Stupid

Imperfect

Resulto que tanto Lenna como su novio no habian ido a parar demasiado lejos en su auto.
La policia, luego de que la madre de Lenna reportara su desaparicion dos noches atras, los detuvo en una gasolineria, a dos mil kilometros de su ciudad, regresandolos.
Pasaron varios dias en los que Lenna y su madre no se dirigian la palabra. Lenna se mantenia rigida ante su plan de escape fallido con el supuesto amor de su vida, y su madre hizo lo que toda madre haria. Salvar a su hija de una idiotez si era necesario.
Un dia, durante la cena, ambas comian calladas, como siempre.
-Hija, ya no puedo seguir asi. ¿Cuantas veces vas a seguir dandome la contra?- Pregunto su madre agonizandose. Lenna solto el tenedor y se cruzo de brazos, recta. Mantenia la mirada fija en su plato de pasta.
-Hay algo que quiero mostrarte, hija - Respondio su madre ante el silencio de su hija. Lenna alzo la vista, curiosa, mientras su madre se levantana y desaparecia al cabo de unos minutos. Regreso, de su habitacion, con un sobre viejo y arrugado.
-Aun lo conservo- Murmuro con impaciencia. Lenna fruncio el ceño. Su madre abrio y saco un amarillento pergamino y lo desenrollo. Por primera vez, desde que Lenna tenia memoria, habia visto a su madre sonreir embelesada.
-Es la primer carta que mi madre me envio luego de que hui de Francia, en el cuarenta y dos - Aclaro susurrante.
Lenna, ahorrandose todas las preguntas, dejo que la leyera.

"¡Bon suar! Si aun has conservado tus raices, el correo inhabitual te parece complicado de entender, hija.
Tu madre y yo, poco despues de que huiste en el barco, escapamos a Portugal. Un ferrocarril nos dio la data, estamos a salvo ahora.
Mañana veremos si podemos abordar algun bote a America desde el puerto Gumpsterdan.
Estoy rezando, con toda la fe que puedo darle a dios, para que estes a salvo, mi niña. No puedo dejar de pensarte ni llorar cada vez que lo hago.
Las circunstancias son las peores que te pude haber dado, pero mi madre me dijo una vez, que una madre es capaz de sacrificarse a si misma por sus hijos, y ruego por que en ti y en mi hija, los roles no pasen.
Te amo y extraño tanto, mi pequeña. Si esta carta llega a tus manos, no me respondas, todos los medios de comunicacion judia han sido destruidos, y las debiles comunicaciones via telefono estan siendo interferidas. Los militares se expanden como moscas. Aqui corre el rumor de que mañana invadiran Toru. Si es asi, quiza sea la ultima vez que te escriba.
Nunca olvides que te amo, mi hermosa nieta.Siempre te he amado y lo hare, mantente segura y nunca dejes de hacer lo que sea la razon de tu felicidad"

-Fue la ultima carta que mi abuela me escribio- Dijo tras terminar. Lenna no se habia dado cuenta que su madre habia estado llorando, y que ella tambien lo estaba. Un nudo en la garganta se le habia formado.
Abrazo a su madre, sollozando, y se apresuro a pedirle disculpas sin parar.
Debemos medir nuestras acciones fomentadas sobre otros.