The Neighbor pt.2 »jhs

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[Continuación]

¿Se había esfumado? Ni idea, probablemente.

La chica de al frente no parecía dar señales de vida.
No entendía por qué aún seguía dándole vueltas al asunto, o probablemente sabía por qué lo hacía, sólo no quería admitirlo.

Quizás no debí haberme asomado por la ventana luego de la transmisión y mirar hacia la de ella, pero vamos, que han pasado tres putas semanas y ella no aparece, no era para tanto.

Joder ¿Tan avergonzada estaba? bueno, que yo también lo estaba cuando descubrí que era una mirona. Fue extraño la primera vez, apenas si le di importancia, pero luego me di cuenta que de vez en cuando se quedaba mirando a mi ventana mientras me cambiaba tras ducharme, la vi en el reflejo del espejo de cuerpo completo en mi cuarto. No me avergonzaba mucho que alguien me mirara semi desnudo, sabía que no podía verme completamente pues la altura de mi ventana debería impedírselo. Eso supuse, y eso fue lo que hizo detenerme a pensar si debía decirle algo, denunciarla por acosadora, o solamente increparla, pero no, su atención me gustaba.

Al principio la encontraba una chica común, de la despistadas y bajo perfil, pero de todas formas una chica guapa. Con el tiempo empecé a sentir algún extraño tipo de atracción hacia ella, algo me hacía desearla, y a ratos me ponía a pensar en la posibilidad que ella se atreviera a tocar mi puerta, o alguna señal de interés más directa, pero claro que eso no sucedió.
Quería tener mas de su atención, y así fue que pensé en abrir una cuenta en una de esas páginas donde las personas transmitían su intimidad por cámara web.

Pensé que si le gustaba verme por la ventana, tarde o temprano se enteraría de que me masturbaba frente a una cámara, sí que sonaba extraño pero no quise pensarlo demasiado para no arrepentirme, sólo debía asegurarme de no mostrar mi rostro por seguridad y en tener un nombre de usuario relacionado con mi vida cotidiana, algo que sonara como mi usuario de YouTube.

Recién a las dos semanas de transmitir, comencé a tener fama dentro de la página, y aunque solo quería encontrarla a ella entre mis espectadores, cabe decir que el ingreso extra de dinero lo hacía todo más divertido.

La había encontrado... ¿o me había encontrado ella a mí?

Su usuario era casi tan obvio como el mío... InvisibleGirl, hasta sonaba un tanto tierno. Debía admitir que todo este extraño jueguito me estaba haciendo pensar en ella todo el día pese a no conocerla en absoluto, que ni siquiera sabía su nombre, era un puto enfermo.

Todo había ido de maravilla, hasta que durante una de mis transmisiones pude sentir unos lejanos ruidillos extraños que llamaron mi atención pero por estar transmitiendo no quise investigar.

Al terminar estaba tan jodidamente acalorado que me acerqué a la ventana para recibir el aire fresco que corría por las calles silenciosas, y pude oír los mismos ruidos de segundos atrás, mucho más leves, miré hacia al frente y pese a que sólo brillaba la tenue luz de un monitor, pude ver su silueta acompañada de lejanos suspiros agitados. Me quedé allí unos momentos, cuando de entre las blanquecinas y delgadas cortinas se asomó una cabeza. Era ella.
Las luces amarillentas de las calles apenas si lograban iluminar la punta de su nariz, podía escucharla respirando por la boca. Me quedó mirando unos segundos, quizás pensó que yo no la vería por la oscuridad, y pese a que estaba todo oscuro a su alrededor, su monitor delataba su silueta en la ventana, le sonreí como cualquier vecino haría, y luego me volví hacía mi habitación.

No volví a verla, por semanas enteras, ni siquiera durante las transmisiones, a menos de que se hubiera cambiado de usuario, lo que encontraba poco probable. Seguido me asomaba por mi ventana en caso de que pudiera verla en su habitación dando vueltas, o espiandome como solía hacer.

EROS 𓂉  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora