❝ one ❞

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El pelirrojo caminaba detrás del pelinegro buscando un poco de atención, pero como era la costumbre de siempre; le terminaba ignorando, aunque no entendía aquel motivo si él había sido amable durante todos estos meses.

Y Changbin claramente lo sabía, pero había algo detrás que no podía soltar.

Ya le había hecho daño y si mantenía la distancia no lo haría de nuevo.

¿Verdad?

-Hyung, Hyung, Hyung deja de ignorarme- reprochó el más pequeño.

Sin embargo, no sirvieron de nada sus reproches y demás porque el mayor se había encerrado en su habitación. Genial, aquí vamos de nuevo.

El menor dejó en paz al más grande del departamento porque sí, él y Changbin lo compartían desde hace ya más de siete meses, en los cuales la comunicación entre ellos era bastante escasa. Ni siquiera pudieron elegir a su compañero porque en la beca que se les había proporcionado, ya venía el compañero, aunque es algo ridículo ¿o no?

Formó un ligero puchero con sus labios hasta que le llamaron por teléfono, a lo que él rápidamente buscó su móvil para atenderlo; así lo hizo y respondió.

-¿Hola?

-Lix Lix!, adivina qué.

-Uh, no lo sé minnie, ¿qué sucede?

-Pasa que iré con Hyunjin y algunos amigos suyos cerca del centro comercial, habrá fuegos artificiales y pensé en que te gustaría venir.

-Suena bien, ¿cuándo será?

-Hoy mismo, incluso puedes traer a Changbin.

-¿¡Hoy mismo!?- abre los ojos como platos. Además, sería imposible que el pelinegro le dijera que si, cuando ni siquiera le dirigía la palabra -Y... me temo que Changbin hyung no irá.

-Solo te alistas rápido y listo- suelta una pequeña risa -Ah no importa, puedes divertirte sin él.

Claro, como Seungmin ya tenía novio podía ser feliz lo que quisiera. En cambio, Felix tenía que lidiar con no hartar al mayor debido a que siempre estaba tras él buscando una poca de su atención, pero siempre terminaba en un rechazo. A excepción de un día, cuando enfermó porque no comía como se debía y el mayor cuidó de él; jamás se le olvidarían dichosos días. Sólo que, cuando su salud mejoró, el mayor le volvió a ignorar.

-¿A qué hora vienes?

-Pasaremos por ti en cinco horas.

-De acuerdo, nos vemos Minnie.

El pecoso terminó la llamada con su amigo y puso la alarma para dos horas antes, por lo que aventó el móvil por algún sillón, tirándose él en otro, dormiría mínimo sus tres horas en lo que se acercaba el momento de alistarse.

Era un completo idiota y él lo sabía

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Era un completo idiota y él lo sabía. Comenzaba a desesperarse conforme pasaba el tiempo, sabía que no estaba bien pero simplemente le era difícil controlar sus emociones ahora más que nunca.

-Deja de tratarme así, no lo merezco- murmuró con la voz apagada.

Cada maldito día le venían a la mente aquellos recuerdos que deseaba olvidar pero solo parecían ser más claros ante su mente, dolía recordar cuando el rostro de aquel chico inocente e inofensivo se retorcía de dolor por su culpa, dolía tenerlo cerca y temer por hacerle daño de nuevo, dolía no poder decirle lo que realmente sentía, dolía y mucho.

¿Cuando dejaría de ser un cobarde y decidiría enfrentar la situación de una vez por todas?

Después de todo, Felix parecía no reconocerle. Y temía hacerle daño.

De nuevo.

Suspiró frustrado y tomó la perilla de su puerta tomando un respiro, comenzaba a darle hambre y no se quedaría en su cuarto encerrado toda la vida, ¿verdad?

Abrió con cuidado y todo estaba silencioso, era raro porque Felix era como ese niño pequeño que siempre hacia ruido y le daba vida al departamento. Restó importancia a eso y siguió caminando hasta la cocina, pero a mitad de camino se topó con el adorable australiano durmiendo plácidamente en uno de los sillones.

Tenía más que claro que ese chico solo merecía amor, mucho amor y cuidados.

Tragó en seco y siguió su trayecto. Tomó el pan tostado y colocó dos de estos en un plato plano, sacando la mermelada del refrigerador para untar un poco en sus panes. Se sobresaltó cuando escuchó una clase de alarma "Beep, beep, beep". ¿Enserio?, porque tenía que ser esa típica y aburrida alarma cuando puedes colocarle una canción.

Se desesperó cuando siguió escuchando aquel sonido sin nadie que lo apagara, se dirigió nuevamente a la sala y se pudo percatar que era el celular del pelirrojo, así que lo tomó y la apago.

-Vaya que tienes el sueño un poco pesado.

Movió cuidadosamente al chico hasta que éste despertó y talló sus ojitos, cosa que para el mayor era tierna pero no quería admitir.

-Sonó tu molesta alarma pero no despertabas- entregó el celular.

-Gracias Hyung, pasa que saldré con Seungmin, su pareja y unos amigos a...

-No me interesa lo que hagas- interrumpió el mayor con voz gélida y volvió a la cocina por sus panes, dando una última mirada al de menor edad -Asegúrate de ir bien abrigado porque no pienso cuidarte de nuevo.

Fue nuevamente a su cuarto y dejó ahí al menor con una ligera sonrisa en su rostro.

Sabía que Changbin muy en el fondo no era el chico rudo y malo que solía aparentar, lo había visto antes y era todo un algodoncito de azúcar. Sabía que el mayor se preocupaba por él pero eso era con suerte.

También estaba cansado de ser ignorado y mucho más porque el pequeño pelirrojo gustaba del otro chico. Además, Changbin era hetero y jamás se fijaría en alguien como Felix, si no, que buscaría a una chica bonita y seguro quedaría con ella.

No quería pensar más en eso, así que solo fue rápidamente a tomar una ducha y alistarse para salir más tarde.

Una vez terminó, bajó del edificio y subió al carro que esperaba por él, sin dudas era muy cómodo pero necesita platicar de esto con Seungmin.

No más secretos.

Yyy eso fue todo por hoy, espero que les haya gustado y eso c:

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Yyy eso fue todo por hoy, espero que les haya gustado y eso c:

Nos vemos pronto ♥.

LITTLE STARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora