✧ O2.

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Habían pasado un par de meses junto a mi chasconsito. Cada día me enamoraba más de él, y es que; ¿quién no?, si era precioso, una completa obra de arte.

Aquel día en el furgón, donde ambos nos dimos la mano por primera vez; (y ojo, que fue por un juego inocente) comenzamos a parecer lapas ambos del otro. Ninguno se separaba, ningún segundo.

Y cuidado con tocarme, por más leve que lo hicieras, mi chasconsito saltaba al ataque. Nadie tocaba a su futuro pololo.

Pero, ahora te preguntarás; ¿Sí era obvio que ambos se querían, por qué ninguno dió el paso?, bueno, ni yo lo sé.

Talvez no me armaba de valor, o como decían por ahí; "me faltaban huevos pa'l el gallinero".

Finalmente lo hice. Era octubre, todos los cabros estaban saliendo, hacía mucho calor, y corría aire caliente. Mi chascón iba con el polerón amarrado a la cintura, tan bonito él.

Lo tomé de la mano, le dije palabras bonitas, que bueno; ¿si quiera valen la pena decirlas?, y le chanté un beso.

Delicado, era más que todo un piquito. Pucha que me sentí bien.

—Pucha oh, Jackson, en mi casa me van a retar porque me vió mi hermano chico —repetía el rubio chascón, haciéndome reír.

—Pucha washito, no fue mi intención, ¿me perdona usted mi rey? —al compás de él repetía, tratando de hacer que me perdonara.

—Ya oh, dame otro mejor; o me enojo.

Reí, y le dí otro; y uno tras otro.

Digamos que, sus labios eran tan ricos que era imposible no chantarle un beso tras beso.

—¡Chantale la guagua ahora! —gritó Jinyoung del otro lado del furgón, sacandome de mis aires románticos.

Entero mata pasiones.

ʾ ִֶָ ꒰ 🐥 ʚ chascón ⨟ markson ✧ chilensis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora