Todavía recuerdo cuando te conocí. Estabas completamente indefenso. ¿Lo recuerdas? Estabas completamente sólo, aislado de toda presencia humana. Tus ojos se veían solitarios, hundidos en la soledad. Incluso ahora sigo pensando en sí realmente la soledad te estaba tratando bien, o, ¿A lo mejor esperabas de forma desesperada alguna compañía humana?
Recuerdo que en ese momento poco y nada me importó. Aunque bueno, éramos niños después de todo.
Eras tímido, pero conseguí hacer que hablaras conmigo. Entonces lo comentaste.—Si hablo, mi papá me pegará...
Eso fue lo que me dijiste. En ese momento sentí la obligación de cuidarte, y, aunque no sabía con exactitud por qué, simplemente acabé convirtiéndome en un apoyo para ti. Ese hombre fue el primer ser humano al que odié en mi vida. Y a una edad tan corta...Jaja, todavía recuerdo a la perfección el día en el que se llevaron a tu papá. Esa vez tomé tu mano y la apreté con fuerza. Quería que te sintieras seguro.
A medida crecíamos iba notando varias cosas acerca de nosotros. Tú eras por naturaleza alguien silencioso, una persona que podía pasar desapercibido si así lo quería. Yo sin embargo era demasiado sociable, hablaba y corría por todas partes. Pero bueno, los polos opuestos se atraen, eso es lo que dicen.
Y la cosa no cambió, ni si quiera cuando me di cuenta de que más que como un amigo, estaba completamente enamorado.Cuando estábamos por entrar a secundaria fue cuando me harté de ser considerado sólo un amigo. Me encontré con la bella sorpresa de que mi amor era plenamente correspondido.
La mayor bendición que pude haber recibido fue el primer beso que me diste. Cada abrazo que recibí de tu parte, amaba cuando salíamos del colegio y podía abrazarte mientras caminábamos. Tú sólo sonreías levemente mientras que yo dejaba salir toda la luz y las buenas vibras que llevaba.
Aveces te sentabas a mi lado, en silencio. Y con eso bastaba, era feliz con simplemente saber que estabas conmigo.Cuando formé aquella banda con Yagi y Kashima, me di cuenta de lo mucho que amabas la música. Aveces te escuchaba tararear una canción, siempre el mismo ritmo.
No soy tan estúpido acerca de lo que pasa a mi alrededor, ¿Sabes? Era perfectamente consciente de lo mucho que adorabas la música. Tu voz era hermosa, lo notaba al escuchar simplemente aquella voz en bajos volúmenes.Todavía recuerdo la primera vez que tuvimos relaciones sexuales. Aunque al inicio se te veía silencioso e inexpresivo, podía notar la ilusión y el brillo de tus ojos. Me mirabas con un sentimiento tan puro y hermoso que conseguía cautivarme completamente. Me confiaste hasta el último detalle de tu cuerpo.
Pasamos toda una vida juntos, ¿Sabes? Yo realmente quería pasar el resto de nuestras vidas juntos. Soñaba con ponerte un anillo en aquel dedo tuyo. Un anillo que brillara, en el cual pudiera grabar lo mucho que significas para mí. No tendría mucha vergüenza de arrodillarme entre tanta gente para ponértelo. Estaba completamente dispuesto. Pero entonces eso fue lo que pasó.
—"¿Morirías por mí, entonces?"
Esas fueron las palabras que salieron cruelmente de tus labios. Estaba de espalda, acabábamos de discutir. Sé que fue culpa mía, no puedo perdonarme. Lo siento, realmente no era consciente de lo mucho que te estaba dejando de lado debido a mi amor a la música. Sabía lo mucho que lo amabas y aún así ni si quiera intenté involucrarte en ese tiempo que pasaba tocando la guitarra. Fue egoísta, lo sé. Estoy perfectamente consciente de que lo fui demasiado.
Esa vez no volviste a hablarme. En ese tiempo colapsé completamente.
Fue toda una vida juntos, el no tenerte cerca, ¿Tienes idea de lo devastador que se sintió? Dolía, dolía demasiado. Fue una discusión de pareja como la que la gran mayoría había tenido alguna vez. Pero aún así...Para mí era realmente un asco. Sentía una presión horrible en el pecho, algo de lo que era incapaz de escapar. Me estaba ahogando a mí mismo en mi propia desesperación."Fue mi culpa".
"Fue mi culpa".
"Fue mi culpa".
Eso era en lo que pensaba en todo el tiempo. A la vez que recordaba una y otra vez las palabras que me dijiste.
Una pregunta como esa...Era realmente cruel.
Aunque más cruel fui yo al creer que estabas bien, sabiendo lo mucho que adorabas lo que yo hacía.Mi propia desesperación fue irresistible. Comencé a beber todo lo que contenía alcohol a pesar de que sabía la poca tolerancia que tenía yo en ello. Mi lógica fue, "Si muchas personas consiguen desahogarse así...¿Por qué yo no?".
Sentía la soledad rodearme y las ganas de morir aplastándome lentamente. Te había lastimado aunque me había prometido jamás hacerlo. Aunque me había prometido únicamente hacerte feliz, y que la única vez que te haría llorar sería por felicidad.
Sabía lo difícil que era expresarse para ti. Te conozco desde que éramos niños, después de todo. Conocía cada detalle tuyo, aunque sea físicamente porque recién ahora me doy cuenta de lo arrogante que fui, de que en realidad no te conocía tanto como yo juraba hacerlo.
Y entonces...Aquella pregunta volvió a rondar por mi cabeza.
—¿Morir por ti...?
Me pregunté en voz baja cuando estaba en aquel departamento. En ese momento, me recordé de aquella cuerda que había comprado alguna vez.
Mis manos temblaban, yo realmente tenía miedo de la grandísima estupidez que estaba por cometer. Sabía perfectamente de que una vez más volvería a fallarte y de una vez te dejaría completamente sólo.Perdón.
Perdón.
Perdón.
Perdóname...Mafuyu Sato.
—¿Que si moriría por ti? Tú...Realmente eres un idiota. A pesar de que te lo dije...Que no puedo vivir sin ti...—Y entonces coloqué mi cabeza entre aquella cuerda, la cual se hallaba atada a una de las vigas.—Yo moriré por ti las veces que sea necesario.
Entonces, salté. Comencé a sentir la desesperación de no respirar como era debido, de que me faltara el aire.
Pero por sobre todo...Escuché tu voz.
—¡Yuki!~—Me habías llamado. Mi cerebro me había fallado, reproduciendo esa voz en mi mente. Entonces...Lo volví a recordar. El calor de tu cuerpo, lo reconfortante que eran tus abrazos y tu cálida presencia aunque estuvieses en un frío silencio.
Además, todavía no terminaba de escribir la canción que tenía planeada para ti.
Esto...Esto está mal. Esto está muy mal. Necesito salir de éste lugar. Necesito hacerlo.
Necesito ver a Mafuyu...
Pero fue demasiado tarde. Una última lágrima repleta de amargura salió de mis ojos y recorrieron mis mejillas a la vez que daba mi último respiro.
Te volví a fallar. Perdóname. Tú...Te mantuviste en mi mente hasta el final. Te amé hasta el final. Y estoy completamente seguro de que seguiré haciéndolo aún cuando ya no exista en este mundo.
Ah...Maldición...Los ramens instantáneos que pedí ahora no serán más que un desperdicio de dinero.
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❝Testimonio de quien murió por amor❞. - Yuki Yoshida. •.°(Given)°.•
FanficTu dulce voz estuvo en mi cabeza incluso cuando di mis últimos respiros.