La bola de pelos que acabamos de recoger es tan bonita que únicamente pensamos en mirarla. con sus ojos tiernos, sus gestos torpes y sus muecas irresistibles como no mimar al caniche, como no reírse de sus tonterías tan divertidas. Sin embargo, el pequeño caniche toma conciencia con rapidez de poder de su mirada de pobrecito y de sus libertades. Si descubre en usted un punto débil, intentara sacar partido. El aprendizaje es fundamental a esta edad, ya que coincide con fases de socialización y jerarquerizacion muy precisas. Lo que no le enseñe en estos primeros meses, le sera mucho mas difícil de inculcar después. No deje su educación para mas tarde con el pretexto de que es todavía muy pequeño y comience desde ya.