Capítulo 6

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Algunas cosas realmente nunca cambian.

Lauren la vio durante unos segundos, pero no la miró. Todo estaba tan callado. Ninguna se atrevía a decir una palabra.

- ¿Cómo vas con la guitarra?- preguntó Camila. Lauren se dio la vuelta para sonreír.

- Bien.. supongo- Ella había aprendido apenas hace un año; Camila le había enseñado, y Lauren estaba más que dispuesta a aprender si es que ella era la profesora.

- ¿Algo en especial que quieras mostrarme?- preguntó ella levantando una ceja. Lauren negó con la cabeza.

- No realmente, ayer fue la ultima vez que intenté hacer algo, pero no encuentro a nadie que me robe la inspiración- mintió. La inspiración era lo que le sobraba; lo que le faltaban eras palabras para describir lo que sentía al tenerla cerca.

- Quizás deberías buscar a alguien- le contestó ella un tanto decepcionada. No lo mostró: nunca lo hacía. Pero Lauren la conocía como para saber que no había quedado satisfecha con su respuesta.

- Quizás, nunca se sabe..- rió ella- Hey..

- ¿Qué sucede?- la miró ella.

- Acabas de llegar.. pero.. ¿vamos a la playa mañana? Taylor, Alexa, Harry, tú y yo, como en los viejos tiempos- sonrió Lauren- el año pasado casi no fuimos a la playa, ¡vamos! será divertido.

- Supongo que me encanta la idea- admitió ella. Lauren sonrió aliviada. Últimamente le costaba mucho decir las cosas.

- Camila..- musitó ella. Y ahí venía. La confesión. Se lo iba a decir. Estaba a punto de decírselo; tan a punto que por fin comprendía cuando las personas decían "lo tengo en la punta de la lengua". En ese momento le diría todo. ¿Estaba dispuesta?

- ¿Qué sucede?- preguntó ella riendo. Se preparó mentalmente, suspiró unas diez veces, y contó otras diez veces hasta el diez.

- Uhm... -comenzó nerviosa- Lleva traje de baño mañana, hará calor..- musitó finalmente, sin atreverse a decir otra cosa. Ella comenzó a reír a carcajadas.

- Por supuesto que sí, Lauren.- le dijo ella. Como amaba la manera extraña de hablar de aquella chica. ¿La extraña manera de hablar? Amaba a Lauren.

Las jóvenes se quedaron allí durante un buen rato; sentadas en un sin fin de colores, enamorándose cada vez mas, ignorando el amor la una de la otra. Hablaban y reían; Lauren se enamoraba cada vez más con la risa de Camila, y ella no podía dejar de pensar que la risa de la chica era el sonido más espectacular del planeta entero.

Lauren la miraba pensando que hacía que las estrellas envidien sus ojos; y Camila la miraba pensando que hacía que sus ojos sean envidiados por las estrellas. Pensaban lo mismo la una de la otra, pero como suele pasar, nunca se dieron cuenta, porque eran nada más jóvenes; tontas, estúpidas, y ciegas jóvenes, que no ven lo que tienen por debajo, si no lo que tienen por encima; jóvenes, adolescentes, y enamoradas. Era el peor trío, pero el más hermoso.

Se levantaron de la banca al atardecer; horas y horas hablando, sin nunca cansarse, sin nunca pensar que la otra se aburriría, sin tener un tema del que hablar, pero hablando de todas maneras, y es que a veces no bastaba con decir una palabra, si no con una mirada.
Y así caminaron hasta la casa de cada una, esperando que sea el día de mañana para volver a verse.

Lauren acompañó a Camila hasta su casa, como solía hacerlo cada vez que salía con ella. A lo lejos veía a su hermana y a Alexa hablando con unos chicos. Achicó los ojos y reconoció a Dan, el chico bajo que vivía a la vuelta de la casa. No lo veía desde el sábado, pues había salido.

- ¿Estás segura que vas a entrar? allá esta Dan, ¿quieres ir a saludarlo?- la chica dudó durante un rato. No le molestaba saludar a Dan; pensaba que era un chico realmente agradable y siempre se comportó muy bien con ella, pero no era el querer ir a saludarlo, si no pasar mas tiempo con Lauren.

- Creo que a mi abuela no le molestará, espera un poco- le dijo. Lauren asintió con la cabeza; y sin importar el frío que hiciera, se quedó allí esperando mientras la chica entraba a casa. La abuela estaba sentada en el sillón mirando tele. Ella le sonrió divertida.

- ¿La novela?- preguntó alzando una ceja.

- ¿Con quién andas a estas horas?- preguntó la anciana.

-Con Lauren-respondió ella. La abuela sonrió. Encontraba a Lauren una chica extremadamente tierna e inteligente, y además Lauren le había confesado a ella lo linda que encontraba a Camila. Otra más que sabía del amor entre ellas. Y como dije antes, no le importaba la condición sexual.

- ¿Saldrás de nuevo?

- Sí, te venía a avisar, para que no te preocupes..

- Mientras andes con Lauren, todo bien- le sonrió la abuela- dime una vez, tan solo una vez que yo le haya pedido a esa chica que te cuide y no lo haya hecho.

- Nunca abuela- se sonrojó Camila. La abuela asintió.

- Cuando te venga a dejar, como siempre lo hace, dile que me pase a saludar.

- Esta bien.

- ¡Anda rápido! mira como se está congelando la pobre ahí afuera- miró por la ventana divertida. Camila rió a carcajadas y salió por la puerta. Ahí Lauren se encontraba esperando por ella.
- Listo- musitó Camila. Lauren le sonrió y puso su brazo alrededor de su hombro, miró hacía lo lejos, y ¿qué era lo que veía? Dan ponía tiernamente el brazo encima de su hermana. No podía ser.

Lauren amaba con todo su corazón a Dan, amigos de infancia, pero sabía como era él. Así como abrazaría a su hermana y la ilusionaría, pues entonces también la dejaría botada al otro día llorando como pasó con otras chicas.

- ¡Camila!- Dan miró a la chica contento y se acercó para saludarla- ¿cómo estás? hace años que no te veía

- No exageres- rió la chica.

- Dan ¿podemos hablar?- preguntó Lauren. El chico asintió rápidamente mientras se alejaban hasta el rincón de los dulces. Lo llamaban así porque hubo un tiempo en el que era una dulcería; y tenía unas escaleras en las que se sentaban a hablar toda la noche. Pero un día dejaron de vender, y el lugar estaba prácticamente abandonado. - ¿qué hacías abrazando a Taylor?- le preguntó levantando una ceja, con el ceño fruncido. Las chicas estaban lejos, no podían verlos.

- ¿Qué hacías tu abrazando a Camila?- preguntó Dan.

- Pues es mi amiga, la abrazo si es que lo quiero.

- Taylor también es mi amiga, y la abrazo si es que así lo quiero- se dio la vuelta para caminar. Lauren lo agarró fuerte de la polera dejando sorprendido al chico; si había algo que le molestaba era que se metieran con su hermana.

- Dan, tú llegas a ilusionar a mi hermana para luego romperle el corazón, y yo te rompo la cara en mil pedazos, ¿escuchaste? somos muy buenos amigos, y puedes tener a cualquier chica si quieres.

- ¿Puedo tener a Camila?

Una Simple Canción De Verano. -EDITANDO- (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora