-. Mi Pequeño Recuerdo .- /ZoSan/ No Pos Ya Terminada

5-.

Me disculpo de antemano por lo que pondré, habrá LuNa y pues no mas esperen para ver de que se trata.

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Así pasaron días que se volvieron semanas, pasaron por la isla del cielo, water 7 y por Enies Loby (creo que así se escribe) y todo iba como siempre hasta que un día...

Sanji estaba en la cocina cocinando :v cuando escucho mucho ruido desde el cuarto de su capitán (aqui Luffy si tiene cuarto propio por ser el capitán pero no lo usa) se le hacia raro así que decidió ir a ver de que se trataba todo el ruido.

Caminaba poco a poco, acercándose cada ves mas, el sonido se iba haciendo cada ves mas fuerte, cuando llego se escuchaban gemidos bajos cosa que lo desconcertó, el rubio se percato que la puerta de aquel cuarto estaba abierto se acerco aun mas, pero luego se arrepentiría...

Aquella noche escucho lo que no debería.

- luffy...mas... rápido...- dijo una Nami entre gemidos.

-claro Nami...gear secando!- en eso Sanji vio como su capitán activaba esa técnica y penetraba al maximo a su querida navegante.

-LUFFY...!-está gritó entre gemidos el nombre de su capitán.

El rubio al oírlo por instinto salio corriendo hacia la cocina.

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Mientras tanto en la cocina yacía un hombre moreno de cabello verde robando sake hasta que hoyo algo que lo desconcertó

-LUFFY...! AH.-

-Nami?- dijo en un susurro hasta que hoyo de nuevo, pero ahora la puerta abrirse de golpe.

Era Sanji que entro con lágrimas en los, ojos que al ver al marimo, como el le decía, decidió no pelear e ir a abrazarlo para des hacer sus penas de alguna manera, aunque fuese con el, cosa que puso en la cabeza de Zoro miles de preguntas.

-Sanji...- fue interrumpido por el ya mencionado.

-marimo... Nami y... El capitan... Están teniendo... Sexo...- dijo entre sollozos. (perdonen lo directo que fué)

Sanji lloro en el pecho de Zoro un buen rato, el amaba a Nami. hasta que se dió cuenta de algo importante que no había notado. Se detuvo, y aun con lágrimas pero con algo de duda se atrevió a preguntar.

-me llamaste... Sanji?- al decir eso el peli-verde se puso color tomate recordando eso.

-yo... Si, lo hice, por que ya no puedo evitar esto que siento- fue lo único que dijo para después acercar al rubio a su cara y plantarle un suave y tierno beso que Sanji no supo corresponder, aunque le gustaba la sensación.

Sanji lo separo por instinto luego de unos segundos con la cara tan roja que los tomates le tendrían envidia.

Zoro no hizo nada por detenerlo cuando el otro salió corriendo del lugar, pero se sentía mal por haberle dado aquel beso que, según él, solo él lo disfrutó, el ya había confirmado que se había enamorada de aquel cocinero hace ya una semana, y verlo así de triste le hizo reaccionar por impulso, pero... No se arrepiente de nada.

Al día siguiente todo estaba bien hasta el desayuno.

-A comeer!- dijo Sanji al salir de la cocina.

Todos se dirigieron a donde yacía Sanji y la comida.

Se notaba que el cocinero estaba mal por algo pero solo el espadachín lo sabia. Otra cosa que desconcertó a todos desde que se levantaron es que estos dos no se habían pelado desde hace ya un tiempo, cosa que solo hacia sentir aun mas extraña la situación.