La verdad sobre el

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Me desperté y lo vi sentado en una silla sentado en frente de mi viéndome.

-Buenos dias dormilona- me dijo riendo -te dormiste casi todo el día

¿Enserio?- le pregunté quitándome las cobijas de encima.

Asintió con la cabeza con una sonrisa de oreja a oreja. Su sonrisa era hermosa y simpática.

-¿Que hiciste mientras dormía?- le pregunté sentándome en la orilla de la cama.

-Te veía dormir- me contestó quitándome el cabello de la cara.

-¿Que tanto me veías?

-Lo hermosa que eres- dijo -¿me sigues teniendo miedo?

-La verdad si- le contesté nerviosa a su reacción- es que eres.....

-Raro, paranormal, asesino- dijo agachando la cabeza -no me lo tienes que repetir cada rato.

-No te gusta, ¿verdad?-

-¿Crees que yo elegí estó?¿Crees que me gusta matar?- me grito -tu no entiendes, no sabes como es vivir así.

-Si no te gusta ¿por qué lo haces?

-Prometeme una cosa, si te digo la verdad sobre mi nunca vas a tratar de salir de aqui.

-Esta bien, pero otra parte del trato es que no me asustes y no me veas mientras duermo- le dije advirtiendole.

-Ok, mira yo antes era normal pero siempre fui travieso, le hacia bromas a todos. En casi todas las bromas terminaban lastimados, siempre me decian que un día iba a pagar todo lo que hice- dijo asustado.

-Si quieres para, para que te sientas mas tranquilo- le dije agarrandolo de la mano.

-No esta bien, aparte esa fue la promesa- dijo mas tranquilo.

-¿Seguro? no te vez bien- no me hizo caso y siguió.

-Después de varios meses iba caminando hacia la casa de mi amigo, que esta unas cuadras mas después. Empecé a escuchar voces viniendo de la casa - estaba muy nervioso pero no se detenía- las me llamaban por mi nombre así que las obedecí y entre a la casa. Cuando entre a la casa se cerró la puerta y vi sombras que me decían "venganza". Sentí que me encajarón algo en la espalda cuando me fije para ver que era me di cuenta que era una mano. Esa mano me empezó a pasar todas las sombras y me quede dormido- se veía triste, con miedo -cuando desperté ya era así, no pude ser como antes.

-¿Por que matas personas?- le pregunte seria.

-Es de lo que me alimento, las almas es lo único que puedo ingerir a mi cuerpo- contestó nervioso.

-¿Por qué no te alimentaste de mi?-

-Después vas a entender porque-

-¿Has salido de esta casa?

-Nada más salgo para comer. Me da miedo que la demás gente me vea como un monstruo, como tu me vez.

Me puse nerviosa por lo que dijo asi que me fui a mi cuarto. Estoy acostada aburrida cantando, mientras que el no me quita la vista de encima.

-Hola- dijo sonriendo

-Dijiste que no me mirarias-

-Mientras duermes- me corrigió.

-Tuche- le dije guiñandole el ojo -estoy aburrida

-Pues desaburrete

-Jugamos a algo...-le mientras pensaba que juego -como a las escondidas.

-¿Como se juega? perdi la practica hace mucho- dijo

-Tu te escondes y yo te busco ¿ok?

-Okey..

-Tienes 20 segundas- me voltee y empece a contar- 20, 19, 18 ,17.... ¿listo?

-¡Si!- contestó

-¡No hables! ¡vas a perder!- no recibi respuesta. Empecé a buscarlo pero me acorde que el puede desaparecer.

-Oye no se vale desaparecer- le grite a la casa. Senti que sus brazos me rodearon la cintura.

-¡Gane!- dijo riendo.

-No se justo- le dije volteandolo a ver- tu puedes desaparecer y yo no.

-Yo no desaparezco, siempre soy tu sombra.

-¿Como te llamas?- le pregunte por que no sabia su nombre.

-No lo recuerdo- dijo quitando la sonrisa -no recuerdo nada de mi vida, nadamas cuando me transformé.

-¿Pero como puedes recordar eso?- le pregunté.

-Nose, talves por que fue lo ultimo que hice cuando era humano- me dijo serio- Me tengo que ir, tengo que comer.

-¿A donde vas a ir?- le pregunté

-¿Enserio quieres saber?

-La verdad no- le dije riendo -me asusta.

-Sabes que no tengo otra opción- dijo triste- te deje algo en la cocina para que tu también comas ¿si tienes hambre?

-Si, gracias

-Bueno ya me voy- Me dijo y luego me abrazó.

No sabia si abrazarlo también por que luego iba a pensar que ya no le tenía miedo, pero si le tenía miedo.

-Se lo que piensas- dijo serio -pero sabes que no te voy hacer daño.

-Si yase, pero entiendeme no puedo confiar en ti todavia- le dije, pero parecio que no le importaba.

-Lo unicó que quiero es que te quedes conmigo- me dijo.

-Pero...

-No digas nada- me interrumpió- ya me tengo que ir. ¿Nos vemos en la noche?

-Si- le contesté- me dio un beso en la mejilla y desapareció.

Mi sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora