Ésta es una historia de amor,un poco diferente a las demás, pero es una historia de amor, Dónde Juan Luis Londoño hijo del más peligroso Narcotraficante y Sicario de Colombia vive un no muy común amor con _______ Bell, sólo eso _______ Bell, hija de...
Juan Luis y yo hemos estado muy pendientes del "negocio familiar" últimamente, ya qué después de haberme enterado por boca de otro que Juan Luis tenía un prostíbulo, que no es prostíbulo, si no un bar. Me di cuenta que debía estar más cerca de Juan Luis y estar más pendiente del negocio que cuando Juan Luis muera será mío y de sus hijos, si ellos lo desean, claro está. Pero yo si estaba muy segura de seguir con el negocio, ésta vida me gustaba, la adrenalina que vivía a diario me gustaba y no estaba dispuesta dejar que todo lo que Juan Luis algún día construyó se fuese con él a la tumba.
•Ya mi pequeño - dije mientras mecía a Juan Luis en la mecedora que Juan Luis había traído hace un par de días - Deja de llorar bebé - decía pero Juan Luis se negaba a obedecerme
Me levanté de la mecedora con mi hijo en loa brazos y salí de la habitación para que mi hija no despertara por el llanto de su hermano. Juan Luis había ido a ver unas cosas con una mercancía que habían traído de Colombia y ahora estaba sola en la casa con dos personitas que no hacen más que llorar, comer, ensuciar pañales y dormir. Aún así aveces me gusta estar sola con ellos, pues aveces sentía la necesidad de ser una madre auto suficiente. Pero hoy no era uno de eso días, hoy no quería estar sola en la casa y al parecer Juan Luis, tampoco le gustaba la idea de que su padre no esté en la casa. Después de un par de horas y también después de un biberón de leche tibia, Juan Luis tomó una siesta, entonces por primera vez en el día, respiré aliviada.
Subí a mi habitación, dejé a Juan Luis en su Moisés y entré al baño, me despoje de la ropa, mientras la bañera se llenaba, cuándo ya estuvo lo suficientemente llena, entré y ahí duré una medía hora más. Cuándo salí del baño con una toalla que rodeaba mi cuerpo y otra en la cabeza. Juan Luis estaba acostado en la cama, sabía que estaba despierto, pero sus ojos estaban cerrados y parecía muy cansado.
•Mi amor ¿Estás bien? - pregunté, él sólo asintió
Yo rápido busqué entre mi ropa algo que ponerme, me Sequé el cuerpo, me puse la ropa interior y la crema corporal, para luego ponerme un short rojo, una blusa blanca corta y unos tenis blancos de cierre mágico, cepille mi cabello y me subí a la cama para acostarme a su lado.
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•¿Pasa algo? - pregunté •Es tan estresante ser el jefe - dijo él aún con sus ojos cerrados •¿No llegó la mercancía? - pregunté •Si, pero dos horas más tarde de lo esperado y cómo venían en un barco, para tener menos peso, tiraron casi 30 kilos - dijo mientras hacía masajes en su cien - Perdí un par de millones ahí - dijo •Mi amor, el dinero va y viene, eso no importa, lo que importa es que la mayoría de la mercancía llegó - dije •Mi amor, aún no sabes mucho de esto, pero en éste negocio no puedes perder ni un peso, porqué si pierdes un peso ahora, perderás dos mañana y tres pasado y así, hasta que ya te ves perdiendo mucho y todo se va a la mierda - dijo, sabía que estaba enojado y sobretodo muy estresado, así que lo primero que debía hacer era desestresarlo y hacer que durmiera un poco. •Mi amor, estás muy alterado, mejor ve a tomar un baño, mientras yo nos preparo un té y luego duermes un rato - propuse •Si, tienes razón - dijo él
Juan Luis se levantó de la cama y entró al baño, yo salí de la habitación, con mucho cuidado de no hacer ruido porqué no quería que los bebés despertaran, no sería buena idea en estos momentos. Bajé hasta la cocina, dónde estaba Rosa preparando la cena.
•Hola - dije al entrar •Hola Señora ¿Se le ofrece algo? - preguntó •No, no Rosa, Juan Luis quiere té, pero no te preocupes yo lo preparo - dije y ella asintió.
...
Juan Luis estaba dormido igual que los gemelos, así que yo me acosté a su lado, pero no me quedé dormida, sólo velaba el sueño de mi familia. Escuché gemir a mi pequeña Julieta y me levanté en busca de ella.
•Hola pequeña - dije mientras veía que si cara se ponía roja de las ganas de llorar - No llores pequeña, vamos a darte un baño ¿Si? - dije cómo si fuera a responderme.
La tomé en mis brazos antes de que empezara a llorar y juntas entramos al baño, mientras le quitaba su ropita su pequeña bañera, muy parecida a la de nosotros se llenaba.
Luego del baño Julieta tomó su biberón se fue a dormir nuevamente y eso era todo, por los momentos Juan Luis y Julieta no hacían más que eso.
...
•Mi amor, quiero hablarte de algo - dijo Juan Luis mientras se sentaba en la silla de extensión en nuestro bohío, Julie y Juan estaban en sus cochesitos durmiendo a mi lado •Dime - dije mientras tomaba un poco de mi té •Quiero que me acompañes a Texas por unos tratos que tengo que tratar allá - dijo él •¿El prostíbulo? - pregunté con el ceño fruncido •No, todo dije que no era un prostíbulo, que era un bar y no, no iremos para eso, iremos porqué el gobernador quiere hacer unos negocios conmigo - dijo él •¿El gobernador? - pregunté y asintió - ¿Por qué un gobernador compraría droga? - volví a preguntar •Mi amor hay cosas que aún no sabes, pero en éste negocio te das cuenta que todos los políticos son unos corruptos y que cómo todos, lo hacen todo para tener más dinero y poder, y no es de droga específicamente de lo que vamos a hablar, pero no te lo diré, tú misma te enterarás en su momento.
Yo asentí no muy convencida y me levanté de la silla, para luego empujar el cochesito de mis bebés hacía dentro de la cama, pues ya estaba obscureciendo y el frío de la noche no era nada bueno para ellos.
