Y nuevamente pasaron varios meses, pasó Navidad, seguidamente el año nuevo. Ya había llegado el año 2020. Se acercaba el día de la feria, estábamos en la fase final de nuestra nanotecnología. Nos preparamos mucho, expusimos y ganamos las eliminatorias en Lima. El proyecto estaba perfecto.
Pasaron los días, el encargado del área de ciencias nos dijo que la semifinal y final serían en Francia, pero solo yo sabía hablar francés, entonces solo me mandaron a mí. Me puse muy triste, porque Gaby no iría conmigo, no le había escrito por 1 día porque necesitaba un nuevo chip para el internet móvil, al parecer estaba muy preocupada por mí y que no le haya respondido no la dejaba estar tranquila; eso me hizo sentir mejor.
Al regresar a Lima, fines de enero, no le dije nada sobre el proyecto para darle una sorpresa. ¡Habíamos ganado! ¡Obtuvimos el primer lugar! Nuestro esfuerzo fue recompensado, nos alegramos demasiado, y le conté que nos querían en varias universidades extranjeras por nuestro proyecto y nos dieron ideas para hacerlo mejor. Y así, acabó enero.
En febrero, acepté que estaba completamente enamorado de ella; antes pensaba que solo me gustaba demasiado, pero me puse a pensar y resulta que desde el principio estuve enamorado de aquella chica delgada, de piel blanca, ojos claros y de cabello negro que vi un año atrás.
Como todos sabemos el mes de febrero, es el mes del amor y de la amistad. Donde tú sientes amor y ella/él amistad, no mentira; ese pensamiento también tenía yo, hasta que algo inédito pasó…
Lo recuerdo a la perfección fue un 13 de febrero de 2020, había ido de paseo con mi primo y su amigo a su casa en un club. Fue en la noche cuando hablé con Gabriela, y en tanta habla llegamos al tema sobre quien le gustaba, para ese entonces estaba soltera. Yo quería saber, obviamente, y aquella persona misteriosa era yo. Yo pensé y grité en mi mente: ¡Soy yo! ¡Le gusto! En ese preciso momento empezaron a correr lágrimas de alegría sobre mi mejilla. Después de tanto de hablar del tema y desde cuando le gusto, fui a dormir; eran las 2 de la madrugada, esa fue la mejor siesta que tuve en años.
Al día siguiente fue 14 de febrero, el día de San Valentín, la pasé sin Gabriela, a pesar de la declaración que me hizo, pero por coincidencia nos encontramos en la calle, estuve muy avergonzado por lo que dijo la noche anterior, pero antes de irse me dio un beso en la mejilla y se fue corriendo, no pude decir nada, pero estaba decido en algo. Y así llegamos a la noche siguiente; el viernes 15 de febrero, el día definitivo.
Fuimos Gabriela y yo a avisar y agradecer a la academia que teníamos entrada libre a unas universidades en Europa y que ingresaríamos a una de ellas, ese mismo día estaba decidido a preguntarle si quería ser mi novia; el día anterior y ese día, solo pensaba como podría decirle, que palabras utilizaría; pero los nervios me invadían desde la punta de la cabeza hasta los dedos de los pies. Al salir, nos fuimos juntos, y llegó la noche que me cambió mi vida.
Al estar cerca a la puerta de salida, me detuve y la llamé para hacerle la pregunta; estaba ahí, en frente de ella, muy nervioso, no supe que decir solo preguntarle directamente; estaba demasiado rojo, con la mirada hacia el suelo y tratando de no decir algo mal y dije lentamente: ¿Quieres ser mi novia?
Ella con una tierna sonrisa y seguridad dijo: Sí, estaba esperando eso desde ayer. Al escuchar eso, me quedé en blanco, no me movía, pero estaba tranquilo, al ver eso ella dijo: ¿Qué haces? Vamos, no te quedes quieto. Tomó mi mano y nos fuimos. Nos sentamos en una banca, en un parque, estábamos solos. Y no pude resistirme más… y la besé. ¡La había besado! ¡No me lo puedo creer!, pensé.
Aquel tierno beso fue lo mejor que me pudo pasar; sentía su respiración, sus labios rosaditos, suaves, hasta sentía como latía su corazón; nunca olvidaré ese momento…
Y hasta aquí llegó esta parte de mi vida como adolescente, sentir un amor incomparable, fue y es lo mejor que alguien puede experimentar… lo siguiente a este suceso se los dejo a su libre imaginación.
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La noche que me cambió la vida
RomanceEste es un cuento corto de romance con 3 partes, donde puedes ver lo que el destino puede hacer por ti, y que puedes tener una vida feliz, si lo deseas.