El Amor de Hades [2da Temporada]

Cap. 18 La Era Del Mito (2/4)

Todos estaban reunidos en el olimpo, después del descuido de la tierra en la reconocida guerra de troya, se tenía que hablar del asunto para así tomar la decisión.

—Supongo que saben porque estamos todos - miro el rey del olimpo a todos los presentes, hermanos eh hijos. —Tenemos la, responsabilidad de que los humanos no vuelvan a causar guerras, ese es nuestro problema.

—Demeter, se que no te presentas en estas reuniones pero por favor da tu opinión. - suplico la reina del olimpo.

—Dejar a los humanos sin vegetación es una opción? Quien apoya, los humanos se han pasado de listos, ahora se creen los dueños de la tierra. - los miro de reojo. Noto que su hija también estaba presente y no quizo decir algo más.

—Concuerdo, están entrando a nuestros reinos sin nuestro consentimiento, un ejemplo Teseo y Piritoo. - de reojo miro a su hermano y a su esposa. —Solo uno pudo salir con Heracles, sin contar a Orfeo.

—Podrías callarte, pero tienes razón, los humanos siempre van a requerir un castigo. - dijo con la, mirada y el porte firme.

—Los humanos no son culpables de esto, esta en su naturaleza ser curiosos, tienen el derecho a, aventurarse y amar. - le contestó Athena —En eso estas equivocado hades.

—Quizás estas acostumbrada al amor y a todo, deja de vivir en una vida color de rosa-replicó el Averno.

—No todo en la vida es, un castigo ni la oscuridad, recuerda que los humanos son nuestra misma imagen, que haya seres idénticos a ti, es por la arrogancia que inspiras.

Eso molesto al dios del inframundo, era una discusión con la hermana mayor de su esposa, esto no se hiba a quedar así.

—Creo que la tierra debe estar protegida por una de nosotros. Hija mía... Estas dispuesta a protegerla? - le preguntó Zeus.

—Estas loco o que te pasa!? - exclamó ares, le siguieron los demás dioses disgustados.

—No voy a negarme a esto, es una obligación y lo haré con mucha entrega.

—Puedo dar una opinión? - alzó la mano Perséfone. — Estamos todos, y creo, Zeus que deberías darle la opinión a los demás y no sólo  a tu propia conveniencia.

—No voy a estar convencido con lo que dices, Athena hará un buen trabajo protegiendo a los humanos.

—Estas llevando a todos nosotros a una guerra contra Athena y se que no quieres eso. Todos estamos molestos porque solo piensas en ti. - era firme en su argumento, los demás miraban con gran silencio la discusión.

—Aún eres una niña, no deberías estar en estas pláticas, mejor no opines si estarás en desacuerdo.

—Claro!! Como no soy Athena tienes el derecho a hablarme como te pegue la gana. Pero fíjate que no. A que sabrá el águila asada? - dijo con propiedad y un poco de sarcasmo.

—No siquiera se porque te pones en mi contra, mi palabra nunca se invertirá, y aunque no te guste que Athena proteja la tierra será mejor que no vuelvas al olimpo con esa actitud.

—Te lo advierto, si hay guerras por culpa de tu arrogancia la que tomará la responsabilidad será Athena - se retiró molesta de la sala, cerrando con fuerza la puerta dejando que los presentes desconocieran quien era ella.

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—Estoy harta de que me consideren alguien débil, pero mi pensamiento nunca se irá, guerras quiere... Guerras tendrá!!

Quizo golpear el árbol, per no toco el árbol ya que algo había salido de su puño, quizás era su enojo, o su mente estaba jugando. Su divinidad había sido completada, tenía el poder característico de la reina del inframundo, antes poseía el de la primavera, ahora el de la muerte. Si no quiere que nadie la descubra sería mejor que solo lo ocultara.