El diario de un naufrago

Día 1: Tiempo frágil

Ha sido un día aburrido, así como lo son últimamente, mi mente pide a gritos algo que no consigo y que no conseguiré o eso él lo que siento, el horizonte es vago y la bruma acaricia mi costado.

Daré comienzo al breve recuento de un día aburrido, un día como cualquier otro, con sus complicaciones, con su simpleza, con su incertidumbre, con su desequilibrio.

5:40 am al igual que siempre y sin variar mucho, me dirijo camino a un lugar sistemático y aburrido, un lugar que lucha por evitar la libertad de expresión y que con asombro admito que lo hace muy bien, en mi morral llevo un libro, un thriller de algún autor famoso cuya escritura ya me había cautivado alguna vez.

Las clases aburridas pero hasta cierto punto necesarias pasan lento como si el mundo estuviera frenándose, como si quisiera detenerse.

Luego de que 50 páginas son leídas por unos ojos que van de un lado a otro, de arriba a abajo, con un movimiento repetitivo, un cambio de una hoja y la lectura de otra pagina, el numero 100 se asoma con timidez en la parte inferior de alguna pagina.

Tres horas han pasado y un timbre retumba en los oídos de cientos de estudiantes, de manera prácticamente inmediata, el salón se mueve casi al unísono, como si una coreografía planeada por días se diera a conocer, todos agarran sus mochilas, guardan sus cosas y salen del aula como si estuvieran huyendo de algo, tal vez si lo hacen, tal vez si huyen de aquella aula que ha generado tantos recuerdos positivos, negativos, tristes, felices, pero que aun así resulta una jaula para muchos.

Un pensamiento casi instantáneo conecta mi mente con la realidad, una punzada directa a mi sistema nervioso, mi novia, a pesar de llevar más de un mes con ella, en mi mente encontrarla es todavía un acción digna de algún merito, realmente exagero un poco pero no tanto como para negar la dificultad que significa conseguirlo. Pocas veces camina, así que simplemente esta en algún lado estática, mezclada entre la multitud. Me pregunto si realmente me espera o si simplemente se esconde o simplemente no piensa en ello. Una pregunta en mi cabeza se ha repetido un montón de veces desde aquel día ¿Por que no muestra más interés? ¿Por qué no toma algo de iniciativa? A Veces me harto de ello, supongo que nuestra sociedad todavía necesita mejorar bastante en muchos aspectos ¿Se supone que no debemos pegarle a ninguna mujer sin importar que? ¿Se supone que debemos tener iniciativa?

Posdata: He perdido el hilo.

Posdata N2: No se si alguien llegue a leer este diario, tal vez si fue una idea estúpida. ¿Quien sentirá intriga sobre la vida de otra persona al otro lado del mundo?

Posdata N3: Procuraré escribir todos los días.

Posdata N4: Perdón por los errores ortográficos.