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Estaba acostado, con su cabeza en mi pecho mientras le hacía mimos en el poco pelo que tiene.

Estaba acá, al lado mío, y yo me imaginaba a Daniel. Nadie le llegaba siquiera a los talones. Irónico.

Me duele un poco hacerle esto a Manu, se nota que me quiere. Siempre se asegura que llegue bien a cualquier lugar, o me pregunta simplemente si desayuné. Y yo lo usaba para llenar el vacío que siento por la ausencia de Dani, y porque me proporciona orgasmos.

-¿Puedo preguntarte algo?- Asentí.- ¿Seguro que olvidaste a Dani? El otro día ví cómo lo mirabas y yo...

-Ay amor, no flashes, no me importa él, me gustás vos.- Sonrió y me dio un pico.

No me gustaba mentirle, pero, ¿qué podía hacer si me preguntaba eso con los ojos cristalizados?

Preticor ; WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora