanor tenía una terrible cara de odio y los demás de ternura, excepto yo que no dejaba de reir, esa escena me daba gracia.

Chloe: Muévete, chico —le dijo. El perro bajó del pecho de Chloe y la miró juguetón—. Bien, ahora tienes que escucharme,—habló mientras se incorporaba—. tienes que correr hacia dentro ¿Me escuchas? —ella tomó el hocico del perro e hizo que acierte con la cabeza, aunque no fue realmente porque ella hizo que lo haga—. Buen chico —acarició por última vez al can—. Ve —El perro salió huyendo hacia dentro del museo.

Chloe mantenía una cara sonriente de triunfo mientras Eleanor sin poder creerlo estaba boquiabierta, mirándola a ella al mismo tiempo con el mismo odio.

Niall fue hacia Chloe con su libro y se lo dio en las manos.

Niall: Buen trabajo, princesa. Tal vez debería regalarte un perro algún día. —los ojos de Chloe se iluminaron, pero luego bajó la vista y tomó el libro con más fuerza.

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