1 Juan 3:8, "El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del Diablo"†
25 de enero, 2:56 pm.
— Mierda, voy demasiado tarde.
Joaquín apartó la vista de su reloj que deslumbraba en su muñeca, el cual, no era tan caro en esos años, pero en la actualidad, su valor monetario rondaba en aproximadamente dos mil a tres mil pesos.
Cosas curiosas, ¿no?
El castaño debía ir a sus tutorías diarias con el maravilloso y para nada obligado de Emilio Osorio.
Llevaban alrededor de dos semanas y algún par de días estudiando juntos. Sobraba decir que Emilio lo sentía agobiante, estresante y demasiado asfixiante el convivir, y no porque fuera Joaquín, simplemente el convivir con alguien le era extenuante.Aunque bueno, Joaquín tampoco le ayudaba a su pesar.
Joaquín la mayoría del tiempo llegaba tarde, no le prestaba la atención suficiente o se limitaba a cuestionarle sobre él antes de proseguir estudiando. No lo sabía, tal vez, más allá de una relación o simple sexo Joaquin quería algo inferior. Como una amistad o algo así.
Sin embargo conociéndolo, es una completa estupidez el pensar eso.
Y lo último que Emilio era, es ser un estúpido.
Parecerá, mas no lo es.
El castaño giró su vista hacia los costados, procurando no chocar con algo o alguien a su paso. Cada paso dado era mejor para él, quiero decir, disfrutaba el caminar con sus grandes auriculares vinculados a su walkman de color grisáceo, escuchando una que otra canción representativa de la época.
Todos tenemos una canción que nos llega, quiero decir, que nos hace tocar algo profundo que no tiene fin, ese hueco lleno de melancolía o simplemente una sensibilidad. Y claro que esa canción llegó a los tímpanos del hazel, como si se le inyectase a causa de pedir alguna eutanasia. Exactamente así, con el corazón desgarrándose, lleno de sentimientos embrollados, haciéndole sentir cansado de un instante a otro.
Cuando iba a despegar sus labios que se mantenían anteriormente fruncidos para corear algunas estrofas prefirió no hacerlo por una presencia ajena que era una maldición adentro de una iglesia, y eso dejaba mucho por hablar.
El cristiano comenzó a rezar sin parar, pidiéndole al Espíritu Santo que le iluminase para que el castaño no se acercara a él.
Y Joaquín se lo topó.
Tal vez Dios le había ganado la apuesta por primera vez.
Dejándolo como un perdedor aliado a Satanás.
— Hola, Joaquín.
— Hola, Fernando.
— Oh, cielo santo —el más alto rió con una pizca de incredulidad—. Te he dicho que me llames Fer. Fernando se me hace muy... formal.
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The Sin In Us | Emiliaco
Fanfiction† Levítico 20:13, "Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre". † ❝ Donde la homosexualidad es un pecado para algunos, es el cielo para otros. ❞ Joaquín debe aprend...