Parte 3 - Accesorios Para Conejo -

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-¿Aiz-san?

Aiz actúo inconscientemente y se guardó la hoja de Estado de Bell.

Bell se ruborizo al ver que Aiz había entrado en su habitación.

-Hola...

-H-Hola... esto, ¿Por qué estas en mi habitación?

-Yo solo... como decirlo.

Si bien quería saber qué pasaba con el crecimiento de Bell, aún tenía algo pendiente.

-Realmente lo siento. Fue mi culpa que el minotauro te siguiera, y tampoco le dije nada a Bete cuando hablo mal de ti.

Aiz se veía realmente apenada, Bell se sorprendió un poco por su tono un poco alto ya que ella siempre hablaba bastante bajo.

-...

La memoria de Bell comenzó a actuar y recordó las palabras de Bete entrecerrando los ojos y bajando la vista. Aiz vio la expresión vacía de Bell y no pudo evitar entristecerse un poco.

-Aiz-san...

El tono triste de Bell sorprendió a Aiz, siempre escuchaba al chico energético y alegre.

-¿Si?

-Yo lo siento, parece que te preocupaste por mi culpa... no deberías pedirme disculpas, si no fuera por ti hubiese muerto momento así que muchas gracias por salvarme.

-...

-Y en cuanto a lo que dijo Bete-san... todo lo que dijo era verdad ¿No lo crees...?

Esas palabras estremecieron a Aiz, sus ojos se abrieron de sorpresa y miró la forzada sonrisa que el chico estaba haciendo. Entendió a qué se refería con "Todo".

Eso era lo que más le dolía a Bell, cada palabra que salió de la boca de Bete era verdad para él. No estaba molesto con Bete, estaba molesto con el mismo por ser tan débil y frágil que ni siquiera pudo responder a las burlas de Bete si no que se vio obligado a huir de la situación.

-Eso...

Aiz no pudo seguir, su voz se cortó y comenzó a sentir una pequeña presión en su pecho que se combinó con una extraña sensación en su estomago.

--¿Estoy enferma?

Sabía que si no seguía con sus palabras todo en lo que había estado pensando en la noche habría sido para nada, pero aun así no pudo seguir.

--Yo... ¿Por qué no puedo decírselo?

¿Vergüenza? ¿Nervios? ¿Miedo? No lo sabía.

--Habla, ¿Por qué no puedo hacerlo?

-...

-...

La atmósfera se tornó un poco incomoda pero Bell hablo.

-Aiz-san... yo, espero que sigamos llevándonos bien ¿Estás de acuerdo?

Sus ojos se abrieron en sincronía y un alivio inmenso llegó a Aiz, eso era lo que la asustaba. No quería que el chico se alejara por lo que había dicho Bete, quería seguir hablando con él, no sabía porque, pero cuando hablaba con él... se sentía realmente feliz.

Entrecerrando los ojos y formando una sonrisa Aiz respondió.

-Sí, estoy de acuerdo.

-Ya veo, me alegro.

La sonrisa del chico se iluminó e hizo que Aiz sintiera esa pequeña presión en su pecho otra vez.

-...

Danmachi - Bell en la Familia Loki -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora