La Habitación De Moomin ~ Fictoberfest

26 Baile

Moomin debería estar divirtiéndose ahora mismo. Debería disfrutar de la fiesta al igual que todos además tienen que prestarle todo su atención a Snorkmaiden quien trata de que solo se fije en ella pero en vez de prestarle atención a su novia su atención va dirigida solamente a Snufkin aunque no es solo a Snufkin, sino también a su compañera de baile, Alicia.

Su mirada expresa angustia que no se ha tomado la molestia de disimular pues Snorkmaiden ya ha notado esto y le pregunta que es lo que le sucede obteniendo la misma respuesta de siempre que es - Todo esta bien, estoy bien - miente descaradamente y ella lo nota.

Snorkmaiden algo preocupada le dijo que si podían irse a su casa si es lo que quiere pero Moomin se negó pues no quiere perderse cada detalle de lo que hacen esos dos. Este comportamiento solamente preocupa más a Snorkmaiden pues ella no lo entiende pero sabe que algo no está bien con Moomin.

Por su parte Moomin sigue viendo a ratos como sus amigos bailan juntos. No puede evitar sentirse mal por esto aún sabiendo que no hay nada de malo con esto después de todo debería estar feliz al ver a su amigo disfrutando una fiesta y no sintiéndose incómodo de verlos juntos.

-Esto es a lo que llaman celos -se pregunto internamente.

Pero exactamente por qué se siente de esta manera, si Alicia es una buena amiga que aprecia mucho y Snufkin es su mejor amigo, y siempre quiere lo mejor para él, entonces cual es el problema. El problema es Snufkin o es Alicia, nunca antes le había molestado que alguien más estuviera a su lado y con Alicia sucede lo mismo, solo cuando se trata de ellos. No es la primera vez que Snufkin baila con alguien más hasta hace un rato estaba bailando con Little, aunque con ella es otro asunto piensa.

Lo que sea este sentimiento no le agrada en lo más mínimo, tal vez debería ignorarlo.

- Snorkmaiden, ¿quieres bailar? - le ofrece su mano para que lo siga hasta donde los demás bailan, Snorkmaiden duda un poco pero al ver a su querido Moomin sonreírle de una manera tan tierna que no puede rechazar lo.

-Si- y toma su mano con alegría.