Viaje

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El ruido lejano anuncia la llegada del tren, el vapor sale por el enorme escape mientras el movimiento lo va dejando atrás, vagón tras vagón, las personas dentro de él, parecieran tener sus propias ocupaciones, algunos miran por la ventana mientras la música les entretiene, es normal que cada vagón maneje un tipo de actividad diferente, espacios para comer así como para dormir.

En uno de estos vagones una pequeña de negros cabellos y ojos que parecen esmeraldas brillantes, observa curiosa la persona frente a ella, cada aspecto en el le parece nuevo y desconocido, sus finas manos que sostienen el libro en sus manos, ojeando poco a poco mientras sus pestañas marcan el movimiento de sus ojos que van de linea en linea, esta verdaderamente curiosa ya que no logra ver sus ojos, solo ve el como su labios se mueven con suavidad, pareciera estar verdaderamente absorto en lo que sea que este leyendo, mientras lo observa se recarga del respaldo de su sillón, el viento entra por entre la ventana moviendo las cortinas de terciopelo rojizo.

La tela ondeante cubre al centro de atención de la menor,  tras la tela se puede ver el cabello rubio que parece moverse , parecía que era  imparable hasta que la oscuridad de un túnel lo cubrió todo alejando el viento, como era de suponerse esto asusto ala menor quien se oculto entre sus manos, en solo unos instantes poco a poco se fue iluminando y la pequeña temerosa salio de entre su escondite,  levanto el rostro encontrándose con la mirada fija en ella, acompañada de una hermosa sonrisa resplandeciente.

Pudo apreciar un par de hermosos ojos azules, como aquel inmenso mar que alguna vez fue a ver con su padres, pero había algo curioso en ellos, parecían tener toques dorados, observo el  como sus cabellos parecían estar alborotados, las delgadas manos soltaron el libro acomodándolo a un lado, subieron hasta la rubia melena y la comenzó a peinar para atarla con una liga , el delicado rostro parecía estar iluminado, la apariencia de esta persona le recordó al libro que su madre le leía cada noche.

- Eres como un príncipe. 

El mayor sonrió al escuchar esto de labios de la pequeña y oculto su leve sonrojo tras su sonrisa, la pequeña niña bajó de su lugar y corrió a donde se encontraba el rubio.

- Soy Clare, mi mamá dice que debo saludar con educación a mis mayores.

Esto cayó en la gracia del rubio quien estaba a punto de sonreír pero notando el rostro serio de la menor se abstuvo, se puso de pie e hizo una reverencia para presentarse.

- Mi nombre es Tweek, es un placer pequeña dama.

Después del saludo, volvió a tomar su lugar, muy a pesar de ser tan pequeña la dulce infante era muy educada y elocuente, sorprendente en alguien con tan corta edad, Tweek estaba fascinado pues era la primera vez que veía a alguien tan especial.

- ¿Quieres tomar asiento junto a mi?.

Cuestióno a lo que recibió como respuesta un silencioso,. "si", tomó su libro que descansaba a un costado y lo metió en su maletin, la menor subió con dificultad al asiento quedando junto al rubio.

- ¿A donde te diriges?

Preguntó Clare mientras jugueteaba con su vestido, un encantador diseño de colores llamativos que convinaban con su rostro angelical.

- Visitaré a alguien importante para mi.

Después de una larga platica, el rubio se dio por enterado de que Clare estaba sola en ese tren, al término de su camino se encontraría con sus padres quienes la esperarían en la estación, la dulce hija de una familia adinerada que a veces olvidaba su existencia, algo que Tweek entendía ala perfección, le era grato conocer a alguien nuevo tan amistoso y agradable.

CreektoberWhere stories live. Discover now