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Por la puerta entró Lan Xichen y Lan Qiren, este último casi escupiendo sangre al ver a aquel joven que aceptaron por petición del líder de secta Jiang, amarrado con la cinta de frente de su sobrino. 

Por su parte Lan Xichen se quedó en blanco. Todos habían amanecidos muy preocupados porque Lan Zhan no estaba en ningún lado, no le quedó de otra más que mostrarle el camino a la cabaña a su tío. Estaba feliz de ver a Wangji a salvo, pero la escena era simplemente extraña.

Apenas entraron el olor a feromonas se hizo presente. Cada minuto la situación empeoraba. 

-¿Que demonios sucede aquí?- dijo el mayor.

Wangji hizo una reverencia grande, y dijo - Lo siento-

Wuxian temió inmediatamente, algo en su reacción le hizo saber que diría lo sucedido aunque segundos antes acordaron que fuera un secreto. Sin más opción intervino. -Wangji no te disculpes, maestro Lan Qiren, y próximo líder Lan Xichen, el que debe disculparse soy yo. Estaba fuera de Cloud Recess cerca de la hora del toque de queda, Lan Zhan salió a avisarme que entrará ya, hice caso omiso, y no pudimos regresar, venimos a esta cabaña a pasar la noche. Pero de forma de castigo y temeroso de que fuera un peligro para un joven omega fui amarrado con lo que tenía, y en mi incomodidad rompí la madera, pero no pude liberarme, y justo ahora me desamarraba para volver- Wangji estaba impresionado por la facilidad del otro para mentir. 

-¡¿Y ese olor en la habitación?!- dijo Lan Qiren molesto.

-¿Que olor?- dijo Wuxian sin entender nada, pero entonces recordó que los omegas y alfas dejan feormonas tras su celo. -Oh, lo siento, soy un beta no soy capaz de percibirlo, solo supe que el joven Lan tuvo temperatura, y tomó ciertas hierbas y luego se calmo, no lo había asociado- dijo rascándose la cabeza.

-Wangji ¿Es eso cierto?- pregunto Lan Qiren aún esceptico, a lo que Wangji repondió con un simple y serio - Mmmn, es cierto-. Wangji nunca había mentido, de hecho sentía su latir acelerado, pero su rostro no mostró cambio alguno, al menos no para el resto, pero Lan Xichen sabía que pasaba algo, pero lo hablaría a solas con él en otro momento. 

Lan Qiren aceptó dejar el asunto ir de mala gana, regaño a Wangji por usar su cinta de esa forma, y a Wuxian le tocaron 5 latigazos de castigo por estar afuera a la hora del toque, pero ya que Wangji intercedió, debía copiar las reglas del clan bajo su supervisión, al ser un beta realmente no le preocupaba que hicieran algo. 

Ese día llegada la noche, Lan Xichen fue al cuarto de su hermano. Cuando lo vio el otro se asusto, y lo pudo distinguir en su rostro, entonces le dijo -Dime la verdad. Que sucedió-

Wangji estaba nervioso, movía constantemente sus dedos. Sabiendo que no podía ocultar nada al otro y temeroso de su reacción dijo -Tuve mi celo, no logré llegar a tu habitación, Wuxian me ayudó, le dije que me sacara por temor a que otros supieran.- La respiración de Wangji se aceleró pensando lo peor  mientras más avanzaba en su relato. -Solo conocía esa cabaña fuera, y el celo me controlo, no recuerdo bien que hice, pero al parecer lo ataque.... el el dijo que me apartó antes de un accidente, yo .... yo lo siento... no se que hice... no pude controlarme- entre más seguía más su respiración sonaba una ligero sollozo.

Ante cualquier pronostico, unos brazos lo ciñeron fuertemente. -No mentiré, me siento molesto. Pero no contigo, si no conmigo por no haber estado ahí, y no haberte guiado para evitar y controlar tu celo... yo te falle como hermano... y como alfa- dijo Lan Xichen sin dudar, Lan Zhan respondió -Es mi culpa, por ser débil-

Lan Xichen le sonrió y le dijo -El celo no es sobre ser débil o no, es algo incontrolable, seremos más cuidadosos de ahora en adelante ¿si?, el era un buen chico, pero varios no lo serán.-

A pesar de no expresarlo Lan Xichen se sentía sumamente celoso. Odiaba pensar que Wangji fue tocado por alguien más. Impulsivamente lo besó, de forma posesiva lo toco, como si quisiera borrar el toque del otro, comenzó a besar su cuello, y el otro sintió flaquear sus piernas ante ese toque. 

Lan Xichen lo sostuvo con fuerza, lo cargó hasta la cama, y no se detuvo a partir de ahí. Lo toco por todos lados, le hizo pequeñas marcas por el pecho, donde eran visibles. La entrada del menor estaba completamente húmeda, lista para recibirlo. 

Lo penetró con fuerza y sin piedad, reclamando cada parte de él. Esta vez fue él el que no se salió, llenando sus adentros proclamandolo suyo, Wangji no puso objeción alguna.

AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora