III

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Romance


💚💙💚

Claro, que por supuesto que el cocinero era de él, llegó a tener la idea de que el cocinero había sido hecho para él aunque fuesen en su totalidad opuestos; en la tez, en el pigmento del cabello, estética del rostro y cuerpo.

"Es mío" gruñía el espadachín al ir por las islas y ver cómo otros piratas le veían el trasero a Sanji o a las mujeres cuando querían acercárcele. Sanji se avergonzaba, pero no decía nada, y Zoro sabía que no reclamaba nada porque lo amaba.

Y por esa razón quería hacer tan feliz al rubio, porque le quería con todo el corazón; y cuando quieres a alguien no lo lastimas, ¿verdad?

Zoro no tenía idea de lo que significaba la palabra amor, su incógnita fue resuelta por Robin que citó de un libro "Sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la que se desea compartir una vida en común".

Pero Zoro no era de leer, ni siquiera creía en Dios, para él el amor era Sanji; rubio, de unos ojos color azul celestial, con olor a vainilla y especias y tabaco. Su amor era distinto a como lo planteaban los libros, o cualquier persona que le dijese lo que era.

Que era un sentimiento, una emoción, una reacción química que tenían los humanos ¡Qué estúpido!

El amor era como el tiempo, relativo.

No se puede definir.

Se siente.

Se vive.

Es relativo.




Sōtaitekina AiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora