bubblegum bitch ♡ hyunin

[♡] 4: I'll chew you up and I'll spit you out

Jeongin quería ser la puta de chicle de Hyunjin, masticarlo hasta sentirse lleno por dentro de él.

Tanto como el lo masticaba haciéndolo sentir pequeño ante su mirada dominante, esa misma que usaba en los negocios, fría, calculadora, diciendo ''el trato está cerrado, yo gano'' llevándose al menor consigo como premio.

Pero no le importaba, Jeongin quería ser todo de Hyunjin, que depositara cada gota de su posesividad y amor sobre su cuerpo. 

Estaba tan necesitado de ser amado por él, tan ansioso que no podía esperar más para ser de Hwang Hyunjin de pies a cabeza.

—Jeongin —le llamó colocando su mano en el muslo del menor sin quitar la vista de la calle que transitaba directo a su casa. —¿Estás seguro de esto? Quiero decir, eres joven, ¿sabes que es lo que realmente quieres para ti? Por que... Jeongin, quiero que seas mío, ¿entiendes eso?

Joder, claro que lo entendía, desde sus 12 años fantaseaba con el amigo de su hermano mayor, siempre viéndolo con otros ojos jugar con Jinyoung tras la ventana.

Hyunjin siempre se caracterizo por ser alto, pálido, de cabello negro, labios gruesos y rosados con un cuerpo increíble, todo lo opuesto a lo delicado de su hermano, era masculino, su porte siempre confesando por sus labios que podía molerte a golpes y sin mucho esfuerzo.

Era todo lo que la inmadura mente de un adolescente de 17 años añoraba, un hombre que lo cuidase.

—He querido esto desde que tenía doce años.

Hyunjin nunca había visto a Jeongin comportarse de una manera tímida, siempre tan confianzudo y arrogante con sus sonrisas rompe corazones dejando claro que todo el mundo debía arrodillarse ante él porque merecía un trato especial—y bueno, Hyunjin cayó como imbécil encantado por su sonrisa coqueta—pero era gratamente agradable verlo de esa manera.

—No, Jeongin, quiero que lo pienses bien —dice después de detener el auto en la cochera de su casa. —Quiero ser tu novio, poder presentarme ante tus padres y Jinyoung como tal.

Bueno, eso sonaba incluso mejor de lo que esperaba.

—Hyung, yo quiero que sea así —sonríe mordiendo su labio mirando la mano de su mayor reposar sobre su muslo. —Pero papá y mamá esperan que tenga mi primer relación formal hasta los dieciocho años y faltan cinco meses para eso.

—Esperé dos años por esto, tú esperaste cinco, ¿qué hay de malo con esperar cinco meses?

Jeongin quería responderle que había muchas cosas malas con eso, como que no podría ir de la mano libremente con su hombre por las calles para hacerle saber a todos que Hwang—futuro empresario y modelo por gusto—era su novio.

—No hay nada de malo, ahora quiero besarte —sus labios se estrellan contra los de su mayor atrayéndolo desde la corbata de su traje, la mano de Hyunjin aprieta su muslo con fuerza y gime quedito contra los labios húmedos. —Sí, estoy seguro de que te quiero como novio, hyung.

Sonríe antes de estampar nuevamente sus labios contra los bonitos labios de licor de Jeongin bebiendo de ellos hasta sentirse embriagado, más no satisfecho. 

—Vamos dentro.

Sale de su auto encaminando al menor con sus manos entrelazadas dentro de su casa, no es una mansión—la cual claro que podría tener, pero era en cierto aspecto minimalista, en muy poco pero era a fin de cuentas—, sin embargo era lujosa por donde vieras, se notaba su buen gusto, todo gritaba Hwang Hyunjin.

—Nunca había venido —susurra mirando a su alrededor con fascinación. —Tu casa es muy linda, ahora veo porque a Jinyoung le gusta mucho venir aquí.