IG Fantasy (Yaoi/Gay)

Cap 3. ¿Quién es él?

-Viernes, 27 de Septiembre, 2019-

Era más de medianoche y yo seguía desde las diez mirándome enfrente del espejo. Tratando de entender porqué no puedo tener el cuerpo que quiero. La cara que esos chicos de Instagram tienen. Y más importante, la vida. Todo con ellos era perfecto, ¿qué hacía yo mal?

Decidí que era suficiente de estarse lamentando por hoy y me fui a la cama a dormir. Revisé antes mi celular.

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Desperté algo cansado por lo tarde que me había acostado. Y casi que llego tarde a la escuela. Por suerte era viernes y cuando llegara a casa lo primero que haría iba a ser dormir.

Carlos me evitó todo el día. Al parecer sí le había causado mucho miedo la manipulación por la que lo estaba haciendo pasar.

Hoy había llegado un chico nuevo. No a mi grado, pero aun así me llamaba la atención. Tenía una cara no muy amigable. Aunque no agresiva, sino de alguien que no era muy feliz y no tenía muchos amigos. Se veía bastante depresivo :(. Lo vi sentarse solo y me dio mucha pena. Tanto así que quise hacerle compañía, pero lamentablemente yo tampoco sé cómo relacionarme con los demás.

Traté de no mirarlo mucho. No quería que se diera cuenta y pensara que lo estaba acosando o algo así. Aparte su cara me transmitía depresión xd.

Había estado lloviendo mucho últimamente, casi siempre que los días eran así mi ánimo decía. No son para nada lo mío los días grises. Me ponían desde depresivo hasta agresivo. Y creanme, no era algo que estuviera en mis manos controlar.

Las clases de hoy pasaron más rápido. Eso tenían de bueno para mí los días lluviosos, hacían que las horas tediosas terminaran más pronto de lo normal. Afortunadamente.

De camino a casa en el auto me quedé con la cabeza recostada en la ventana mirando no sé qué verga. Weno sí. El camino, pero no era que le estuviera prestando atención. Tenía la mente perdida en cómo sería si la gente me considerara interesante, divertido. Si algún día tendría el cuerpo o el rostro de los chicos que veía en las redes sociales. Me sentía un asco sin sentido en la vida. Y sentía que ni diez años de terapia o 10,000 palabras bonitas cambiarían eso.

Mi madre detuvo el carro en el Mall, dijo que necesitaba algunas cositas. Quise acompañarla porque no me iba a quedar en el auto aburrido, y sabía que por menos cositas que necesitara iba a tomarse más de media hora :v.

Yo obviamente no ayudé en un carajo, solo estaba pasillando mientras usaba mi celular. Al parecer iba tan distraído que ni vista al frente tenía pendiente. A causa de esto fue totalmente inminente que chocara contra alguien.

Inmediatamente me llevé la mano a la cabeza ya que me la había golpeado con la de la otra persona. Me sentía demasiado estúpido en ese momento.

—Perdón, fue mi culpa. —dije mientras me agachaba a recoger algo que se le había caído de las manos. Tenía tanta vergüenza que no lo miré a la cara en ningún momento. Ni siquiera para ver quién era.

Después de haberle pasado lo que sea que se le hubiera caído seguí de largo y empecé a caminar rápido para alejarme un poco. Sentí que esa persona volteó a mirarme mientras me alejaba. Yo me encargué de ignorarlo fiengiendo que estaba viendo algún producto, a ver si así se me olvidaba.

Cuando sentí que me había quitado la vista de encima, puse la mía en él. Podía ver como se acercaba a mi mamá, seguro para acusarme por lo sucedido. Awkwaaard xd. Aunque eso se fue de mi mente al apreciar bien la escena.

El man era bien alto y llevaba un gorro cubriendo su cabeza, lo que impedía tener una visibilidad de su cabello. Tenía unos pantalones deportivos negros y unas chanclas de marca en colores blanco y negro. Cuando llegó a donde estaba mi madre ella se sorprendió y luego exclamó un nombre que no llegué a escuchar claramente. Era obvio por la distancia en la que me encontraba.

Seguido de esto, mi madre le dio un abrazo. Me extrañó mucho esto. ¿Lo conocía? ¿De dónde?

Pude observar que en un momento de la conversación el chico apuntó con la cabeza hacia mí y luego sonrió. Sus dientes parecían invaluabes perlas brillantes. Mi madre le dio un manotazo de forma cariñosa para después sonreír junto con él. Como si estuvieran tramando algo o compartiendo algún código secreto entre ellos.

Un minuto más tarde, terminaron con su conversación. Él se despidió de mi madre con un beso en la mejilla y luego se fue en dirección hacia las cajas registradoras. Al parecer ya había terminado de comprar lo que necesitaba y estaba listo para irse.

Su andar parecía de alguien con mucha clase. Tenía una gracia única y sorprendente.

Diez minutos después, también mi madre terminó de buscar todo lo que necesitaba. Cuando salimos nos encontramos con que estaba lloviendo un chingo. Y lo peor era que no teníamos sombrillas. Lo que hicimos, por más pendejo que se viera, fue no esperar a que pasara la lluvia (>:v) y correr rápidamente hacia el parqueo. Esto se nos hizo bien dificultoso gracias a las bolsas que cargabamos. Pero por suerte el auto no estaba tan lejos.

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Cuando llegamos a casa, fui a mi habitación para hacer mis tareas. Me tomó una hora y media hacerlas todas. El día de hoy los profesores no dejaron tantas como acostumbraban.

Mi madre subió a la habitación, pero antes de pasar, pidió permiso. El cual obviamente le concedí.

—¡¿A que no sabes quién es el chico con el que estaba hablando?! —dijo mientras se tiraba en mi cama, justo a mi lado.

—Justo eso iba a preguntarte, ¿quién es? —dije con la cabeza apoyada en mi mano derecha.

—Ese fue el chico que te encontró mientras te estaban dando la paliza. Cuando los abusivos que te hicieron eso se vieron descubiertos, huyeron. Luego, cuando te llevó al hospital llamó a sus padres y les contó la situación en la que estaba. Les mandó una foto de tu rostro, que estaba muy poco lastimado. Ya que la mayoría de golpes fueron al pecho. Te reconocieron de inmediato. Aunque tú no los conocieras, ellos fueron muy buenos amigos míos. Les mandaba postales navideñas con fotos tuyas cada año. Gracias a esto te reconocieron. —pasó su mano por un flequillo que caía hacía mi cara, para recogerlo. —Lo primero que pensaron fue en llamarme de inmediato. Mientras tanto, Leo se encargó de estar a tu lado mientras yo llegara. Algo por lo que estoy muy agradecida. —sonrió. — El punto es que, él me confirmó que vendrá a la cena con sus padres el Lunes, ¿no te emociona?

—Oh, wow...-dije intentando procesar toda la historia que me había hecho. —Pues sí, un poco, conoceré a "mi salvador" —sonreí mientras hacía esas comillas con las manos.

—Pues ese "salvador" dijo que eras muy apuesto. —dijo mi madre mientras se levantaba para retirarse. Antes de cerrar la puerta me guiñó un ojo.

—Quién lo diría, mi "salvador" tiene problemas de la vista. Qué pena. —dije al preguntarme bajo cuál efecto de droga se encontraba él en ese momento para pensar que me veía apuesto. Quizás la marihuana. Esa hace ver las cosas mucho más lindas de lo que son.

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