En La Casa. [NAM x JIN]

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¿No es tan grave andar con tu profesor, cierto? No, no es malo, vamos... Quitando de lado los hechos de que está casado, y que solo te mira como objeto sexual... No, no es tan grave.

Eso mismo se decía todos los días Aime, la mejor amiga de Maru. Aime, la ¨novia¨ del profesor de inglés, JiMin.

Para resumir las dolorosas situaciones de estás dos muchachas, dire en pocas palabras, una llora por su padre, nuevamente. Y la otra, llora por un hombre que la mira como segunda opción.

A Maru nuevamente le habían gritado que sus sueños eran tontos, falsos. Sus padres habían vuelto a decidir por ella, habían menospreciado su opinión como si no tuviera valor ni importancia. Ella había comprado un violín, costoso, había ahorrado mucho por ello y ya sabía tocarlo gracias a los clubs de su escuela, pero quería uno para poder perfeccionar su toque.

Y su padre, a su padre no le importo el esfuerzo que su hija hizo al trabajar todos los días después de la escuela para conseguir su violin, el en tan solo verlo se enfado tanto, que lo rompió lanzandolo por la ventana.

Y con Aime, las cosas iban igual de mal. Su ¨Novio¨ entre comillas, si es que así se le puede llamar, la había lastimado de nuevo. Ella se sentía terrible, lo que primero inció con un sueño, como un deseo, se convirtió en una pesadilla, en un deseo de borrar todos sus pensamientos de su mente.

Porque, ¿Quién le dice a JiMin que no puede ignorarla después de haber tenido sexo con ella? ¿Quién le dice a JiMin que no puede llamarle alumna cuando hace una noche le llamaba amor entre gemidos?

Estas dos chicas, mejores amigas, encuentran consuelo entre si. Se apoyan, se enorgullecen cada vez que la otra hace algo bien, están juntas en los peores momentos, se quieren, y siempre se dicen que aunque no todo esté bien, siempre estarán juntas.

Las dos se encontraban llorando, pero siempre es mejor llorar en compañía. Siempre encuentran comprensión por parte de la otra. Llorasion colectiva, como le llama Maru.

- No... No entiendo. ¿Qué hay de malo en querer destacar?, ¿En ser idol?, ¿Por qué le enfada tanto mis sueños?, ¿¡Qué no sabe el significado de respetar!? - Gritaba Maru, algunas lágrimas brotaban por sus ojos, aunque su coraje era mayor que su tristeza, mientras golpeaba con sus botas la pared. Quería desquitarse con algo, quería que aquel coraje que sentía se desvaneciera. Estaba enojada. No entendia a su padre, nunca lo entendió, parecía querer pelear con alguien todos los días.

- ¿Po...Por qué no me quiere? ¿Qu..Qué hice mal?, ¿Tan bas... tan basura soy?... - Lloraba Aime, mientras alzaba sus anteojos para limpiar las innumerables lágrimas que brotaban por sus ojos. Se sentía tan vulnerable, tan pequeña e inútil.

- ¿¡Qué!?, el basura es él, no tu. No quiero que le dediques ni una sola lágrima. -

Maru fue a abrazarla, pero, ¿No les ha pasado, que cuando alguien los abraza, lloran aun más? Eso mismo le paso a Aime. Desbordo por sus ojos un montón de lágrimas. No sabía que le dolía más, el corazón, o los ojos. - Yo... ¡Lo necesito!, él dijo amarme... - Lloraba, abrazando su libreta de la materia que el impartía, libreta que atrás contenía una fotografía de JiMin. Y pues si, separarte del chico a quien le entregaste tu primer beso, y tu virginidad no es fácil.

Pero Maru no pensaba igual, para ella, el primer beso se lo das a tu madre, beso, sea en los labios, mejilla, frente, donde sea, es un beso. Y la virginidad, para ella no existe, solo es un mito. Para Maru, su amiga merecía un príncipe, un rey, no un JiMin. Ella se sentía con impotencia de ir hacía JiMin y golpearlo, para desquitarse, y para mostrarle que no debe jugar con su amiga.

Maru miro a su amiga. Tomo entre sus manos aquella fotografía que Aime tenía de su profesor.

- Amiga, date cuenta... -

- Que ese vato vale verga. - Y sin esperar más, rompió la fotografía de JiMin.

Él problema, es que Aime aun no se da cuenta que ese vato vale verga.

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