CAPITULO 2

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Narra Naruko.

Muchas imágenes pasaban por mi cabeza acompañadas de una risa muy gruesa y macabra. No quería seguir viendo lo que había sucedido.

---¡Basta! ---grité. Pero ese grito solo hizo que la risa se volviera más fuerte. ---¡No!

Abrí los ojos. Mis pupilas se encontraron con una lámpara encendida. Después de algunos segundos, en los que me acostumbraba a la luz, me senté en la mullida cama y miré a todos lados. Me fijé en que no tenía mi ropa y que en su lugar traía puesta una bata, entonces caí en cuenta de que estaba en un hospital. ¿Qué hacía yo en un hospital?

De repente las imágenes de lo que había pasado se agolparon en mi cabeza. ¡No podía ser cierto! ¿Por que yo?
Me recosté en la cama en posición fetal, las lágrimas no paraban de salir de mi rostro. ¿La vida tenía que ser tan cruel conmigo? Al parecer si.

Intente detener él llanto cuando vi entrar a dos personas que conocía bien: un ambu y una enfermera, sin embargo mis sollozos e hipidos no cesaban.

-Naru -escuche la voz de la enfermera.

-Vayanse.

No los quería ahí, quería estar sola.

-Naru -habló nuevamente. Se acercó a mi y me abrazó con fuerza, tal como lo había hecha en varias ocasiones atrás. -Lo siento.

Otro sollozo.

Estuve varios minutos siendo abrazada por ella, el AMBU nos observaba atentamente desde un rincón de la habitación, parecía esperar él momento justo para acercarse.

Mis lágrimas al fin cesaron y mi respiración se relajó. Fue entonces que él AMBU se acercó a nosotras mientras se quitaba la máscara. Se sentó al otro lado de la cama.

-Naruko, sé que es difícil para ti todo esto pero necesitamos que te tranquilíces por él momento.

-Si. Por ahora solo vengo a revisar que no tengas algún daño grave. Te haré un chequeo de rutina y tomaré algunas muestras.

Solo asentí. No tenía tantas ganas de hablar, sin embargo una duda me azotaba.

-Señorita Mebuki ¿Donde esta Iruka Sensei?

-Él esta en la habitación de al lado. Vino a que le curaran algunos golpes y raspones. -Dijo ella.

-Además de que aprovechó para dormir un poco en lo que esperaba a que despertaras. -Esta vez habló él.

-Oh. -Fue lo único que contesté.

Bajé mi mirada a las sabanas de la cama como si estas fueran de lo mas interesantes, esperando a que la señorita Mebuki terminara de tomar sus muestras.
Después de eso ambos se dirigieron a la puerta.

-Ya estas dada de alta Naru. Pero debes descansar y no hacer tantos esfuerzos. -Salieron de la habitación.

No esperé mucho tiempo. Me levanté de la cama y caminé al buró que estaba al otro lado del colchón, donde se encontraba mi ropa.

Seguía sintiéndome pésima, pero por ahora lo que mas importaba era ver como se encontraba Iruka sensei.

Entré al lado y ahí estaba, recién despertándose.

-¡Iruka sensei! -corrí a tirármele encima y abrazarlo.

-¡Naruko! -Me regresó él abrazo con fuerza, entonces comenzó a llorar. -¡Lo siento! Lo siento mucho, yo... yo no... no pude llegar a tiempo.

Sonreí tristemente, no era su culpa.

-Sensei, no es su culpa. De todos modos él ya no puede hacer nada.

Fingir [SasuNaruFem] ⚠️REESCRIBIENDO⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora