Capítulo 3

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Respiraba nervioso esperando a que ella saliera a almorzar rezaba para que esta vez saliera sola y no en compañía de su molesto padre, oficialmente eran socios desde hace ya dos semanas y Saki anunció que su hija estaría  a cargo  en su ausencia en las oficinas Hamato.

- Hola – saludó con galantería -

- Hola – guardó su celular en su bolso –

- Me preguntaba si quisieras salir a almorzar conmigo - ¡Di que si! Pedía mentalmente era su oportunidad
Llevaba dos semanas tratando de hablar con ella invitarla a tomar algo pero era imposible ya que su padre no la dejaba sola en ningún momento.
Así qué no desperdiciaría esta oportunidad.

- Claro vamos – aceptó y Leo celebro internamente – dime ¿tienes hermanos? –

Karai se sentía a gusto con él.
Era poco tímida dado que su padre la sobreprotegía en gran manera, fue educada en casa y casi no salía, sin amigas reales por lo que hablar con alguien fuera de su circulo social era algo nuevo para ella. Sentía una atracción inevitable hacía Leonardo desde el primer día.

Al igual que Leonardo.

Karai era seria

Leonardo alegre

A diferencia de ella él tuvo una niñez divertida y libre, tenía varios amigos y podía  desenvolverse fácilmente en público.

Eran lo que los demás llamaban
Polos opuestos

- Si, tengo dos Mickey el menor y Rafael el segundo – respondió abriendo la puerta para que subiera a lo que Karai agradeció

- ¿y….tu? -  preguntó 

- No, soy hija única – respondió  queriendo ser más social

Minutos después ambos esperaban sus pedidos en uno de los  restaurantes  más  famosos y elegantes de New York, como pasaban los  minutos Leo notó el esfuerzo que ella hacía por mostrarse más social.

- ¿dime tienes algún pasatiempo? – Leo acomodó su saco esperando poder hacerla sentir menos incomoda

- Si, me gusta Leer y escribir  en  ocasiones, así como boxear

- ¿boxear? – preguntó incrédulo ella lucia como una muñeca de porcelana frágil pero ahora de daba cuenta de lo fascinante que sería conocerla..

Pasaron hablando el resto del almuerzo entre charlas  Leo se sentía a gusto y feliz de ver como ella dejo su incomodidad a un lado.
Karai regreso a su casa luego de salir del  trabajo y su sonrisa desapareció al ver el auto de su padre estacionado en el garaje
– Rayos – dijo estacionándose, a estas alturas él debía saber que salió a almorzar con Leonardo.

- Karai – llamó cuando la vio entrar, estaba sentado en la sala  con un libro en manos – ven a mi despacho – dijo paseándose y dirigiéndose a su despacho siendo seguido de su hija

- Me he enterado que  saliste con el Joven Hamato – dijo  sentándose

- Si, lo he hecho – Saki cerro los ojos  - No veo lo malo padre -

Saki la miraba con esa mirada seria característica de él, Saki la sobreprotegía desde que era una bebé debido a un incidente ocurrido dando como resultado la muerte de su esposa y el secuestro de Karai.

- Sabes que no debes salir sin compañía –

- No lo hice, crees que no me di cuenta del guardaespaldas disfrazado de camarero? –

Inocente  *Leorai* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora