Un baile para el pueblo

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Mientras tanto, en el palacio, mientras pasaban los días cenicienta y su esposo tenían cada vez menos comunicación, el rey iba a muchos viajes de tal manera que ya casi no pasaba tiempo en el palacio y mucho menos con cenicienta, varias veces cenicienta le trató de plantear una conversación y el rey se mostró muy extraño, no quería hablar, y siempre ponía alguna excusa, un viaje, una reunión o alguna comida a la que no estaba invitada, cenicienta, preocupada por su matrimonio comenzó a pensar en ideas para mejorar la relación con su esposo, esa misma tarde cenicienta salió al pueblo para hablar con su amigo, el, al enterarse de dicha situación, inmediatamente pensó en una idea maravillosa y dijo "¿¡por que no haces un baile?! , así podrán pasar mucho tiempo juntos y además les recordará el momento en que se conocieron, imagínatelo, será mágico" cenicienta, encantada con la idea, se fue inmediatamente a preparar todo para el baile real.

Al día siguiente, aprovechando el desayuno ya que era uno de los pocos momentos que podía ver a su esposo, le propuso la idea, el, pensativo, se queda callado unos segundos y después responde "está bien, me parece una buena idea, así podremos socializar más con la gente del pueblo", cenicienta muy feliz y satisfecha por la reacción de su esposo, mando a que den la noticia para que todos fueran, esa misma tarde que cenicienta fue al pueblo, pudo notar que todos estaban tan animados que hasta se ponían a bailar en las calles, ella tan satisfecha con la reacción de su gente fue a visitar a su amigo para darle la invitación, al entrar a dicha tienda, cenicienta notó a charles trabajando como siempre, así que lo interrumpió y en voz alta le reclamó "¿¡qué haces aquí?! ¿¡No ves que estas invitado a uno de los mejores bailes en el reino?!" El tan emocionado, la abrazo, pero con un rápido pensamiento la alejo con sus brazos y le dijo "¿como voy a ir al baile real si no tengo un traje adecuado para la ocasión?" Cenicienta sabiendo lo que iba a decir, saco una caja grande con un moño color turquesa y se la entrego, Charles confundido le dijo "¿que es esto?" "¿Un regalo?" "¿Para mi?", cenicienta movió ligeramente la cabeza dando a entender que si era para él haciendo que su amigo se emocionara causando que saliera corriendo para ir a alistarse ,charles gritando le dijo "tu igual tienes que alistarte, ve, nos vemos en el palacio" cenicienta contenta por la reacción de su amigo, se fue a arreglarse para el baile.

Cenicienta ya estaba lista para bailar con su amado; tenía peinado, vestido y por su puesto, los zapatos adecuados. Al salir de la habitación donde la arreglaron pudo toparse con su esposo y el al verla tiene una leve reacción, pero a cenicienta no le agrada la idea ya que ella pensó en el hecho de que la primera vez que se vieron en el baile el príncipe la había mirado diferente, con intriga, amor y sorpresa "¿Es que ya no siente lo mismo?" Se preguntó cenicienta, en ese preciso momento ella se propuso hacer que su príncipe la mirara como la primera vez.

Llegó el tiempo de la presentación de los monarcas ante el pueblo y cenicienta estaba sola, no encontraba por ninguna parte a su esposo y se comenzaba a preocupar. Cansada de observar que los ayudantes en el baile no apoyaban mucho, decidió ir a buscarlo por ella misma, no lo encontraba, lo busco en el salón de juntas, en el comedor real, en la habitación de estudio, nada. Cenicienta decidió buscar en su habitación y antes de abrir la puerta pudo escuchar una conversación entre una mujer y su esposo, cenicienta se quedó callada escuchando su conversación "ya no puedo más, no quiero seguir ocultándome y buscando que día puedo verte sin que este ella" "solo espera, ya se lo diré, aguanta al terminar el baile" le dijo el rey, En ese momento cenicienta no sabia que hacer, quería huir, pero no podía, "¿dejar que el baile prometido para el pueblo se arruinará?", los había visto tan felices que no quería decepcionarlos, así que tomo valor y se propuso no decir nada hasta que terminara el festejo, así que se fue otra vez a la sala del baile y lo esperó, ya cuando llegó con ella no se dirigieron ni una palabra y se presentaron como debía ser, charles, apenas vio cenicienta, se quedó sin palabras ya que ella llevaba aquel vestido rosa con rosas rojas y brillos tenues, lo único que podía pensar es lo hermosa que lucia, con su cabello rubio y sus mejillas ruborizadas, lo único que le impidió decir sus sentimientos era el hecho de que ella tenía esposo al que amaba con todo su corazón.

El baile iba excelente, todos se estaban divirtiendo bailando y riendo menos charles, que al observar a cenicienta solo se preguntaba "¿porque se ve diferente?" ," se ve triste", "¿porque se ve tan distante del príncipe?", momentos después cenicienta se levantó del trono y se fue; Charles, preocupado, fue a buscarla.
Cenicienta se había ido al patio donde estaba el árbol con el alma de su madre y charles al llegar con ella solo pudo preocuparse más por las lágrimas que caían en las mejillas de cenicienta. Charles no supo que decir, solo la miro a los ojos y la abrazó hasta que ella se sintiera mejor. Después de un tiempo cenicienta se levantó y le propuso a su fiel amigo a salir del pueblo, el, impactado por sus palabras, pensó unos segundos y aceptó así qué cenicienta entró al palacio y tomó sus cosas, el príncipe al verla le preguntó "¿que es lo haces?" a lo que cenicienta contestó "ya no puedo más, todo este tiempo estuve pendiente de ti, del porque no me dirigías la palabra o porque estabas tan distante. Te vi en la habitación con una mujer, lo escuché todo, así que no tenéis que preocuparte más por mi, me iré y no regresaré hasta que mi corazón esté sano, porque ahora mismo estoy rota por dentro y no podría quedarme en el pueblo sin pensar en ti, agradecería mucho que no volvieras más difícil esta situación, así que déjame ir ¿si?"
El príncipe pasmado por las palabras de cenicienta solo acento la cabeza sin decir ni una palabra, dando a entender que era libre y que ya no la necesitaba más.

La Cenicienta (continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora