Quiero Decirte - L.S. (M-Preg)

15

El tiempo pasó y Harry estaba cumpliendo lo que se prometió a sí mismo, se había estado esforzando muchísimo par conquistar a Louis y también le alegraba los días, le hacía olvidar la mala vida que llevaba aunque fuera por un rato y eso hacía muy feliz a Louis porque junto a Harry se sentía bien, se sentía protegido, seguro y esa sensación era una que ambos amaban

Se encontraban en el jardín trasero, sentados justo frente a la plantación de rosas blancas. Se encontraban hablando de cualquier tema, solo pasaban un buen rato juntos pero Louis quería preguntarle algo, llevaba tiempo pensando en eso y hoy no perdería la oportunidad de preguntar

-oye Harry, ¿puedo preguntarte algo?

-si claro, dime

-¿si recibiste invitación para la boda de Liam y Zayn verdad?

-si, la recibí hace un tiempo ¿por qué?

-curiosidad...¿Vas a ir?

-bueno si, debo dejar a mi mamá bien antes de salir pero si, hasta ahora iré

-oh si, ¿con quien irás?

-con nadie, invité a mi madre para que me acompañara pero por su condición de la rodilla no puede caminar mucho, además de que los dolores que le dan son muy fuertes. Me dijo que me fuera solo ¿por qué me preguntas?

-no, es que...bueno yo quería saber si...vas solo y yo...mmmm...¿Te gustaría ir conmigo?

Harry no podía creer lo que estaba escuchando, Louis lo había invitado como su acompañante y eso para él era lo mejor que le había pasado

-¿enserio quieres que vaya contigo?

-claro, digo nos llevamos bien y si vas solo pues estaría muy bueno que fueramos juntos, solo si quieres claro

-seria un tonto si rechazo esa propuesta, claro que voy contigo

-entonces es un hecho, iremos juntos

-¿y tu esposo? ¿No irá contigo?

-no, no le gustan las bodas además no estará en la ciudad debe ir a los Estados Unidos por un viaje de negocios y para mi eso está muy bien. Será una semana dónde respiraré paz

-si te trata tan mal ¿por qué no te divorcias?

-es una larga y complicada historia prometo contártela algún día

-no tienes que hacerlo si no quieres, lo único que me importa es que tú estés bien y si Seth no te trata bien lo más obvio es que se separen

-yo estoy bien Hazz, como te dije, es complicado pero no te preocupes por mi. Mientras te tenga a mi lado todo va a estar

Louis le sonrío al ojiverde y este le respondió de igual manera logrando robarle el aliento al más bajo

-¿que harás más tarde?

-supongo que lo de siempre, llegar a mi casa, darme un baño y dormir temprano ¿necesitas algo?

-¿te gustaría ir a cenar conmigo?

-eso suena fantástico Lou, claro que si pero déjame escoger el lugar por favor, no tengo mucho dinero para un restaurante caro

-yo te estoy invitando no tienes que gastar nada, yo lo cubriré todo

-oh no, no dejaré que hagas eso

-Harry por Dios, no me voy a morir por pagarte una cena, no seas dramático

-es que no quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti

-jamás pensaria algo como eso Harry, eres un buen hombre, así que deja el drama y acepta ¿si?

Louis miró a Harry con ojitos de cachorrito y logró convencerlo

-esta bien Lou, tú ganas. ¿A qué hora y en dónde?

-a las 7 en el intercontinental

-bien, entonces te veo más tarde

-hasta luego Harry

Y Louis se despidió de Harry con un beso en la mejilla y se fue a la casa. Harry recogió sus cosas y salió de casa de Louis hasta su hogar. Vivía en una colonia algo sencilla y sin nada de lujos pero agradecía que tenía un techo donde refugiarse y una cama dónde dormir. Al entrar vio a su madre en la mesa cenando y se acercó a saludarla

-hola ma

-hola cielo, ¿todo bien?

-si gracias, ¿todo bien contigo aquí? ¿Has sentido dolor?

-sinceramente hoy ha sido uno de los días que menos dolor he sentido, así que dentro de todo me he sentido bastante bien

-ay mamá me alegra mucho saber eso

-gracias cariño, ¿quieres cenar?

-gracias pero quedé de cenar con alguien hoy

-¿con Louis?

-así es, queremos seguir conociendonos y compartiendo más seguido y me invitó a cenar

-esta bien pero ve con cuidado ¿si? No quiero que se forme un escándalo con su esposo

-eso no va a pasar mamá, quédate tranquila

Harry besó la frente de su madre y fue a darse un baño y prepárarse para la cita que tenía con Louis. Se colocó unos vaqueros un poco ajustados de color negro, una camisa blanca con sus mangas dobladas hasta el codo y sus botas marrón de salir. Estuvo listo aproximadamente en una hora y antes de irse fue al cuarto de su madre a despedirse

-ma ya me voy

-ve con cuidado cariño y trata de no llegar muy tarde ¿está bien?

-si mamita no te preocupes, hasta luego

-hasta luego cielo

Harry salió de su casa y al no tener auto tenia que ir caminando hasta el restaurante, llegó al cabo de 15 minutos y antes de entrar observó aquél restaurante tan fino y pensó si realmente se encontraba vestido adecuadamente para entrar ahí pero luego de que vio su reflejo en uno de los cristales se convencio de que se veía muy bien y se dispuso a entrar. Una vez adentro de inmediato una de las meseras lo atendió

-buenas noches bienvenido al intercontinental. ¿Viene solo o espera a alguien?

-buenas noches señorita, quedé de verme con alguien aquí pero no sé si ya llegó

-deme su nombre y verificaré las mesas

-si, Louis Tomlinson

La mesera buscó en la computadora y luego regresó con Harry

-el señor Louis ya lo está esperando, sigame por favor

Harry caminó con la mesera hasta un área bastante retirada de las demás, esta se encontraba en el segundo piso del restaurante y por la vista que tenía Harry asumió que se trataba del área VIP. La chica lo dejó justo en la entrada del VIP y antes de irse le habló al ojiverde

-allá está el señor Tomlinson, cuando estén listos para ordenar porfavor presionen el botón que hay sobre la mesa y vendré enseguida

-está bien, muchas gracias señorita

La mesera se retiró y Harry fue hasta la mesa donde estaba Louis y se sentó frente a él

-hola Hazz, que bueno que llegaste

-perdona que me haya retrasado, espero que no lleves mucho tiempo esperando

-no, de hecho casi llegamos al mismo tiempo, llevo aquí como unos 5 minutos

-bien, me alegra saber eso

Los chicos pidieron la cena y entre relatos, risas tímidas, caricias espontáneas y cariñosas hicieron que su velada fuera una realmente tranquila, espectacular y muy placentera